Categoría gramatical / tiempo verbal de entreveían

Como Conjugación De Entrever

Verbo Transitivo

Los Verbos Transitivos son aquellos que necesitan de complemento para tener sentido pleno.

2ª Persona Plural Del Pretérito Imperfecto De Indicativo De Entrever

El Pretérito Imperfecto de indicativo se utiliza para hablar de acciones que tuvieron inicio en un pasado no concreto y cuyo fin tampoco se concreta. También se utiliza para dar énfasis de continuidad a acciones del pasado. Veamos algunos ejemplos:

• Mientras pasaba por delante de la ventana, yo la miraba atentamente. Aquí se utiliza para expresar una situación que tuvo inicio en el pasado y cuyo fin no se concreta
• Siempre estaba dispuesto a ayudarme cuando lo necesitaba. Aquí se utiliza para dar énfasis de continuidad a una acción

Como Conjugación De Entrever

Verbo Transitivo

Los Verbos Transitivos son aquellos que necesitan de complemento para tener sentido pleno.

3ª Persona Plural Del Pretérito Imperfecto De Indicativo De Entrever

El Pretérito Imperfecto de indicativo se utiliza para hablar de acciones que tuvieron inicio en un pasado no concreto y cuyo fin tampoco se concreta. También se utiliza para dar énfasis de continuidad a acciones del pasado. Veamos algunos ejemplos:

• Mientras pasaba por delante de la ventana, yo la miraba atentamente. Aquí se utiliza para expresar una situación que tuvo inicio en el pasado y cuyo fin no se concreta
• Siempre estaba dispuesto a ayudarme cuando lo necesitaba. Aquí se utiliza para dar énfasis de continuidad a una acción

Ejemplos con la palabra Entreveían

La mesa estaba repleta de cosas rarísimas que apenas se entreveían.

Los hermosos cabellos de Marius estaban lustrosos y perfumados, pero se entreveían acá y allá las cicatrices de la barricada.

Miraba a la Afrodita, miraba a la Hebe y al Pudor que se entreveían por el ramaje, y miraba, volvía a mirar a la Médicis de mármol que se teñía de fuerte rojo a la luz de aquel farol.

La alta nave se encontraba obscura y desierta, en medio, delante del altar mayor, la cerora y el sacristán iban vistiendo de negro un catafalco mortuorio, en el suelo se entreveían una porción de objetos, trozos de madera, en donde se arrollan las cerillas amarillentas, y cestas con paños negros.

Sus brazos desnudos hasta el codo, brazos árabes, pero que parecían modelados por los de la Venus de Arlés, temblaban con impaciencia febril, y golpeaba de tal modo la tierra con su diminuto pie, que se entreveían las formas puras de su pierna, ceñida por una media de algodón encarnado a cuadros azules.