¿Cómo se escribe mascáran?

En español diversas letras comparten el mismo sonido, esto da lugar a infinidad de dudas ortográficas, en muchos casos estas dudas se pueden resolver aplicando las reglas generales de ortografía. Por esa razón, si dudas de cómo se escribe una palabra, introdúcela en nuestro corrector y te la corregimos mostrándote la regla que deberás aplicar para poderla escribir correctamente.

    Los errores ortográficos más comunes son:

  • Errores de acentuación de las palabras, sobre todo en caso de que la sílaba tónica forme parte de un hiato o un diptongo.
  • Empleo de las letras j y g porque dependiendo de la palabra la letra g ha de pronunciarse con el fonema /j/.
  • Empleo de las letras c,z y el dígrafo "qu" para los fonemas /z/ /k/ y /s/, el fenómeno del seseo y del ceceo.
  • Empleo de la letra h que al ser muda, es decir, no tiene un sonido asociado, da lugar a errores.
  • Empleo de r o rr. Ya que en ocasiones la letra r se corresponde al fonema que el dígrafo rr.
  • Empleo de las letras y, ll para los fonemas /y/ y /ll/ y el fenómeno del yeísmo.
  • Empleo de las letras b,v dos letras distintas que comparten el mismo fonema /b/.
  • Empleo de la letra x para representar el fonema /s/ o /k+s/.

Hay varias causas por las que puede estar mal escrita mascáran, a continuación se muestran las distintas posibilidades:

La palabra mascáran no debe llevar tilde

Se acentúan todas las palabras llanas que no terminan en vocal, "n" o "s".

Las palabras llanas son aquellas en las que la sílaba tónica es la penúltima sílaba.

La palabra MASCARAN se separa en sílabas: mas-ca-ran, es llana y termina en "n" por lo tanto no debe llevar tilde.

Puedes ver la definición de mascaran aquí

Las reglas generales de acentuación son:

  • Se acentúan las palabras agudas que terminan en vocal "n" o "s"
  • Se acentúan las palabras llanas que no terminan en vocal "n" o "s"
  • Se acentúan todas las palabras esdrújulas
  • Los monosílabos no se acentúan excepto aquellos que llevan tilde diacrítica

Ejemplos con la palabra Mascaran

Levantó en seguida trincheras alrededor de Nora, y, dejando la fuerza correspondiente, se retiró. Sitiado Éumenes, guardaba aquel recinto, dentro del cual tenía trigo en abundancia, agua y sal, pero fuera de esto, ningún otro comestible, ni con qué condimentarle. Mas, a pesar de todo, aún hizo alegre la vida a los que le acompañaban, teniéndolos por días a su mesa y sazonando la comida con una conversación y afabilidad llena de gracia. Su semblante era también dulce y en nada parecido al de un guerrero agobiado con las armas, sino alegre y risueño, y, en fin, en todo su cuerpo se mostraba erguido y alentado, pareciendo que con cierto arte guardaban entre sí una admirable simetría todos los miembros. No era elegante en el decir, pero sí gracioso y persuasivo, como se puede colegir de sus cartas. Lo que más mortificaba a los que tenía consigo era la angostura a que estaban reducidos, siéndoles preciso vivir apiñados en casas muy pequeñas, y en un recinto que no tenía más que dos estadios de circunferencia, y tomar el alimento sin ningún ejercicio, manteniendo también ociosos a los caballos. Queriendo, pues, no sólo librarlos del fastidio que en la inacción los consumía, sino tenerlos ejercitados para la fuga, si acaso llegaba el tiempo, a los hombres les señaló para paseo el edificio más capaz de todo aquel terreno, que, sin embargo, no tenía más que catorce codos de largo, encargándoles que fueran por grados aligerando el paso. A los caballos los hizo atar al techo con recias sogas, que, pasando por el arranque del cuello, los tenían en el aire, levantándolos más o menos por medio de una polea, púsolos, pues, de modo que con las patas traseras se apoyaban en el suelo, pero con las delanteras, cuando tocaban en él, era con la puntita del casco. Soliviados en esta disposición, los mozos de cuadra los hostigaban con gritos y latigazos, con lo que, llenos de ardor y de ira, se levantaban y agitaban sobre los pies, y para sentar en firme las manos y pisar el pavimento tenían que poner en contorsión todo el cuerpo, costándoles semejante esfuerzo mucho sudor y no pocos bufidos, y sirviéndoles este ejercicio de gran provecho, así para la agilidad como para la fuerza y lozanía. Echábanles la cebada majada, para que la mascaran más fácilmente y la digirieran mejor.
Ver ejemplos de oraciones con la palabra mascaran

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