¿Cómo se escribe púvero?

En español diversas letras comparten el mismo sonido, esto da lugar a infinidad de dudas ortográficas, en muchos casos estas dudas se pueden resolver aplicando las reglas generales de ortografía. Por esa razón, si dudas de cómo se escribe una palabra, introdúcela en nuestro corrector y te la corregimos mostrándote la regla que deberás aplicar para poderla escribir correctamente.

    Los errores ortográficos más comunes son:

  • Errores de acentuación de las palabras, sobre todo en caso de que la sílaba tónica forme parte de un hiato o un diptongo.
  • Empleo de las letras j y g porque dependiendo de la palabra la letra g ha de pronunciarse con el fonema /j/.
  • Empleo de las letras c,z y el dígrafo "qu" para los fonemas /z/ /k/ y /s/, el fenómeno del seseo y del ceceo.
  • Empleo de la letra h que al ser muda, es decir, no tiene un sonido asociado, da lugar a errores.
  • Empleo de r o rr. Ya que en ocasiones la letra r se corresponde al fonema que el dígrafo rr.
  • Empleo de las letras y, ll para los fonemas /y/ y /ll/ y el fenómeno del yeísmo.
  • Empleo de las letras b,v dos letras distintas que comparten el mismo fonema /b/.
  • Empleo de la letra x para representar el fonema /s/ o /k+s/.

La palabra púvero se escribe con B

La palabra púvero no existe en Español

La palabra púvero contiene una uve que en realidad es una be. La manera correcta de escribirla es PÚBERO

Hace muchos años que se utiliza el mismo sonido para la letra be y para la letra uve, cosa que induce fácilmente en errores a la hora de escribir. Antes se pronunciaba la letra uve apoyando los dientes superiores en el labio inferior, en la actualidad algunos idiomas siguen pronunciando de esa manera la letra uve.

Puedes ver la definición de púbero aquí

Ejemplos con la palabra Púbero

Este acontecimiento varió la faz de las cosas, y el púbero Silvestre fue llamado a su pueblo para arreglar la testamentaría. Su tutor, y tío a la vez, decidió que no estudiara más, pues, para mayorazgo, bastante sabía, y porque, por otra parte, la soga no estaba para muchos tirones. -Quedóse Silvestre en su lugar.-Aunque en la lengua de Tácito no hiciera grandes progresos, pudo, no obstante el poco tiempo que estuvo con el dómine, vencer la repugnancia tradicional de la familia a la lectura de todo documento que fuese extraño al pleito. Esto no lo conoció Silvestre mientras estudiaba, pero sí durante el primer año de su orfandad, bostezando, panza arriba, donde quiera que hallaba un palmo de sombra, enfermedad que le hizo recurrir al ''Nebrija'' como a un camarada antiguo. Repasando declinados y echándose oraciones a sí mismo, tuvo que hojear el ''Tesauro'' de Requejo y el ''Calepino'', para traducir los ejercicios de Orodea. Como esto no le divertía gran cosa, aunque le aficionaba más a la lectura, rebuscó la casa y halló el ''Electo y Desiderio''. El estilo de este libro patriarcal le formó cierto gusto para el diálogo, y amando, como joven, la intriga, el enredo y los desenlaces sorprendentes, diose a ''Bertoldo'' con todas las potencias de su alma. Por desgracia, la biblioteca de familia no constaba de más volúmenes que los citados y algunos montones de copias de escrituras, y el tutor no quería dar un maravedí para la adquisición de otro libro que el calendario, así es que cuando el joven Seturas, al cabo de dos años, comenzó a fastidiarse de sus libros, que ya sabía de memoria, no pareció en todo el lugar más que un ''Fr. Junípero el de la panza gorda'', que le sacó, por unos días, de aquella galbana perruna que le amagaba otra vez, y a la cual propendía notoriamente. Y como amaba por sistema los libros, a falta de otro mejor adquirió una baraja. Lo primero que aprendió con ella fue el ''tute arrastrado'', y después el ''mus''. Al principio jugaba de capirotazos y vueltas a ''riquicho'' con sus contemporáneos, mientras guardaban el ganado: después jugó los pocos cuartos que tenía, y en cuanto ganó una peseta, se fue un domingo al ''corro'', acusó las cuarenta al cura en una sección de tute, echó en otra de mus un ''órdago a la mayor'' al secretario del concejo, y se armó para toda la semana. Desde entonces ya no se aburría. Poco después, debido tanto a su precoz desarrollo como a su categoría de mayorazgo, fue admitido en el corro de bolos, donde no tardó en hacer un ''emboque cerrado, al pulgar'', desde el último ''pas''. Los mejores jugadores declararon que, si bien no ''las borneaba'' gran cosa, en cambio tenía mucho brazo, y que prometía. Quedó, por lo tanto, admitido entre los jugadores del lugar. Con esto y lo antedicho de los naipes, ya tuvo más de lo suficiente para dar expansión a su inteligencia, mientras la ley no le autorizase para disponer de su mayorazgo, sin necesidad de diálogos, ni den greco-latinos, ni de tumbarse detrás de cada tapia y bajo cada rama.
Ver ejemplos de oraciones con la palabra púbero

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