¿Cómo se escribe bailotéos?

En español diversas letras comparten el mismo sonido, esto da lugar a infinidad de dudas ortográficas, en muchos casos estas dudas se pueden resolver aplicando las reglas generales de ortografía. Por esa razón, si dudas de cómo se escribe una palabra, introdúcela en nuestro corrector y te la corregimos mostrándote la regla que deberás aplicar para poderla escribir correctamente.

    Los errores ortográficos más comunes son:

  • Errores de acentuación de las palabras, sobre todo en caso de que la sílaba tónica forme parte de un hiato o un diptongo.
  • Empleo de las letras j y g porque dependiendo de la palabra la letra g ha de pronunciarse con el fonema /j/.
  • Empleo de las letras c,z y el dígrafo "qu" para los fonemas /z/ /k/ y /s/, el fenómeno del seseo y del ceceo.
  • Empleo de la letra h que al ser muda, es decir, no tiene un sonido asociado, da lugar a errores.
  • Empleo de r o rr. Ya que en ocasiones la letra r se corresponde al fonema que el dígrafo rr.
  • Empleo de las letras y, ll para los fonemas /y/ y /ll/ y el fenómeno del yeísmo.
  • Empleo de las letras b,v dos letras distintas que comparten el mismo fonema /b/.
  • Empleo de la letra x para representar el fonema /s/ o /k+s/.

La palabra bailotéos no debe llevar tilde

Se acentúan todas las palabras llanas que no terminan en vocal, "n" o "s".

Las palabras llanas son aquellas en las que la sílaba tónica es la penúltima sílaba.

La palabra BAILOTEOS se separa en sílabas: bai-lo-te-os, es llana y termina en "s" por lo tanto no debe llevar tilde.

Puedes ver la definición de bailoteos aquí

Las reglas generales de acentuación son:

  • Se acentúan las palabras agudas que terminan en vocal "n" o "s"
  • Se acentúan las palabras llanas que no terminan en vocal "n" o "s"
  • Se acentúan todas las palabras esdrújulas
  • Los monosílabos no se acentúan excepto aquellos que llevan tilde diacrítica

Ejemplos con la palabra Bailoteos

-Y hay monjillas tan casquivanas que se componen y acicalan dentro de sus celdas, cuando nadie las ve, y no pueden olvidar que en tiempos muy desgraciados han ido a bailoteos y teatros.
El sueño de la enferma duró hasta muy entrada la mañana siguiente, y en cuanto se despertó y el médico volvió a asegurar que ya había pasado el peligro, las campanas del convento comenzaron a tocar a vuelo y en el monasterio fue un día de gran fiesta. Don Alonso volvió a ver a su hija, pero aunque no había renunciado a su plan tanto por la palabra empeñada, cuanto por lo mucho que lisonjeaba su ambición, resolvió no violentar su voluntad siguiendo en esto los impulsos de su propio corazón y los consejos del prelado de Carracedo. El conde, por su parte, aunque momentáneamente, se alejó del país, y de todas maneras doña Beatriz no experimentó al salir de la enfermedad ningún género de contrariedad ni persecución. Sin embargo, la convalecencia parecía ir larga, y como el monasterio podía traerle a la imaginación más fácilmente las desagradables escenas de que había sido teatro, por orden del monje de Carracedo, que con tan paternal solicitud la había asistido, la trasladaron a Arganza, donde todos los recuerdos eran más apacibles y consoladores. El pueblo entero, que la había contado por muerta, la recibió como nuestros lectores pueden figurarse, con fiestas, bailoteos y algazaras que la esplendidez del señor hacía más alegres y animados. Hubo su danza y loa correspondiente, un mayo más alto que una torre, y por añadidura una especie de farsa medio guerrera, medio venatoria, dispuesta y acaudillada por nuestro amigo Nuño, el montero, que aquel día parecía haberse quitado veinte años de encima. Por lo que toca al rollizo Mendo, se alegró tanto de la vuelta de Martina, que no parecía sino que la taimada aldeana le correspondía decididamente. Muchos fueron los tragos y tajadas con que la celebró, pero si hubiera tenido noticia de sus escapatorias nocturnas, y sobre todo de la última, probablemente no se libra de una indigestión. De todas maneras, la ignorancia le hacía dichoso como a tantos otros, y como él se convertía en sustancia todas las burlas y aun bufidos de la linda doncella, estaba que no cabía en su pellejo, harto estirado ya por su gordura. Añádase a esto que la mala sombra de Millán andaba lejos rompiéndose la crisma contra las murallas de Tordehumos, y que Martina volvía más interesante con la ligera palidez que le habían causado sus vigilias y congojas, y tendremos completamente explicado el regocijo del buen palafrenero.
Ver ejemplos de oraciones con la palabra bailoteos

© Todos los derechos reservados Buscapalabra.com

Ariiba