Ejemplos con abandonaron

Muchas veces la mejor manera de entender el significado de una palabra, es leer textos donde aparece dicha palabra. Por ese motivo te ofrecemos innumerables ejemplos extraidos de textos españoles seleccionados.

Tribus eslavas occidentales ocuparon la zona una vez los germanos las abandonaron para invadir el Imperio Romano.
Los monjes lo abandonaron poco después, en el siglo XIII, y lo cedieron a Don Juan Gómez de Manzanedo.
Los residentes abandonaron el pueblo precipitadamente, dejando que fuera enterrado bajo piedra pómez y ceniza, de la misma manera en que lo fue Pompeya y que permitió su conservación.
Según Lloyd Kaufman, cuando el trailer de la película fue presentado en el Festival Internacional de Cine de Cannes antes de la proyección de Tromeo and Juliet, casi la mitad de los espectadores abandonaron la sala a modo de protesta.
Pero sus hombres especialmente los correntinos que lo habían acompañado desde su provincia lo abandonaron.
La despoblación hizo que la vigilancia de Mordor se descuidara, se abandonaron los pasos de Udûm y Cirith Ungol, las guarniciones de las Torres de los Dientes se redujeron.
César y Craso en un primer momento simpatizantes ocultos después de algunos sucesos, abandonaron el intento de insurrección y el cónsul Cicerón tuvo la oportunidad de impedir y reprimir todo el plan subversivo.
Pero los problemas de salud en esa época nunca lo abandonaron, tuviendo que ser reemplazado en algunas ocasiones por Mike Bordin y Vinny Appice.
Entre las filas enemigas encontraremos apoyos para nuestra causa, los bretones reconocerán su causa propia, los galos se acordarán de su independencia pasada, los mismos que cuando poco los usupios dejaron a los romanos, todos los otros germanos los abandonaron.
La agricultura dejó de ser rentable a mediados del siglo XX, y poco a poco se abandonaron los cultivos a la vez que se iniciaba la segunda industrialización en la comarca, y en especial en Villanueva y Geltrú.
Afortunadamente el incidente se solventó con rapidez, ya que los soldados de Aguirre lo abandonaron porque ninguno de ellos quería seguir a su lado por las tropelías y crímenes que había cometido aquel capitán, convertido en un loco tirano.
Se abrieron los grifos del fondo y la tripulación y comandos abandonaron el barco como mejor pudieron, para continuar atacando en tierra, y proteger un puente por el cual deberían retirarse más tarde.
Los británicos abandonaron la fortaleza a mediados del siglo XIX, las estructuras se fueron arruinando gradualmente por el vandalismo y los procesos naturales.
Mary seguía temblando, hasta que de pronto sus manos abandonaron el teclado y su cabeza fue a posarse en un hombro de Jaime, como un pájaro que abate sus alas.
Pero las mamas abandonaron, sus asientos perezosamente, estirándose el arrugado cuerpo del vestido de seda, y seguidas por las niñas, fueron al comedor, donde ya estaban el señor Cuadros y sus amigos.
He trabajado mucho, ¿y qué? Pobre y hambriento me abandonaron, y después de setenta años me encuentro igual en el mismo sitio.
—Donde quiera que hallo cruces, flores, cirios y coronas, allí creo que están mis muertos, los mios, mis predilectos finados, los seres que me abandonaron y cuya ausencia debiera llorar todos los días.
¡Qué bien dicho! El único que se resistía a dejar el local fue Díaz Quintero, que empezó a pegar gritos y a forcejear con los guardias civiles Los diputados y el presidente abandonaron el salón por la puerta del reloj y aguardaron en la biblioteca a que les dejaran salir.
Llevaba designio el arraez de despuntar la isla, y tomar abrigo en ella por la banda del norte, mas sucedióle al reves su pensamiento, porque el viento cargó con tanta furia, que todo lo que habíamos navegado en dos dias, en poco mas de catorce horas nos vimos a seis millas o siete de la propia isla de donde habíamos partido, y sin remedio alguno íbamos a embestir en ella, y no en alguna playa, sino en unas muy levantadas peñas que a la vista se nos ofrecian, amenazando de inevitable muerte nuestras vidas: vimos a nuestro lado la galeota de nuestra conserva, donde estaba Leonisa, y todos sus turcos y cautivos remeros haciendo fuerza con los remos para entretenerse y no dar en las peñas: lo mismo hicieron los de la nuestra con mas ventaja y esfuerzo a lo que pareció, que los de la otra, los cuales cansados del trabajo, y vencidos del teson del viento y de la tormenta, soltando los remos se abandonaron y se dejaron ir a vista de nuestros ojos a embestir en las peñas, donde dió la galeota tan grande golpe, que toda se hizo pedazos: comenzaba a cerrar la noche, y fué tamaña la grita de los que se perdian y el sobresalto de los que en nuestro bajel temian perderse, que ninguna cosa de las que nuestro arraez mandaba se entendia ni se hacia, solo se atendia a no dejar los remos de las manos, tomando por remedio volver la proa al viento y echar dos áncoras a la mar para entretener con esto algun tiempo la muerte que por cierta tenian, y aunque el miedo de morir era general en todos, en mí era muy al contrario, porque con la esperanza engañosa de ver en el otro mundo a la que habia tan poco que deste se habia apartado, cada punto que la galeota tardaba en anegarse o en embestir en las peñas, era para mí un siglo de mas penosa muerte: las levantadas olas que por encima del bajel y de mi cabeza pasaban, me hacian estar atento a ver si en ellas venia el cuerpo de la desdichada Leonisa.

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