Categoría gramatical / tiempo verbal de olvidásemos

Como Conjugación De Olvidar

Verbo Transitivo

Los Verbos Transitivos son aquellos que necesitan de complemento para tener sentido pleno.

Verbo Intransitivo

Los Verbos Intransitivos son aquellos que no necesitan de complemento para tener sentido pleno.

Verbo Pronominal

Los Verbos Pronominales son aquellos que se conjugan junto a un pronombre átono.

1ª Persona Plural Del Pretérito Imperfecto De Subjuntivo De Olvidar

El Pretérito Imperfecto de Subjuntivo se utiliza en oraciones subordinadas para expresar cortesía o respeto y puede tener sentido de pasado, presente o futuro. Veamos algunos ejemplos:

• Fui afortunado de que supiera exactamente lo que necesitaba. Aquí tiene sentido de pasado
• Si tuviera la necesidad, lo haría. Aquí tiene sentido de presente
• Quisiera que jugara conmigo otra partido. Aquí tiene sentido de futuro
• Si usted pudiera ayudarme, le estaría muy agradecido. Aquí expresa und eseo de manera cortés

Ejemplos con la palabra Olvidásemos

- Estaríamos ciegos - dijo entonces - si olvidásemos el mal caracter que tenía, pero hay que confesar.

Prácticamente ya deambulando, según Loning: si hasta entonces habíamos estado a dieta, ahora pretendían que nos olvidásemos de comer,.

Si no se les advirtiera comerían pollos en día de vigilia, y si nosotros nos olvidásemos y hallaran en la sopa algún pedazo de carne promoverían el gran escándalo.

Se habían pasado cuatro meses sin recibir noticia alguna de ella cuando a un día llegó a mis manos una carta suya, y comprendí con profunda tristeza que mi corazón ya no sentía la dicha de antes. Mercedes me decía que habiéndole dicho a su padre que debían volver a Bogotá porque ya se cumplía el plazo en que se debía verificar nuestro matrimonio, éste le había notificado que con su consentimiento nunca sería mi esposa. No le quiso explicar la causa de su resolución, pero añadió que tenía seguridad de que bastaría una ausencia prolongada para que mutuamente nos olvidásemos. La carta de Mercedes era sumamente afectuosa, tal vez más que ninguna otra, pero con aquel magnetismo, aquella intuición que hay entre dos personas se aman y que queda aun después de haberse amado, con esa revelación del alma, digo, que se comprende sin poderse explicar, sentí hasta en sus expresiones más cariñosas cierto despego y frialdad. La cadena de sentimientos y simpatías estaba a punto de romperse entre los dos. Desde ese día empecé a resignarme a su ausencia y a familiarizarme con la posibilidad de que nuestra suerte podía ser desunida.