Ejemplos con airosos

Muchas veces la mejor manera de entender el significado de una palabra, es leer textos donde aparece dicha palabra. Por ese motivo te ofrecemos innumerables ejemplos extraidos de textos españoles seleccionados.

Consiste en un arco de medio punto con triple plataabanda de ancha moldura, flanquedo por finas y elegantes columnillas sobre altas bases a las que sirven de remate airosos pináculos, y sencillo entablamento de doble moldura adintelada por encima.
En esta reconstrucción se le agregó también una portada barroca, de piedra roja y en cada torre, dos airosos campanarios de tres cuerpos.
Tiene espaciosos salones, luciendo algunos de ellos airosos cupulines con delicados rosetones y rica marquetería.
En un pasaje se pregunta Pudieron los antiguos salir airosos en sus comidas y banquetes sin la papa? para luego hacer una exaltada apología de aquel tubérculo.
El informe se leerá con vivo interés y sus detalles no dejarán de suscitar el ardor y templar el brazo de nuestros airosos marinos.
De nuevo, un Gastornis vuelve a perseguirlos, aunque finalmente caza a un Propalaeotherium y los protagonistas consiguen salir airosos del apuro.
A fin de justificar el nombre, sin duda, corrían por todos sus calados balaústres airosos festones de rosal enredadera, al extremo de cuyas ramas oscilaban las cabecitas lánguidas de las últimas rosas de la estación.
Antes de repetir la operación en el otro pie, levantose muy ligera, y dio paseos airosos por la estancia, un pie con medio coturno y el otro con zapatilla.
Tras él entraron cuatro más, caballeros en airosos corceles, y le seguía una escolta que en su mayor parte hubo de quedarse fuera.
Trabajo me costó meter mi cuerpo en aquellos andrajos de la civilización, tan diferentes de los airosos trajes árabe y hebreo a que se habían hecho mi rostro y mis carnes, pero al fin me vestí a la europea, que tal era el deseo de mi protector.
Era un bello edificio señorial, del mejor estilo del país, con airosos contrafuertes terminados en pináculos.
Al frente, Burjasot, prolongada línea de tejados con su campanario puntiagudo como una lanza, más allá, sobre la obscura masa de pinos, Valencia achicada, liliputiense, cual una ciudad de muñecas, toda erizada de finas torres y campanarios airosos como minaretes moriscos, y en último término, en el límite del horizonte, entre el verde de la vega y el azul del cielo, el puerto, como un bosque de invierno, marcando en la atmósfera pura y diáfana la aglomeración de los mástiles de sus buques.
Entre las banderolas nacionales de los balcones asomaban una docena de airosos cuerpos y graciosas cabezas, elegante escuadrón de muchachas, que, cogiéndose de la cintura, jugueteando o riendo, miraban al gentío que rebullía abajo.
¡Oh!, no son disparatesreplicó el farmacéutico, dando algunos pasos delante de ella y procurando que dichos pasos fueran todo lo airosos posible.
Divertido era este espectáculo, sobre todo cuando restallaban los airosos surtidores de las mangas de riego, y los chicos se lanzaban a la faena, armados con tremendas escobas.
que me fía, y a mí que soy el autor, nos dejen airosos.
-El papel que estoy haciendo, querido Pepe, no se debe contar entre los más airosos, pero por dar un disgusto a Orbajosa y su gente, andaría yo a cuatro pies.
Dos órdenes de pequeños rizos, guedejas sutiles, retorcidas con negligencia, le adornaban la frente, y de las sienes blancas, cuya piel transparentaba ligeramente la raya azulada de alguna vena, le caían dos airosos mechones.
Por otro lado, descollaban las pelucas blancas, las casacas bordadas y las camisas de chorrera, allí una dama con un perrito que enderezaba airosamente el rabo, acullá una vieja con un peinado de dos o tres pisos, fortaleza de moños, plumas y arracadas, en fin, la galería era un museo de trajes y tocados, desde los más sencillos y airosos hasta los más complicados y extravagantes.
Tras él entraron cuatro más, caballeros en airosos corceles, y le seguía una escolta que en su mayor parte hubo de quedarse fuera.
No les satisfacía la forma de escarmiento que tomaba en aquella ocasión la guerra, ni se sentían airosos manejando los instrumentos de castigo.
Trabajo me costó meter mi cuerpo en aquellos andrajos de la civilización, tan diferentes de los airosos trajes árabe y hebreo a que se habían hecho mi rostro y mis carnes, pero al fin me vestí a la europea, que tal era el deseo de mi protector.
Ante el espejo, Eufrasia y Lea reventaban de satisfacción observando que las caras se les ponían más bonitas sin necesidad de afeites, y los cuerpos más esbeltos y airosos por la virtud de aquellos corsés, que parecían obra de magia.
Con mucho menos trabajo saliéramos airosos del empeño si hubiésemos leído los autores de que se trata, quizá no disertaríamos con tanto aparato de erudición y crítica, pero juzgaríamos con harto más acierto.
Frisaba el segundo en los treinta y seis años, y era el reverso de la medalla, pues a una fisonomía abultada y de poquísima expresión, reunía un cuerpo macizo y pesado, cuyos contornos de suyo poco airosos, comenzaba a borrar la obesidad.
Por fin, una forma blanca y ligera apareció en el fondo oscuro del coro, y adelantándose rápida y silenciosamente presentó a los ojos de don Álvaro, ya un poco habituados a las tinieblas, los contornos puros y airosos de la hija de Ossorio.
camino a seguir a fin de salir airosos de cualquier empresa sacando.
En la cama del enfermo, la colcha de damasco rojo de los grandes días, y vuelto sobre ella, el amplio y bordado embozo de una sábana de lujo, las almohadas, con fundas de grandes guarniciones muy tiesas y escaroladas, y el enfermo mismo, con camisola limpia, calentada poco antes al brasero y sahumada con tomillo, sobre el espeso chaquetón elástico que le abrigaba el tronco, junto a la cama, una alfombra en lugar del felpudo de siempre, encima de la cómoda, cayendo en airosos pabellones por los lados, otra colcha de las buenas de la casa, y sobre ella, esperando mejor destino, el crucifijo de marfil, seis candeleros de plata, un vaso con agua bendita y un ramito de laurel.
¡Qué graciosamente pisaba Lita con sus primorosas almadreñas, y con qué donaire se recogía los pliegues airosos de su vestido, que apenas dejaban ver dos dedos de media blanca sobre el ancho y peludo ribete de las zapatillas!.
realmente hermoso, de presencia noble, modales airosos, mirada.

© Todos los derechos reservados Buscapalabra.com

Ariiba