Definición de lebaniega

Acepciones de Lebaniega como femenino de lebaniego

Categoría gramatical: adjetivo femenino
Categorías gramaticales de lebaniega explicadas

  1. De la liébana, comarca de cantabria..

Ejemplos con la palabra Lebaniega

Tuvo de ella dos hijos como dos oseznos de Andara, de cuya educación no se cuidó cosa maldita: lejos de ello, les dio continuamente el mal ejemplo de su desgobierno, y muy a menudo el de las escandalosas reyertas matrimoniales provocadas por la lebaniega incivil, que era la estampa de la suciedad y el colmo del despilfarro.
La familia de los Gómez de Pomar nunca había sido tan rica de propiedades y de dinero como pagada de su alcurnia, achaque muy común en la Montaña. La bambolla de un hidalguete de aquella casta, que volvió de México a principios del siglo pasado, labró sobre los cimientos del solar antiguo la casa que acabamos de ver, con la mayor parte del dinero que traía. Con el resto y las haciendas que le pertenecían en el valle y en las inmediaciones, se empeñó en sostener el lustre de su familia, elevándola de golpe a una altura en que jamás habían vivido sus fidalgos antecesores. Logró su intento vanidoso, pero no sin muy considerables mermas y quebrantos en su caudal. Al heredarle su sucesor, heredó también una buena carga de censos y de hipotecas, y como en su no larga vida no pudo verse aliviado del peso de esta cruz, recibióla también sobre sus espaldas el que vino detrás de él, pero como le pesaba mucho, antes que morir agobiado por ella, prefirió quitársela de encima a todo trance. Y se la quitó, a expensas de lo más jugoso de su caudal. Así salvó lo restante, que empezaba a ser enredado poco a poco en las mallas inextricables del préstamo usurario. Era cuerdo el hombre, y ajustó las necesidades de su casa a la medida de lo que poseía libremente para sostenerlas. No trabajó las tierras con sus manos, pero pagó el trabajo de otros para vivir él de sus productos, y en su casa y en las accesorias de ella, donde siempre había reinado el silencio enervante de la holganza y de los grandes fastidios de la vanidad infanzona, comenzaron a oírse y a respirarse los ruidos de la actividad campesina, el cencerro del ganado y la fragancia vivificante y regeneradora de los frutos sazonados de la tierra. Mi abuela paterna alcanzó aquellos tiempos, los más venturosos de la familia de los Gómez de Pomar. Su padre era un señor a la manera de mi tío Celso: campechano y sin retóricas, sencillo hasta la rudeza, y noble y sano de corazón. No tuvo más que dos hijos: mi abuela y el mayorazgo. Éste resultó menos enérgico y laborioso que su padre, se casó con una medio señora campurriana, y tuvieron un hijo solo, y ése de pocas creces, enfermo y sin alientos para nada. Aquí empezó a flaquear la firmeza de la hasta entonces enhiesta medianía de la casa, mucho por la natural dejadez del padre, algo por no pecar de hacendosa la madre, y el resto por falta de estímulo en los dos para enmendarse en presencia de la ingénita apatía y mortal endeblez del hijo. El cual dio en la gracia de espigar un poco, precisamente cuando debía de haberse muerto, según los cálculos de sus padres, fundados principalmente en los reiterados dictámenes de todos los médicos y curanderos de cuatro leguas a la redonda. Con esto y con morirse aquéllos mucho antes de lo que creían, el huérfano recibió el caudal hereditario cuando menos lo pensaba, y con bastantes goteras, casi tantas como las que tenía la casa solariega, en la que no gastaron un maravedí en toda su vida los últimos señores de ella. En ese particular, lo propio hizo el hijo, atento solo, en los primeros años de su orfandad, al trabajo de reconstituirse, dándose todo el regalo que era compatible con su hacienda, aunque comiendo ya de la «olla grande». Como no salía de casa y se había propuesto arreglarse un completo plan de vida dentro de ella, se casó con la criada, una lebaniega cerril, siempre vestida de sayal y con «bocio». Tuvo de ella dos hijos como dos oseznos de Andara, de cuya educación no se cuidó cosa maldita: lejos de ello, les dio continuamente el mal ejemplo de su desgobierno, y muy a menudo el de las escandalosas reyertas matrimoniales provocadas por la lebaniega incivil, que era la estampa de la suciedad y el colmo del despilfarro. Al fin se murieron los dos, ella de una pulmonía doble y él de un derrame seroso, aunque fue voz corrida en el lugar que había acabado de una borrachera de aguardiente. Todo podía ser, porque es cosa demostrada que muy a menudo hacía méritos para ello. Los hijos, que eran unos perdidos a los diez y seis años, cuando entraron por la ley en libre posesión de lo heredado, ya debían más de las tres cuartas partes de ello. Eran borrachos, corretones y pendencieros, y daban más que hacer a la justicia en seis meses que todo el partido judicial en un año. Lo último que les quedó fueron la casa solar y unos cercados contiguos a ella, y como se lo tenían hipotecado a un tabernero del valle, a cuyas expensas comían y bebían últimamente, y al vencer el plazo de la deuda no tuvieron con qué redimirla, el tabernero se quedó con lo hipotecado, echólos de casa tan pronto como pudo, y metió en ella a un inquilino cargado de familia, pero que pagaba bien y cultivaba mejor las tierras que le dio también en renta. Al hombre aquél acababa de conocerle yo en la casa misma.
Ver ejemplos de oraciones con la palabra lebaniega

Errores ortográficos comunes para lebaniega

Palabras más comunes que riman con lebaniega


Llega, Llega, Llega, Entrega, Entrega, Entrega, Ortega, Juega, Juega, Agrega, Agrega, Niega, Niega, Vega, Colega, Griega, Ciega, Ciega, Ciega, Noruega, Gallega, Bodega, Pega, Pega, Pega, Noriega, Despliega, Despliega, Alega, Alega, Omega, Estratega, Ruega, Ruega, Veraniega, Navega, Navega, Galega, Refriega, Refriega, Refriega, Brega, Brega, Brega, Riega, Riega, Mega, Despega, Despega, Manchega, Siega, Siega, Siega, Segrega, Segrega, Reniega, Reniega, Congrega, Congrega, Delega, Delega, Pliega, Pliega, Deniega, Deniega, Palaciega, Relega, Relega, Solariega, Repliega, Repliega, Lega, Lega, Lega, Restriega, Restriega, Friega, Friega, Friega, Doblega, Doblega, Labriega, Sosiega, Sosiega, Sosiega, Talega, Sega, Apega, Anega, Anega, Disgrega, Disgrega, Fanega, Borrega, Desasosiega, Desasosiega, Andariega, Trasiega, Trasiega, Pasiega,

Palabras que riman con lebaniega


© Todos los derechos reservados Buscapalabra.com

Ariiba