Ejemplos con abría

Muchas veces la mejor manera de entender el significado de una palabra, es leer textos donde aparece dicha palabra. Por ese motivo te ofrecemos innumerables ejemplos extraidos de textos españoles seleccionados.

Se abría la cajita de plata y aparecía, apretado contra el paño de tinta morada, como un pájaro en su nido.
El estudiantillo desenvuelto se acercaba de cuando en cuando al cortinón, detrás del cual estaba apercibido el fonógrafo, abría una rendija, inmiscuía la nariz, y se volvía a decir: Se va llenando el salón , ya está lleno , el filósofo sube al estrado , monsieur Cleo de Merode va a comenzar su conferencia.
Esto, sobre proporcionar mayores bienes a su país, abría más ancho campo a su fantasía.
Todos estos diálogos, y otros muchos por el estilo, oía don Simón a su entrada en los Ministerios, mientras se abría paso entre aquel enmarañado laberinto de pretendientes y otorgantes, y en semejante ocasión, como era bastante novel en el tráfico para haber perdido el rubor por completo, solían saltarle a la cara algunas chispas de él, lo cual no le impedía llegar con sus peticiones al punto en que habían de ser atendidas.
España, engañada por su extraordinaria vitalidad, se abría las venas para contentar al naciente fanatismo, creyendo sobrellevar sin peligro esta pérdida.
Cada vez que veía a su marido limpiando los dos cañones del arma, cambiando los cartuchos o haciendo jugar la palanca para convencerse de que se abría con suavidad, pasaba por su memoria la imagen del presidio y la terrible historia del tío.
Ésta sólo interesaba a los muchachos, que, heredando el odio de sus padres, se metían por entre las ortigas de los campos yermos para acribillar a pedradas la abandonada vivienda, romper los maderos de su cerrada puerta, o cegar con tierra y pedruscos el pozo que se abría bajo una parra vetusta.
Y después venían las horas de inquietud por la ausencia de su marido, unas tardes interminables, de angustia, esperando al hombre que nunca regresaba, saliendo a la puerta de la barraca para explorar el camino, estremeciéndose cada vez que sonaba a lo lejos algún disparo de los cazadores de golondrinas, creyéndolo el principio de una tragedia, el tiro que destrozaba la cabeza del jefe de la familia o que le abría las puertas del presidio.
La gente abría paso con curiosidad cada vez que algún picador empaquetado sobre la silla y con el mozo a la grupa pasaba montado en su jaco huesoso y macilento, que le llevaba hacia la plaza con un trotecillo cochinero.
Doña Manuela estaba inmóvil, pensando en la sima que se abría a sus pies y en la que iba a caer irremisiblemente, encontrando al final lo que tanto la asustaba: la miseria.
Y este tema era la eterna nota verde, que tan pronto se abría y ensanchaba, tomando un tinte blanquecino, como se condensaba y obscurecía hasta convertirse en azul violáceo.
Desde por la mañana tenía que endosarse el chaqué y el sombrero de copa, para estar dispuesto a acompañar a la señora, oíase llamar torpe a todas horas porque en las visitas cerraba la boca, o si la abría era para soltar ingenuidades y franquezas que recordaban su origen, y ¡oh tormento insufrible! Su Manolita no le permitía jamás que se quitara los guantes y hasta quería que comiese con ellos, para irsegún ella decíaacostumbrándose a los usos de la gente elegante.
¡Muchacho, avisa a la señora que está aquí doña Manuela! Un aprendiz lanzóse a la carrera por una puertecilla obscura que se abría en la anaquelería: una de esas gargantas de lobo que dan entrada a pasillos y escaleras estrechas, infectas como intestinos, que sólo se encuentran en las casas donde las necesidades del comercio y la aglomeración de mercancías disputan a las personas el terreno palmo a palmo.
Delante de mí se abría dilatada calle de árboles.
A ruego mío, mientras don Carlos se engolfaba en su partida de ajedrez, abría Gabriela el piano, un soberbio Erard , y tocaba lo más selecto del repertorio en boga.
Deseoso de alivio y de consuelo vejado por la maldad y la ingratitud, abría su alma, sencilla y llena de dolores, a un pobre muchacho que años antes fué su discípulo y del cual esperaba frases compasivas, palabras cariñosas.
Buen susto nos hemos llevado por la pereza de mi señor hermano en escribir ¿Qué dice? está bueno sin dudaañadió al ver que Pepe Rey abría el pliego con febril impaciencia.

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