¿Cómo se escribe fulminadoles?

En español diversas letras comparten el mismo sonido, esto da lugar a infinidad de dudas ortográficas, en muchos casos estas dudas se pueden resolver aplicando las reglas generales de ortografía. Por esa razón, si dudas de cómo se escribe una palabra, introdúcela en nuestro corrector y te la corregimos mostrándote la regla que deberás aplicar para poderla escribir correctamente.

    Los errores ortográficos más comunes son:

  • Errores de acentuación de las palabras, sobre todo en caso de que la sílaba tónica forme parte de un hiato o un diptongo.
  • Empleo de las letras j y g porque dependiendo de la palabra la letra g ha de pronunciarse con el fonema /j/.
  • Empleo de las letras c,z y el dígrafo "qu" para los fonemas /z/ /k/ y /s/, el fenómeno del seseo y del ceceo.
  • Empleo de la letra h que al ser muda, es decir, no tiene un sonido asociado, da lugar a errores.
  • Empleo de r o rr. Ya que en ocasiones la letra r se corresponde al fonema que el dígrafo rr.
  • Empleo de las letras y, ll para los fonemas /y/ y /ll/ y el fenómeno del yeísmo.
  • Empleo de las letras b,v dos letras distintas que comparten el mismo fonema /b/.
  • Empleo de la letra x para representar el fonema /s/ o /k+s/.

La palabra fulminadoles se escribe con R

La manera correcta de escribirla es FULMINADORES. Puedes ver la definición de fulminadores aquí

Las posibles dudas a la hora de escribir una R o una L, vienen dadas porque tanto la letra erre como la letra ele son líquidas, esto es, no hay oclusión del aire, sino que se articulan con el tracto abierto y los posibles obstáculos no impiden la salida del aire.

En algunas regiones hispanohablantes, ambos fonemas se pronuncian de la misma manera, a este echo se le conoce como lambdacismo y normalmente se da en las erres al final de palabra, de esta manera palabras como amor se pronuncian como amol, o dolor como dolol.

Ejemplos con la palabra Fulminadores

Entre todas sus virtudes, la que más se dio a conocer al pueblo fue la justicia, porque su utilidad es más continua y comprende a todos: así, un hombre pobre y plebeyo alcanzó el más excelente y divino renombre, llamándole todos el justo, renombre a que no aspiró nunca ninguno de los reyes ni de los tiranos, queriendo más algunos de ellos apellidarse sitiadores, fulminadores, vencedores y aun algunos águilas y gavilanes: prefiriendo, a lo que parece, la gloria que dan la fuerza y el poder a la que proviene de la virtud. Y si lo admirable y divino, en cuya posesión y goce tanto manifiestan complacerse, se distingue principalmente por estas tres calidades, indestructibilidad, poder y virtud, de ellas ésta es la más respetable y divina, porque lo indestructible conviene también al vacío y a los elementos, y poder lo tienen grande los terremotos, los rayos, los remolinos de viento y las inundaciones de los torrentes, de lo justo y del derecho nada hay, en cambio, que participe sino siguiendo los dictámenes de la razón y de la prudencia. Por tanto, siendo asimismo tres los afectos que en los más de los hombres excita lo divino, a saber: deseo, miedo y respeto, aspiran, como que en ello consiste su felicidad, por lo indestructible y eterno, temen y se sobresaltan con la dominación y el poder, pero aman, acatan y veneran a la justicia. Y con ser esto así, ansían por la inmortalidad, que nuestra caduca naturaleza no admite, y por el poder, que en la mayor parte depende de la fortuna, poniendo en el último lugar a la virtud, de todos estos bienes que reputamos divinos el único que está en nuestro albedrío, en lo que van muy engañados, no reflexionando que a la vida pasada en el poder y la fortuna la justicia la hace digna de los dioses, y la injusticia, propia de las fieras.
Ver ejemplos de oraciones con la palabra fulminadores

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