Ejemplos con ahorcó

Muchas veces la mejor manera de entender el significado de una palabra, es leer textos donde aparece dicha palabra. Por ese motivo te ofrecemos innumerables ejemplos extraidos de textos españoles seleccionados.

Cuando ésta vio que su amado la abandonaba y huía del país, se ahorcó de desesperación.
La hermana mayor se arrojó al vacío desde un cerro y otro hermano se ahorcó.
En el transcurso de la noche, Baader fue encontrado muerto con un disparo en su cabeza, Ensslin se ahorcó en su celda y Raspe fue trasladado al hospital por una herida de bala, en donde murió al día siguiente.
A los sesenta y un años Ilse Koch ató varias sábanas, las sujetó de la lámpara que colgaba encima de su cama y se ahorcó.
Alfinger ahorcó al Cacique Upar y quemó la aldea llamada Eupari.
El podía ver a Davis, por lo menos en el día de su muerte cuando Davis lo ahorcó, aunque en realidad fue Julián quien lo ahorcó.
A Diego de Tapia, el tuerto, lo ahorcó, no recuerdo si Vasco Godínez o el mariscal Alvarado.
eso porta ventura, un trozo de la cuerda, con que él mismo ahorcó a.
—Sí, se ahorcó en la letrina de un café.
Y cuando tu hermano, borracho de kif, se ahorcó en mi casa, todos los lavadores de escudillas de Fez dijeron: La culpable es Rahutia.
Humilló a los aristócratas, despojó al gobernante natural, dispuso de las rentas públicas a su antojo, se hizo coronar, ahorcó en las plazas públicas a los altos dignatarios de la milicia, desmembró el territorio de Siké para crear nuevos estados que llevaran su nombre, se hizo gobernante vitalicio, pagó a sus soldados sumas fabulosas por servicios de guerra, y un buen día se marchó después de haber humillado muchos nombres, franqueado muchas alcobas y suprimido algunas vidas ilustres.
¿Y ahorcó a don Diego como se lo había ofrecido? No, precisamente, pero con pretexto de que era hombre peligroso en el Perú, lo envió desterrado a España.
Al primer reo, el indio Chonqui, se le ahorcó a las ocho de la mañana, y de media en media hora se ajustició a los otros cinco».
Después de Roma, la España: allí donde Felipe II ahorcó a su propio hijo en nombre de su propia autoridad, era solo donde el fanatismo de las persecuciones fratricidas podían soplar con la furia del huracán.
¿Cuántos no ahorcó su lazo, y despedazó en la huida, mientras se golpeaba la boca en señal de burla?.
Carvajal, que ahorcó al padre Pantaleón con el breviario al cuello, sólo porque en el bendito libro había escrito con lápiz estas palabras: «Gonzalo es tirano», tenía capricho en dar pasaporte para el mundo de donde no se vuelve al revoltoso y acaudalado don Diego.
Es decir, que en vez de achicharrarlo como a sacrílego, se le ahorcó muy pulcramente como a ladrón.
Por resultado de ella marcharon al presidio de Valdivia varios empleados fiscales, se ahorcó al tesorero de Chuquiavo, y confiscados los bienes de los culpables, recuperó el tesoro algunos realejos.
En los primeros días el verdugo no estuvo ocioso, y ahorcó gente que fue un primor.
Pero los ejemplos que se traen para probarlo, ¿son de cosas pasadas o futuras? Evidentemente lo segundo, cuando se trata de hechos concretos como la conquista de Granada, el vencimiento del turco, la entrada del rey, no de cosas genéricas y que en todo tiempo acontecen, como «muerto es tu padre, un rayo cayó, aquél es ya obispo, a Pedro robaron, Inés se ahorcó».
no mató a nadie, pero ahorcó él ingenio para dedicarse a su ambición.
Un inglés, William Owen, a quien habían encerrado cuerdo, se ahorcó en su mazmorra.
Apoderóse de Eleusis y Ramnunte, taló el país, y habiendo apresado una nave con trigo que se dirigía a proveer a los Atenienses, ahorcó al comerciante y al piloto, de manera que, ahuyentados de miedo todos los demás, se padeció en la ciudad una terrible hambre, y con ella una absoluta escasez de todos los demás objetos.
La prosperidad hincha y ensoberbece aun a los de ánimo más pequeño: tanto, que al verlos en medio de sus faustos sucesos parece que realmente están dotados de grandeza y gravedad, pero el hombre verdaderamente magnánimo y fuerte donde se ve y resplandece principalmente es en la adversidad y en los reveses, como Eumenes, porque vencido de Antígono por una traición en Orcinios de Capadocia, y siendo de éste perseguido, no dio lugar a que el traidor se refugiara entre los enemigos, sino que, echándole mano, le ahorcó, huyendo luego por el camino opuesto de los que le perseguían, lo torció, sin que éstos lo entendiesen, y dando un rodeo, llegado que fue al sitio donde se dio la batalla, acampó en él, recogió los cadáveres y con las puertas de las casas de las aldeas vecinas, que hizo traer, quemó con separación a los caudillos y con separación a las tropas, y habiéndoles hecho sus cementerios se retiró: de manera que, habiendo ido después allá Antígono, no pudo menos de maravillarse de su arrojo y su serenidad.
¿Qué tanto te marauillarías, si dixesen: la tierra tembló o otra semejante cosa, que no oluidases luego? Assí como: elado está el río, el ciego vee ya, muerto es tu padre, vn rayo cayó, ganada es Granada, el Rey entra oy, el turco es vencido, eclipse ay mañana, la puente es lleuada, aquél es ya obispo, a Pedro robaron, Ynés se ahorcó.
Antes de cumplirse un mes, ahorcó los libros el callealtero, y se metió a pescador, en cuyo oficio se había amamantado.
-¿Has olvidado, hombre sin fe -gritaba la matrona-, cómo ahorcó el conde de Lemos a nuestro cormano Simeón?.
Y falliciendo la hija del rey, en el mesmo día que se la dio tierra se ahorcó al pastor enfrente de la casa del Ayuntamiento.
¡Que vieja tan fea! Parece la que tuvo el candil la noche que se ahorcó Judas.

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