¿Cómo se escribe lelegue?

En español diversas letras comparten el mismo sonido, esto da lugar a infinidad de dudas ortográficas, en muchos casos estas dudas se pueden resolver aplicando las reglas generales de ortografía. Por esa razón, si dudas de cómo se escribe una palabra, introdúcela en nuestro corrector y te la corregimos mostrándote la regla que deberás aplicar para poderla escribir correctamente.

    Los errores ortográficos más comunes son:

  • Errores de acentuación de las palabras, sobre todo en caso de que la sílaba tónica forme parte de un hiato o un diptongo.
  • Empleo de las letras j y g porque dependiendo de la palabra la letra g ha de pronunciarse con el fonema /j/.
  • Empleo de las letras c,z y el dígrafo "qu" para los fonemas /z/ /k/ y /s/, el fenómeno del seseo y del ceceo.
  • Empleo de la letra h que al ser muda, es decir, no tiene un sonido asociado, da lugar a errores.
  • Empleo de r o rr. Ya que en ocasiones la letra r se corresponde al fonema que el dígrafo rr.
  • Empleo de las letras y, ll para los fonemas /y/ y /ll/ y el fenómeno del yeísmo.
  • Empleo de las letras b,v dos letras distintas que comparten el mismo fonema /b/.
  • Empleo de la letra x para representar el fonema /s/ o /k+s/.

Hay varias causas por las que puede estar mal escrita lelegue, a continuación se muestran las distintas posibilidades:

La palabra lelegue se escribe con R

La manera correcta de escribirla es RELEGUE. Puedes ver la definición de relegue aquí

Las posibles dudas a la hora de escribir una R o una L, vienen dadas porque tanto la letra erre como la letra ele son líquidas, esto es, no hay oclusión del aire, sino que se articulan con el tracto abierto y los posibles obstáculos no impiden la salida del aire.

En algunas regiones hispanohablantes, ambos fonemas se pronuncian de la misma manera, a este echo se le conoce como lambdacismo y normalmente se da en las erres al final de palabra, de esta manera palabras como amor se pronuncian como amol, o dolor como dolol.

Ejemplos con la palabra Relegue

Y esto, principalmente, porque hay muchos, entre los que elogian, tal vez ya demasiado, al notable crítico y novelista, que no lo hacen con muy buena intención, sino con la muy dañada de molestar, si tanto pueden, a otros escritores de mucho crédito, cuya gloria pretenden ellos oscurecer con el incienso tributado al nuevo ídolo que todavía no ha llegado a crearse las enemistades de la envidia, especie de óxido de que no puede librarse jamás el talento expuesto por largo tiempo al aire libre. El mismo Paul Bourget habla en su última novela, Mensonges, principal asunto de este artículo, de varias épocas de la vida literaria, y una de ellas dice que es aquella en que se sale de la oscuridad, y se recibe público homenaje de admiración por parte de los que hacen del escritor nuevo y de su fama arma de combate contra la gloria de los autores ya eminentes. No cabe duda, aunque el hecho sea muy triste, que así como el elector ateniense negaba su voto a Arístides porque ya estaba cansado de su virtud, muchos críticos y lectores se llegan a cansar de los buenos literatos, y votan contra ellos, y hablan de su decadencia a troche y moche, poniendo todos los conatos de su actividad en buscar un hombre nuevo, un ingenio de reciente fama, que ofusque al otro y lo relegue al olvido.
Ver ejemplos de oraciones con la palabra relegue

© Todos los derechos reservados Buscapalabra.com

Ariiba