Ejemplos con ablande

Muchas veces la mejor manera de entender el significado de una palabra, es leer textos donde aparece dicha palabra. Por ese motivo te ofrecemos innumerables ejemplos extraidos de textos españoles seleccionados.

La carne se pone a cocinar una noche antes de la preparación hasta que se ablande, al día siguiente se le agregan las verduras picadas y se deja hervir hasta que se cocine en su totalidad.
El cura del pequeño pueblo de Villablanca tiene la intención de edificar un sitio para cobijo de pobres, entre las opciones que maneja la que está más a su alcance es la de salir cantando en la televisión para que a los españoles se les ablande el corazón y aporten algo de dinero para su obra.
Cocer todo hasta que este se ablande.
La arepa pelada, para prepararse se coloca a hervir el maíz con agua y sal hasta que se ablande, a continuación se lava para eliminar la cal y la concha, luego se muele y se amasa, se moldea la arepa y se pasa por el budare y por último se cocina en el fogón.
Lo primero que deben hacer es ponerle a remojo para que se le ablande la mugre.
Debo advertirte, sin embargo, que no esperes me ablande de pronto y sin madura reflexión.
-Güeno, pos vamos a comer, que es lo que más priesa corre - exclamó, cortando bruscamente el diálogo, el Talabartero - Y asín que haigamos comío - continuó -, entonces ya veremos qué es lo que jacemos pa que a la comadre se le ablande el corazón y desatranque la puerta.
Las primeras sesiones de tortura tenían por objeto el ablande del recién llegado y estaban a cargo de personal indistinto.
la fragua ablande el hierro, la lima pula y gaste,.
que no le ablande el llanto del pérfido enemigo,.
— Lo mismo que esta cera se ablanda y se quema ante la llama de ese fuego, quiero que el corazón de Bernardo de Mergy se ablande y queme de amor por mí.
Como pintor no quieres que te ablande la forma.
Que no ay cosa tan dificile de çofrir en sus principios, que el tiempo no la ablande e faga comportable.
- Conjúrote, triste Plutón, señor de la profundidad infernal, emperador de la Corte dañada, capitán soberuio de los condenados ángeles, señor de los sulfúreos fuegos, que los heruientes étnicos montes manan, gouernador e veedor de los tormentos e atormentadores de las pecadoras ánimas, regidor de las tres furias, Tesífone, Megera e Aleto, administrador de todas las cosas negras del reyno de Stigie e Dite, con todas sus lagunas e sombras infernales, e litigioso caos, mantenedor de las bolantes harpías, con toda la otra compañía de espantables e pauorosas ydras, yo, Celestina, tu más conocida cliéntula, te conjuro por la virtud e fuerça destas vermejas letras, por la sangre de aquella noturna aue con que están escriptas, por la grauedad de aquestos nombres e signos, que en este papel se contienen, por la áspera ponçoña de las bíuoras, de que este azeyte fue hecho, con el qual vnto este hilado: vengas sin tardança a obedescer mi voluntad e en ello te embueluas e con ello estés sin vn momento te partir, hasta que Melibea con aparejada oportunidad que aya, lo compre e con ello de tal manera quede enredada que, quanto más lo mirare, tanto más su coraçón se ablande a conceder mi petición, e se le abras e lastimes de crudo e fuerte amor de Calisto, tanto que, despedida toda honestidad, se descubra a mí e me galardone mis passos e mensaje.
-Señor mío, vuesa merced ablande su cólera con este diaquilón mayor, que son ciento cincuenta doblones de a dos.

© Todos los derechos reservados Buscapalabra.com

Ariiba