Ejemplos con ajuar

Muchas veces la mejor manera de entender el significado de una palabra, es leer textos donde aparece dicha palabra. Por ese motivo te ofrecemos innumerables ejemplos extraidos de textos españoles seleccionados.

De los últimos momentos de esta fase son unos enterramientos aparecidos en el poblado en grandes vasijas con ajuar.
El estilo Mathur mezclaba elementos tradicionales indios con motivos grecorromanos: cabe destacar la serie de marfiles del ajuar de una princesa hallados en Begram.
También se trata de inhumaciones pero colectivas, dos o tres individuos, y sin ajuar.
En estas tumbas se practica la inhumación individual en posición decúbito supino y no presentan ajuar.
En el cuerpo intermedio hay dos relieves que representan al dios de Frigia Atis divinidad de la muerte y la resurrección, hijo de Pessinunte y además en el mismo nivel se encuentra una cámara funeraria que cobijaba el ajuar del difunto,.
Enseguida se puso en marcha para hacer una réplica exacta de la Patrona desaparecida, ajustándose en todo a sus medidas, utilizando para ello, ropajes y ajuar que la propia Hermandad del Águila le cedió.
Además, en los alrededores se conserva un enterramiento en cista de tipo redondo con restos de ajuar funerario.
Los hallzagos metálicos, poco abundantes en estas tierras por la acidez del terreno, también están presentes en el yacimiento en forma de trozos de calderos, sítulas de bronce y cuchillos de lámina plana de bronce que formarían parte del ajuar doméstico de los habitantes del castro.
En su interior se encontraba la urna con las cenizas del difunto, junto con su ajuar.
En la necrópolis se han investigado varias tumbas, encontradas con su ajuar intacto.
En ellas se encontraron algún resto óseo y casi ningún ajuar.
Se contabilizaron cinco altares con su ajuar, un arca con siete vestidos de la Virgen, un arca con tres hábitos de franciscanos, un libro con conteras de plata de San Pedro Regalado, varios cuadros en las paredes.
Con el tiempo el ajuar se iba multiplicando: baúl, muebles, billeteros, paraguas, medallas, bolsos, abanicos, máquinas de fotos, misal, libros del colegio con pizarrines, gafas de sol, y hasta un perro de raza fox terrier llamado Olé.
Está realizado en tablas y es algo más corto que el resto de toneletes del ajuar, la decoración presenta nueve terminaciones en flor de lis alternadas con ocho flores que semejan tulipanes.
La tumba, que carecía de ajuar, pero sí parecidos tipológicos con otras halladas en la Necrópolis, daba claros indicios de que el abandono del anfiteatro correspondía a finales del Imperio.
Son enterramientos individuales de inhumación, en los que el cadáver se coloca en posición fetal, con su ajuar funerario compuesto por vasos cerámicos, objetos de adorno metálico y útiles y armas de bronce.
La más antigua, al menos por lo conocido hasta ahora, parece ser los restos óseos humanos acompañados por el ajuar consistente en las hojas de sílex, las puntas de flecha de sílex y las cuentas de collar.
Necrópolis del sur: No obstante, la necrópolis más característica de este momento Tardorromano es la llamada necrópolis del sur, en la que se han exhumado más de medio millar de inhumaciones, con gran variedad de elementos de ajuar, cuchillos de tipo Simancas, placas de cinturón, collares de pasta vítrea y azabache, brazaletes, pendientes, osculatorios, vasos de vidrio, platos, cuencos y vasos de Terra Sigillata Hispánica Tardía.
Su equipaje fue enorme, un verdadero ajuar de casa, y el bolsillo lo llevaba bien provisto.
Componíase de un aposento, nada holgado, con dos litografías por toda decoración, y seis sillas y una mesa por todo ajuar, que el partido local había alquilado a la viuda de un talabartero, furibundo federal en vida.
Algunos días después vió el vecindario dos carros a la puerta de la abacería, luego vió cargar en uno de ellos las aceiteras, los barriles, los cacharros, las chucherías de la tienda, ¡hasta los estantes y el mostrador!, vió en seguida cómo en el otro carro se colocaron los colchones, las camas desarmadas, la batería de cocina, todo el ajuar de la casa de Simón, cómo se acomodaron en un hueco dejado al efecto sobre los colchones, Juana y su niña, después de haberse restregado la primera los zapatos contra el suelo repetidísimas veces, mirando al mismo tiempo a todas partes, cual si quisiera, con alarde tan necio, dar a entender que hasta el polvo de aquel suelo la ofendía, vió la gente también cómo, después de sacar hasta la escoba, cerró Simón la puerta y se guardó la llave en el bolsillo, y luego ponerse en movimiento los carros, a los cuales seguía Simón, saludando con gravedad a cuantas personas le despedían desde lejos con un movimiento de cabeza, no vió una sola vez asomar la de Juana fuera del toldo bajo el cual iba, y vió, por último, que los dos carros y Simón, que marchaba siempre junto a ellos, después de atravesar la plaza, tomaron el camino de la villa y desaparecieron en él.
Pedro era bueno, y comenzó a alabarle, no el rostro, iluminado ya por aquella luz de muerte que atrae a las almas superiores y aterra a las almas vulgares, sino el ajuar de niño a que estaba poniendo Ana las últimas cintas.
El dinero producto de la recolección invertíase en reparar las brechas abiertas en el ajuar de la barraca por los meses de espera.
Al que no lo atropellaban le hacían sin duda mal de ojo, y por eso su pobre , el caballo viejo, un animal que era como de la familia, que había arrastrado por los caminos el pobre ajuar y los chicos en las peregrinaciones de miseria, se iba debilitando poco a poco en el establo nuevo, el mejor alojamiento durante su larga vida de trabajo.
Más de una vez le mandó a la gran tienda de Samaniego por tela o encajes para el ajuar que estaba haciendo, pero siempre le encargaba que no la descubriese allí, pues ya que Aurora no había ido a verla, lo que propiamente era una falta de educación, y hablando mal y pronto, una cochinada, no quería ella tampoco aparentar que solicitaba su amistad, y si razones tenía para retraerse, también ella las tenía para no rebajarse.
Luego le hicieron poner un vestido de lana burda y negra muy sencillo, pero aquellas prendas sólo eran de indispensable uso al bajar a la capilla y en las horas de rezo, y podía quitárselas en las horas de trabajo, poniéndose entonces una falda vieja de las de su propio ajuar y un cuerpo, también de lana, muy honesto, que recibían para tales casos.
Cuatro cacharros, dos sillas y una mesa componían el ajuar.
El bueno de Julián, testigo de estas faenas, iba enterándose poco a poco de los para él arcanos misteriosos del aseo y tocado de una criatura, llegando a familiarizarse con los múltiples objetos que componen el complicado ajuar de los recienes: gorras, ombligueros, culeros, pañales, fajas, microscópicos zapatos de crochet, capillos y baberos.
No faltaron los indispensables requisitos: finezas mutuas, regalos de amigos y parientes, cajas de dulces muy emperifolladas para repartir, buen ajuar de ropa blanca, las venidas de Madrid en un cajón monstruo.
Sanchica hace puntas de randas, gana cada día ocho maravedís horros, que los va echando en una alcancía para ayuda a su ajuar, pero ahora que es hija de un gobernador, tú le darás la dote sin que ella lo trabaje.

© Todos los derechos reservados Buscapalabra.com

Ariiba