Ejemplos con acompañarían
Muchas veces la mejor manera de entender el significado de una palabra, es leer textos donde aparece dicha palabra. Por ese motivo te ofrecemos innumerables ejemplos extraidos de textos españoles seleccionados.
La fama de la orquesta proviene de una vez que tuvieron que acompañar a Frank Sinatra luego que sus músicos resultaron intoxicados y Roberto dijo a Frank que solo le colocara las partituras y ellos lo acompañarían, así sucedió y Sinatra confesó que jamás había tocado con orquesta igual.
Además, todos los varones de la aldea los acompañarían a Grecia.
Junto a este viaje lo acompañarían Pêro de Alenquer, quién relató el primer viaje de Vasco da Gama, João Infante, Álvaro Martins y João Grego.
Sin embargo, Viñuela fue quien se quedó al mando del espacio por siete años, y lo acompañarían, entre otros, Pamela Díaz, Macarena Ramis, Carola Zúñiga y Andrés Baile.
En el museo se encuentra el cuadro llamado La Gloria pintada por Tiziano para Carlos V, que junto al retrato de la Emperatriz le acompañarían en su retiro del monasterio de Yuste en Cáceres, Extremadura.
En cualquier caso, el hecho de que sólo algunos de los hijos del Emperador Kangxi estuvieran presentes en el momento de la muerte del Emperador ha llevado a algunos historiadores a cuestionar si Yinzhen fue realmente elegido como sucesor, y las sospechas de una posible usurpación acompañarían al reinado de Yinzhen, conocido como periodo Yongzheng.
En Valencia preparó su paso a Burdeos, a donde le acompañarían los valencianos Blasco de Alagón, Conrado Llança, Bernardo de Peratallada y un traginero nacido en Zaragoza.
Lo acompañó su segundo Shannon, dado que él estaba herido y no sabia si lo acompañarían las fuerzas.
Guinea, que les acompañarían en todo el camino: uno para que fuese al cuidado de D.
Casi al propio tiempo se proclamó en una provincia lejana y con el apoyo gubernativo la candidatura presidencial, que desde allí fue comunicándose a todas partes, siempre en las mismas condiciones, «como un reguero de pólvora», según decían con admiración los diarios amigos, que ensalzaban los méritos incomparables del candidato, «representante de la juventud, y, por lo tanto, del progreso, ciudadano de iniciativa, como lo había demostrado en el gobierno de su provincia, espíritu liberal, enemigo de toda hipocresía y de toda bajeza, hombre tolerante, que sería el vínculo de unión entre los estados, las sociedades, las religiones, los partidos del país», y a quien acompañarían mañana, como le acompañaban hoy, «las fuerzas más sanas y eficaces del mismo, los jóvenes de corazón entero y altas aspiraciones patrióticas».
La condición -cosa admitida socialmente, por otra parte, desde años atrás- era que las madres no las acompañarían, y se contentarían con ir a recogerlas a eso de las ocho.
