Ejemplos con acordaría

Muchas veces la mejor manera de entender el significado de una palabra, es leer textos donde aparece dicha palabra. Por ese motivo te ofrecemos innumerables ejemplos extraidos de textos españoles seleccionados.

Me acordaría perfectamente, porque yo estudié allí y era amigo de los sacerdotes asesinados.
La respuesta inmediata fue poner en marcha el proceso del Tiger I, que no dejaría de ser un diseño atrasado, pero con una potencia de la que todo el mundo se acordaría.
Según la propuesta de Schwartzberg, la comisión tendría varios poderes, incluyendo la autoridad para establecer reglas de justicia, determinar de antemano si el criterio de justicia se acordaría, y ejecutar votaciones en el caso de que no sucediese esto último.
, un verdadero loco, pero ¡tan fino! ¡tan distinguido! Siempre se acordaría de aquella tarde en que se sintió indispuesta en las carreras y el mismo barón fue por una taza de te y se la sirvió por su propia mano.
¿Para qué? Ni él aceptaba aquel viaje, ni ella, con la movilidad de sus fugaces impresiones, se acordaría tal vez de esto a la mañana siguiente.
Después que estuviese en el mundo ¡bien se acordaría Ventura de coloretes! ¡Anda, anda! pues no tendría poco que hacer para tenerle limpio, darle el pecho y entretenerle cuando llorase.
Había pensado, mientras el Duque estuvo por allá, que ya nunca más se acordaría de aquel rincón.
una noche en casa de don Fernando Garrido, creí que no se acordaría de mí, y no me determiné a saludarle.
¿Se acordaría él también de aquellas antiguas relaciones? ¿Había pedido ver al juez instructor por qué sabía quién era? ¿Iba a darse a conocer?.
y cómo se acordaría de la paz y el regalo de su casa, cómo nos echaría de menos en el desamparo, en las agonías de aquella muerte inicua! ¡Que mis lágrimas le hayan suavizado el camino para subir hasta la Bienaventuranza eterna, que Dios haya tenido en cuenta sus cualidades generosas, su hidalguía y demás prendas de caballero!.
Velázquez estaba retratando a los Reyes cuando entretenida en sus juegos vino a colocarse cerca de él la Infanta Margarita con sus meninas y enanos, el grupo que formaban seduciría a los regios padres de la niña tanto como al artista y se acordaría que éste pusiese manos a la obra.
Si no hubiese escrito más que versos nadie se acordaría de él porque los hacía dañados de conceptismo, desaliñados y fríos, sin conseguir acercarse a sus modelos Herrera y Rioja, y de Góngora que fue su amigo sólo se asimiló lo censurable.
Pasó como un sueño, costosa manía de grandezas, la gloria militar de Carlos I: tras los males engendrados por la ambición y el despotismo, vinieron la estéril crueldad de Felipe II por conservar lo adquirido, la devoción relativamente mansa con que Felipe III imaginaba merecer del cielo lo que no sabía procurar en la tierra, y subió por fin al trono aquel Felipe IV a quien sus cortesanos llamaban , pero de quien nadie se acordaría hoy si no le hubiese retratado Velázquez.
A todo esto sin llover, es decir, don Juan, imposibilitado de hablar con Julia, la niñera, que ni se acordaría tal vez de la cita.
Aquella noche fue también mala para Fortunata, pues se la pasó casi toda cavilando, discurriendo sobre si se acordaría o no de ella.
Si el señor de Baraona viviera se acordaría de cuando vimos la cogida de Pepe-Hillo y la célebre cornada de José Cándido, motivada por haberse el toro, con lo que se atolondró José y quiso matarlo fuera de la jurisdicción, recibiendo un encontronazo.
Traía a la memoria las imágenes de las personas amadas, hablaba con ellas, les dirigía tiernas palabras, y explorando después con la mirada del espíritu el tiempo futuro, aquel tiempo en que nadie se acordaría de mi existencia cortada en flor, me sumergía en hondas melancolías.
¡Porque, ¡oh madre mía! has de saber que si, para nuestra mayor desgracia, mi esposa querida tuviese ocasión de volver a ver ese manto, se acordaría al instante de su instinto original, que es el vuelo de las aves, y no podría por menos de volar de aquí, aun contra los impulsos de su corazón! ¡Ten, pues, mucho cuidado, madre mía, de no mostrarle ese manto! ¡Porque, si tal desgracia sucediera, sin duda moriría yo de pena o me mataría! Además, te recomiendo que la cuides bien, ya que está delicada y acostumbrada a los mimos, y que no dejes de servirla por ti misma con preferencia a las servidoras, que no saben como tú lo que es preciso y lo que no es preciso, lo que conviene y lo que no conviene, lo que es fino y lo que es grosero.
Cuando después, en favor de César, se propuso otra ley sobre sus provincias y sus ejércitos, ya no se dirigió Catón al pueblo, sino al mismo Pompeyo, a quien, poniendo por testigo a los dioses, dijo: que habiendo tomado sobre sus hombros a César, por lo pronto no lo sentía, pero que cuando empezara a pesarle y a sucumbir bajo la carga, no siéndole ya posible ni echarle en el suelo ni llevarlo, se dejaría caer con él sobre la república, y entonces se acordaría de las exhortaciones de Catón, reconociendo que no tenían menos de provechosas para el mismo Pompeyo que de honestas y justas.
Primero, llorar mucho, querer morirme y mirar de hito en hito a las estrellas, mirándolas, pensaría muchas cosas, me acordaría de mi infancia, de mi madre, de mi Dios, a quien adoré de niño, a quien olvidé de joven y a quien busco de viejo, y pensando estas cosas, no me olvidaría de ti, no, eso es imposible, sino que, mezclándote con todas ellas, poniéndote sobre todas, viendo bien claro, como lo vería, que las distancias de este mundo, así en el espacio como en el tiempo, como en las formas, como en los sentimientos, son aparentes, y que todo acaba por juntarse, entenderse y quererse, viendo esto, me consolaría, y, resignado, me pondría a estudiar mucho, mucho, para amar mucho y esperar mucho, y tener la seguridad de acercarme a ti al fin y al cabo, no sé dónde, ni sé cuándo, pero algún día, en algún lugar, donde Dios quisiera.
A los seis años creyó que nadie se acordaría, la encontró el coloso, y la advirtió que no olvidase mandarle lo que le pertenecía.
Más tarde me acordaría siempre de aquel instante.
También creí que, de saberlo, cuando Joe mirase por casualidad la carne del día anterior o el pudding que le habían servido, se acordaría de mi robo, preguntándose si yo había hecho ya alguna visita a la despensa.
breñas, y que ganaría una buena obra que Dios le acordaría en el cielo, ofreciendo hospitalidad.
Carlos pensó que La Noue se acordaría de su clemencia, y le dio el encargo de exhortar a los de la Rochela a la sumisión.
«¿Qué haría don Víctor? ¿De qué comedia antigua se acordaría para vengar su ultraje cumplidamente? ¿La mataría a ella primero? ¿Iría antes a buscarle a él?.
Regina recordó que el usurero había sacado del colegio a la niña corcovada, encerrándola a piedra y lodo, y pensó que Damián ya no se acordaría de sus ambiciosos planes.

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