Ejemplos con administración

Muchas veces la mejor manera de entender el significado de una palabra, es leer textos donde aparece dicha palabra. Por ese motivo te ofrecemos innumerables ejemplos extraidos de textos españoles seleccionados.

Desde aquel punto, el propio conde llevó las cuentas y administración de sus bienes.
Pues sépase ahora, y es la verdad, que a pesar de haber sido ascendido a general en menos de dos años, por no sé qué ni cuántos pronunciamientos, el tal señor coronel no se desdeñaba de responder muy atento a las cartas en que Simón le enviaba la enhorabuena, ni le escaseaba las ofertas de hacer algo por él cuando fuese necesario, ofertas que cumplió en dos ocasiones, en las cuales el ex asistente le puso a prueba, no muy dura por cierto, en beneficio de dos convecinos suyos que se creyeron atropellados por la Administración de Hacienda.
Y ¿por qué no? Sobre que la carta no ha de salir de la administración adonde vaya a parar.
Uno quería un gobierno de provincia para su hermano, otro, una alcaldía en la isla de Cuba para sí mismo, otro, un juzgado para su pueblo, otro, una administración de aduanas para un primo arruinado por la causa de la libertad, otro, la destitución de un funcionario probo que se oponía tenazmente a ciertas pretensiones de su familia, otro, un ascenso, otro, una cátedra, en fin, por pedir, se pedia allí hasta la luna, y el Ministro, o el Subsecretario en su deseo de complacerlos a todos, tecleaba sin cesar sobre los botones de las campanillas, a cuya música iban apareciendo los altos empleados que podían entender en aquel cúmulo de solicitudes.
Con hombres como usted guarda la administración ciertos trámites de confianza.
Yo creo que usted debe intervenir algo en el negocio, Xuantipa: llevar la administración, hacer a los deudores que ellos paguen.
Todos reían, encontrándolo bizarro é interesante, y esta alegría general la atizaba sacando a luz los tesoros líquidos que había amontonado en los viajes anteriores, bajo la administración descuidada y generosa de Ferragut.
Halló ser verdad cuanto le había anunciado el prohombre y aun algo más en lo tocante a bienes de fortuna: vio una casa chapada a la antigua, tosca y popular en sus usos, pero honrada en todo, y un caudal sólido y seguro, diariamente acrecido por la celosa administración del señor Joaquín y su sencillez y parsimonia.
Abajo, en las oficinas, estaban los hombres de la administración, con la pluma tras la oreja, llevando las complicadas cuentas de las entradas de mineral y de hulla, del acero elaborado, que se esparcía por toda España en forma de rieles, lingotes y máquinas, y de los jornales de un ejército de obreros ennegrecidos y tostados junto a los hornos.
Venido al mundo en la mala época, cuando flaquea la fe y la Iglesia no puede imponerse por la violencia, el buen don Antolín había quedado obscurecido en la baja administración de la catedral, ayudando al canónigo Obrero en la partición y señalamiento de las pesetas que el Estado daba a la Primada, dedicando una larga meditación a cada puñado de céntimos, y esforzándose por que la santa casa, como las familias arruinadas, conservase su buen exterior, sin revelar la miseria.
El documento era una renuncia completa y explícita a toda intervención y a todo derecho que pudiera concederle la ley a la administración de los bienes de su mujer y al usufructo del caudal de su hijo, tan perfectamente detallada, meditada con tal prudencia, que la codicia y la rapacidad de Jacobo quedaban atadas de pies y manos con sólo poner allí la firma.
Siempre se condujo con la mayor lealtad en la administración.
Éste era viudo y tenía dos hijos: Juan, un joven infatigable para el trabajo, meticuloso en los negocios, capaz, como su padre, de darse de cachetes por un ochavo, y Manolita, una muchacha hermosota, que a los diecisiete años tenía el aspecto de una matrona romana, y a quien don Manuel no quería encargar de la administración de la casa en vista del poco aprecio que mostraba al dinero.
La administración del Pardo nada menos.
Era preciso moralizar la administración provincial, desterrar abusos, sobre todo, en el destierro de los abusos insistió mucho.
Manuel Moreno-Isla, que el año pasado le dio la administración a D.
Devolvería, pues, lo que se le había entregado, con los aumentos que a su buena administración se debían.
Estupiñá, que en aquella temporada frecuentaba el trato de Moreno, por haberle este confiado la administración de su casa de la Cava, se presentó dispuesto a llevarle todo el contenido de las tiendas de Madrid para que escogiese.
Más presente que la administración del Sacramento tenía el con su hija, ¡ay, qué paso! ¿No vistes a Jacinta?preguntó a Fortunata, volviéndose de un costado y poniéndole la mano en el hombro.
Pues yomurmuraba una voz que parecía salida de una botella, voz correspondiente a una cara escuálida y cadavérica, en la cual estaban impresas todas las tristezas de la Administración española, sólo pido dos meses, dos meses más de activo para poderme jubilar por Ultramar.
Juan Pablo empleó toda su parte en pagar las deudas que le devoraban y un descubierto que dejara en la administración carlista.
Después se rehízo con un destino en la administración de Cuba, se volvió a perder, tornó a reponerse en Filipinas, y ahora está por cuarta vez en poder de los vampiros.
Volveré mañana y espero convencerle y en cuanto a la administración del Pardo, no crea usted que digo que no.
¿Quién le mandaba formar juicios temerarios? Él venía allí para decir misa y ayudar al marqués en la administración, no para fallar acerca de su conducta y su carácter.
Dada la complicación de red, la subdivisión atomística que caracteriza a la propiedad gallega, un poco de descuido o mala administración basta para minar los cimientos de la más importante fortuna territorial.
No poseía Julián fuerzas para luchar con él, ni lo intentaba, pareciéndole secundario el perjuicio que a la casa de Ulloa originase la mala administración de Primitivo, en proporción al daño inmenso que estuvo a punto de causarle Sabel.
Y usted me preguntará: ¿cómo un infeliz mayordomo tiene miles de duros? Y yo respondo: prestando a réditos del ocho por ciento al mes, y más los años de hambre, y metiendo miedo a todo el mundo para que le paguen bien y no le nieguen una miserable deuda de un duroY usted dirá: ¿de dónde saca ese Primitivo o ese ladrón el dinero para prestar?Y yo replico: del bolsillo de su mismo amo, robándole en la venta del fruto, dándolo a un precio y abonándoselo a otro, engañándole en la administración y en los arriendos, pegándosela, como usted me enseña, por activa y por pasivaY usted dirá.
Antes recibiré yo diez docenas de ellos que recomendar a un cristiano la administración de tales medicinas.
El juez era un mozalvete despabilado, de estos que todos los días aparecen en los criaderos de eminencias, aspirando recién empollados a los primeros puestos de la administración y de la política.
Es, pues, de saber que este sobredicho hidalgo, los ratos que estaba ocioso, que eran los más del año, se daba a leer libros de caballerías, con tanta afición y gusto, que olvidó casi de todo punto el ejercicio de la caza, y aun la administración de su hacienda.

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