¿Cómo se escribe vizitasen?

En español diversas letras comparten el mismo sonido, esto da lugar a infinidad de dudas ortográficas, en muchos casos estas dudas se pueden resolver aplicando las reglas generales de ortografía. Por esa razón, si dudas de cómo se escribe una palabra, introdúcela en nuestro corrector y te la corregimos mostrándote la regla que deberás aplicar para poderla escribir correctamente.

    Los errores ortográficos más comunes son:

  • Errores de acentuación de las palabras, sobre todo en caso de que la sílaba tónica forme parte de un hiato o un diptongo.
  • Empleo de las letras j y g porque dependiendo de la palabra la letra g ha de pronunciarse con el fonema /j/.
  • Empleo de las letras c,z y el dígrafo "qu" para los fonemas /z/ /k/ y /s/, el fenómeno del seseo y del ceceo.
  • Empleo de la letra h que al ser muda, es decir, no tiene un sonido asociado, da lugar a errores.
  • Empleo de r o rr. Ya que en ocasiones la letra r se corresponde al fonema que el dígrafo rr.
  • Empleo de las letras y, ll para los fonemas /y/ y /ll/ y el fenómeno del yeísmo.
  • Empleo de las letras b,v dos letras distintas que comparten el mismo fonema /b/.
  • Empleo de la letra x para representar el fonema /s/ o /k+s/.

Hay varias causas por las que puede estar mal escrita vizitasen, a continuación se muestran las distintas posibilidades:

La palabra vizitasen se escribe con S

La manera correcta de escribirla es VISITASEN. Puedes ver la definición de visitasen aquí

En algunas partes de España y de América se produce el fenómeno del seseo que consiste en pronunciar con el mismo fonema /s/ la letra z y la letra c delante de las vocales "e,i". En estos lugares es fácil que se produzcan equivocaciones y es necesario recurrir al diccionario para solucionarlas.

Hay palabras que pueden escribirse tanto con "s" como con "c o z" sin cambio de significado, las más representativas son: bisnieto/biznieto, bizcocho/biscocho, mezcolanza/mescolanza, pretencioso/pretencioso, verduzco/verdusco

Ejemplos con la palabra Visitasen

Al hablarles así Éumenes, las tropas se mostraban oprimidas de dolor, y prorrumpieron en llanto, pero los Argiráspidas gritaron: “que marcharan con él, y no se diera oído a aquellas chocheces, pues no debía atenderse a las quejas de un miserable Quersonesita, que en mil guerras había dejado desnudos a los Macedonios, sino a que los primeros entre los soldados de Alejandro y de Filipo, después de tantos trabajos, no quedaran privados del premio de su vejez, teniendo que recibir el sustento de otros, y siendo ya tres las noches que sus mujeres eran afrentadas por los enemigos”, y al mismo tiempo se lo llevaron a toda prisa. Antígono, temiendo a la muchedumbre que acudía, porque no había quedado nadie en el campamento, envió diez de los más valientes elefantes y gran número de lanceros, Medos y Partos, para oponerse al tropel. Por su parte, no pudo resolverse a ver a Pumenes, a causa de su antiguo trato y amistad, y habiéndole preguntado, los que se habían encargado de su persona, cómo le guardarían, “Como a un elefante”, les respondió, “o como a un león”. Túvole después alguna lástima, y dio orden de que se le quitaran las prisiones pesadas y se le consintiera tener a su lado un joven de su confianza para ungirse, permitiendo además que de sus amigos le visitasen los que quisieran y le proveyesen de lo que hubiera menester. Como hubiese estado muchos días pensando qué haría de él, escuchó los ruegos y las ofertas que en su favor hacían Nearco Cretense y su hijo Demetrio, que aspiraban a salvar a Éumenes, cuando todos los demás se oponían y le instaban para que se deshiciera de él. Refiérese haber preguntado Éumenes a Onomarco, encargado de su custodia, por qué Antígono, teniendo en su mano a un hombre que era su enemigo y su contrario, o no le quitaba la vida cuanto antes, o no le dejaba libre, usando de generosidad, y que, habiéndole Onomarco respondido con desdén que no era entonces cuando había de mostrar arrogancia y desprecio de la muerte, sino en la batalla, le replicó Éumenes: “Por Zeus, que también entonces le tuve, pregunta, si no, a los que han venido conmigo a las manos, porque no he encontrado ninguno que me hiciera ventaja”, a lo que había repuesto Onomarco: “Pues ya que ahora le has encontrado, ¿por qué no aguardar su disposición?”
Ver ejemplos de oraciones con la palabra visitasen

© Todos los derechos reservados Buscapalabra.com

Ariiba