Definición de recogiéndome

Acepciones de Recogiéndome como conjugación de recoger

Categoría gramatical: verbo transitivo, verbo pronominal, gerundio de recoger
Categorías gramaticales y tiempos verbales de recogiéndome explicados

  1. Volver a tomar una cosa.
  2. Levantar una cosa caída o levantar algo del suelo
  3. Juntar personas o cosas dispersas.
  4. Dar asilo, albergue.
  5. Quitar con un movimiento de barrido.
  6. Coger una cosa que se ha caído. esp encerrar [a uno] por loco o insensato. guardar ordenadamente algo en su sitio
  7. Poner los objetos de una casa o un establecimiento en orden. separarse de la demasiada comunicación o comercio de las gentes. guardar algo
  8. Ir en busca de una persona o una cosa al lugar donde se encuentra. retirarse a casa. unificar algo disperso
  9. Experimentar una persona los efectos o las consecuencias de sus actos. moderarse o reformarse en los gastos.
  10. Tener una persona en consideración lo dicho por otra para aceptarlo o rebatirlo..
  11. Ir reuniendo y guardando una cosa poco a poco, en especial dinero..

Ejemplos con la palabra Recogiéndome

¡Oh, Dios poderoso, me diste más de lo que yo pedía! Vagaba por la ciudad imposibilitado de cumplir con mi deber, amenazado de muerte, expuesto a mil peligros, vendido, perdido, condenado, sin poder ver, sin poder mirar, sin poder escuchar, sin poder adquirir idea exacta ni aun confusa de lo que me rodeaba, hasta que un brazo de piedra, recogiéndome de entre las ruinas del suelo, alzome en los aires para que todo lo viese.
Yo tenía sentimientos generosos, mis compañeros tomaron las armas y dejaron el estudiar nuestras leyes para defenderlas, que urgía más. ¿Qué remedio? Dejé como fray Gerundio los estudios y me metí a predicador, es decir, me hice militar en obsequio de la patria. En la campaña perdí mi carrera, la paciencia y un ojo, y las circunstancias me dejaron tuerto y capitán. Sabe el cielo que para ninguna de estas dos cosas servía. Yo, señor Fígaro, era impetuoso y naturalmente inconstante, menos servía, pues, para casado, ni nunca pensara en serlo, pero de resultas del bombardeo de Cádiz murió mi madre, que, gozando por sus relaciones de familia de algún favor, hubiera adelantado mi carrera: otro favor que me hicieron las circunstancias. Vime solo en el mundo, y en ocasión en que una linda aragonesa, hija de un diputado de las Cortes de Cádiz, recogiéndome y ocultándome en su casa, cubierto de heridas, me salvó la vida por una rara combinación de circunstancias, caseme de honrado y agradecido, que no de enamorado: es decir, que me casaron las circunstancias. En mi segunda carrera debiera haber llegado a general según mis servicios, que a otros fajaron haciéndoselos muy flacos a la patria, pero era yerno de un diputado: quitáronme las charreteras, envolviéronme en la común desgracia, y las circunstancias me llevaron a Ceuta, adonde bien sabe Dios que yo no quería ir, allí hice la vida de presidiario y de mal casado, que cualquiera de estos dos dogales por sí solo bastara para acabar con un hombre. Ya ve usted que yo no tenía la culpa. ¿Quién diablos me casó? ¿Quién me hizo militar? ¿Quién me dio opiniones? En presidio no se hace carrera, pero se hace mucho rencor. Sin embargo, salimos de presidio, y como yo era hombre de bien contúveme, pretendí, pero como no anduve por los cafés, ni peroré, medios que exigían entonces las circunstancias para prosperar, no sólo no me emplearon, sino que me cantaron el trágala. Irriteme, el cielo es testigo que yo no había nacido para periodista, pero las circunstancias me pusieron la pluma en la mano: hice artículos contra aquel Gobierno, y como entonces era uno libre para pensar como el que estaba encima, recogí varias estocadas de unos cuantos aficionados, que se andaban haciendo motines por las calles. Ésta fue la corona de laurel que dieron las circunstancias a mi carrera literaria. Escapeme, y fui a reunirme con los de la fe, dijéronme allí que las circunstancias no permitían admitir en las filas a un hombre que había sido marido de la hija de un diputado de las Cortes de Cádiz, y no me ahorcaron por mucho favor.
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Errores ortográficos comunes para recogiéndome

Palabras más comunes que riman con recogiéndome


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