Ejemplos con abrazándola

Muchas veces la mejor manera de entender el significado de una palabra, es leer textos donde aparece dicha palabra. Por ese motivo te ofrecemos innumerables ejemplos extraidos de textos españoles seleccionados.

Y abrazándola de nuevo y estampando un beso en su frente se alzó del asiento, se acercó al piano y lo abrió.
Sí, mamá, síreplicaba la joven abrazándola con más fuerza.
Tras ella fue el galán, y abrazándola por la cintura, ambos contemplaron sus rostros risueños en el espacio reproducido por el cristal.
Acogióla la madre con sus más suaves mimitos y díjole al oído, abrazándola, que le traía una noticia muy buena, muy alegre, muy grande.
Con estos alegronesdijo él abrazándola, se rejuvenece uno.
—¡Malhaya sea el dinero! ¡Él tiene la culpa de todo!—rezó fatídicamente la madre, cuyos ojos, clavados en el suelo, seguian derramando lágrimas amarguísimas, en tanto que Manuel, sentado junto a ella y casi abrazándola, le contaba, con aquella inocente ingenuidad de niño, cómo habia logrado conquistar el vellocino de oro.
—Y ¿qué dirás que le respondí?—¡Pues respondí , abrazándola y consolándola, cuando yo era quien necesitaba consuelo!.
—¡Perdon, Polonia!—exclamó el jóven, abrazándola.
-¿A qué vienen estos lloros? -dijo su madre abrazándola-.
-dijeron dos o tres de aquellos insignes personajes, mientras uno de ellos avanzó hacia la joven, y abrazándola estrechamente, la llevó al centro de la taberna.
Juan ceñido y aherrojado con tan gran cadena, descolorido el rostro y los ojos con muestra de haber llorado, se le cubrió el corazon, y se arrimó al brazo de su madre que junto a ella estaba, la cual abrazándola consigo, le dijo:.
Y abrazándola de nuevo volvieron las bendiciones y parabienes que les dieron.
Con estas prudentes razones consoló su padre a Leocadia, y abrazándola de nuevo su madre, procuró tambien consolarla: ella gimió y lloró de nuevo, y se redujo a cubrir la cabeza, como dicen, y a vivir recogidamente debajo del amparo de sus padres, con vestido tan honesto como pobre.
¿Qué tienes? -Y acababa abrazándola y besándola en la boca como si fuera un niño.
Ahora no podréis escapar — exclamó, abrazándola tiernamente.
-¡Oh, bendita tú mil veces! -exclamó Morton abrazándola con violencia, antes de que nadie lo pudiera impedir-.
Abrazándola con ternura, Serafinita besó a su sobrina en la frente.
-Querido amor mío, esposa -dijo Morton abrazándola con efusión-, ha llegado el momento de que todo sea verdad entre nosotros.
Abrazándola con paternal cariño, D.
-Tú sí, exclama Carlos enajenado de amor y de entusiasmo, abrazándola y estampándole un beso en la frente, tú sí que hablas el lenguaje de los ángeles.
«¡Olé, olé!» -dijeron dos o tres de aquellos insignes personajes, mientras uno de ellos avanzó hacia la joven, y abrazándola estrechamente, la llevó al centro de la taberna.
Abrazándola y besuqueándola con zalameras babas y cariños extremosos, le dijo que ya podían las dos respirar tranquilas y perdonarse recíprocamente sus agravios, porque Dios les había deparado el alivio de tantas penas y el remedio de la gravísima escasez que padecían.
-¡Querida Teresita! -exclamó abrazándola-, ¡cuánto placer me da el volverte a ver! He venido de Lima para tener el gusto de abrazarte lo más pronto posible.
-¡Pobre amiga mía! -exclamó Teresa abrazándola-, ¡perdóname, por Dios, el mal que involuntariamente te hice!.
-Dios ha querido probarte y castigarme, ángel del cielo -contestó su padre abrazándola-, nuestras penas acabaron ya y los nuevos tiempos se acercan a más andar.
La abadesa, que conocía muy bien la índole de su sobrina, enemiga de mostrar ninguna clase de flaqueza a los ojos de los demás, se apresuró a complacerla, diciéndole algunas palabras de consuelo y abrazándola con ternura.
Doña Beatriz hizo un gesto muy expresivo, pero no respondió a su madre sino abrazándola y deseándole buen sueño.
La muñeca casi estaba bonita con sus recientes adornos y se diría que sonreía agradecida a su señora, la cual seguía queriéndola mucho, abrazándola y hasta acostándola consigo en la misma cama.
Besó a su hermana, abrazándola también estrechamente, y la respondió:.
Pero, cuando Preciosa vio a don Juan ceñido y aherrojado con tan gran cadena, descolorido el rostro y los ojos con muestra de haber llorado, se le cubrió el corazón y se arrimó al brazo de su madre, que junto a ella estaba, la cual, abrazándola consigo, le dijo:.

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