Ejemplos con suertes

Muchas veces la mejor manera de entender el significado de una palabra, es leer textos donde aparece dicha palabra. Por ese motivo te ofrecemos innumerables ejemplos extraidos de textos españoles seleccionados.

El paraje conocido como Suertes Nuevas se extiende alrededor del embalse de Las Nieves, al que surte de aguas el río Guadarrama.
Para los paños, el apresto se efectúa con ayuda de una presión más o menos fuerte combinada o no con la acción del calor de donde se dan dos suertes de aprestos: el prensado en frío y en caliente.
Los que salían de la ciudad sufrían distintas suertes, los jóvenes eran vendidos a los comerciantes que esperaban en los campamentos de Mio Cid como esclavos, las mujeres violadas y vendidas, y los hombres quemados vivos frente a las murallas.
Aunque lo más importante, según mi punto de vista, es el tratamiento que les dieron a las secuencias que tienen lugar en la plaza de toros, se recogen las suertes fundamentales de los tres tercios, se pica a los toros como debía de ocurrir en esa época, y con aquel peto mínimo de entonces, que yo no vi, y se recrea la lidia de un toro en la plaza de Las Ventas.
De esta forma, dado que el suicidio como tal era denostado por las leyes del judaísmo, los hombres mataron a sus familias, y posteriormente eligieron por suertes a diez de ellos para quitar la vida al resto.
También cuenta la Semana Santa baenense con representaciones de la Pasión a lo largo de los recorridos procesionales: Venta y Prendimiento de Jesús, Suertes de la Túnica, Persecución de los Evangelistas.
La impresión de espacialidad dada a partir de los dos planos sobrepuestos sobre los que se colocan los soldados que echan a suertes las vestiduras es el primer ejemplo del género en Italia.
Las comedias más antiguas para Rinaldo Froldi son las muy novelescas La duquesa constante, El esposo fingido y Las suertes trocadas, aunque Merimée piensa que también es temprana El prado de Calencia, comedia de costumbres que se acerca ya al teatro de Lope de Vega.
Prefirieron suicidarse antes que ser capturados y decidieron que echarían a suertes quién mataba a quién.
Institución de derecho consuetudinario agrario consistente en que parte de las tierras labrantías del término municipal se parcelaban en lotes o suertes y se cedían a los vecinos, mediante adjudicación vitalicia, siguiendo un orden de prioridad establecido según el criterio de la antigüedad en la vecindad y con arreglo a ordenanzas tradicionales, generalmente no escritas.
por el referido encruelecimiento de las plagas, los bárbaros, resueltos por la misericordia del Señor a hacer la paz, se reparten a suertes las regiones de las provincias para establecerse en ellas.
Entre sus principales afluentes se encuentra el río Cuiña, río Suertes o de la Vega, vedado para la pesca desde el puente viejo de Espinareda hasta su confluencia.
Primero se echa a suertes quién será el encargado de esconder el cinturón dentro de la zona de juego acordada.
Entre los poemas o rimas para echar a suertes, los más populares son el pito pito en España y el tin marín en Latinoamérica.
Aunque al principio un número de aficionados y una amplia parte de la crítica criticaron su reducido control de la estética, más tarde demostró su personalidad y capacidad para hacer frente y dominar todas las suertes taurinas, incluso con las ganaderías más duras.
De todas suertes, la duquesa estaba resuelta a no consentir el matrimonio, convencida de que resultaría desdichadísimo.
Unos eran jóvenes de los alrededores, que llegaban sobre briosos caballos haciendo suertes de equitación.
De todas suertes, el momentáneo alivio de Pilar era tan patente, que le consentía dar todas las mañanas algunos cientos de pasos por la calle, cogida del brazo de Lucía, y el alimento no le repugnaba invenciblemente como antes.
Como estos días suelen los trenes sufrir mucho retraso, creo que no vendrá hasta la madrugada, pero de todas suertes, aunque no llegase en diez días o en un mes, le alcanza a usted para esperar.
Los hermanos pequeños exhibían regocijados varias panderetas adquiridas recientemente, con suertes de toreo pintadas en el parche, y algunas banderillas ensangrentadas procedentes de la corrida de la tarde.
De todas suertes, ya la sermonearé bien para que le reciba a cajas destempladas, si él intentara ¿Creerás una cosa? ¿Que esa mujer no me parece enteramente mala?.
Mudó mi criado el baul de la posada a casa de mi mujer: encerré en él delante della mi magnífica cadena: mostréle otras tres o cuatro, si no tan grandes, de mejor hechura, con otros tres o cuatro cintillos de diversas suertes: hícele patentes mis galas y mis plumas, y entreguéle para el gasto de casa hasta cuatrocientos reales que tenia.
Pasó el conocimiento de los muchachos a los hombres, y ántes que el Licenciado llegase al patio de los Consejos, llevaba tras de sí mas de doscientas personas de todas suertes.
De los gariteros y tahures decia milagros: decia que los gariteros eran públicos prevaricadores, porque en sacando el barato del que iba haciendo suertes, deseaban que perdiese, y pasase el naipe adelante, porque el contrario las hiciese, y él cobrase sus derechos.
De los músicos y de los correos de a pié, decia que tenian las esperanzas y las suertes limitadas, porque los unos la acaban con llegar a serlo de a caballo, y los otros con alcanzar a ser músicos del rey.
Al principio pensó que algún tercio de soldados pasaba por aquella parte, y por verlos picó a Rocinante y subió la loma arriba, y cuando estuvo en la cumbre, vio al pie della, a su parecer, más de docientos hombres armados de diferentes suertes de armas, como si dijésemos lanzones, ballestas, partesanas, alabardas y picas, y algunos arcabuces, y muchas rodelas.
Las especias de diversas suertes no parecía haberlas comprado por libras, sino por arrobas, y todas estaban de manifiesto en una grande arca.
En esto, ya comenzaban a gorjear en los árboles mil suertes de pintados pajarillos, y en sus diversos y alegres cantos parecía que daban la norabuena y saludaban a la fresca aurora, que ya por las puertas y balcones del oriente iba descubriendo la hermosura de su rostro, sacudiendo de sus cabellos un número infinito de líquidas perlas, en cuyo suave licor bañándose las yerbas, parecía asimesmo que ellas brotaban y llovían blanco y menudo aljófar, los sauces destilaban maná sabroso, reíanse las fuentes, murmuraban los arroyos, alegrábanse las selvas y enriquecíanse los prados con su venida.
Mirad, amigas: a cuatro suertes de linajes, y estadme atentas, se pueden reducir todos los que hay en el mundo, que son éstas: unos, que tuvieron principios humildes, y se fueron estendiendo y dilatando hasta llegar a una suma grandeza, otros, que tuvieron principios grandes, y los fueron conservando y los conservan y mantienen en el ser que comenzaron, otros, que, aunque tuvieron principios grandes, acabaron en punta, como pirámide, habiendo diminuido y aniquilado su principio hasta parar en nonada, como lo es la punta de la pirámide, que respeto de su basa o asiento no es nada, otros hay, y éstos son los más, que ni tuvieron principio bueno ni razonable medio, y así tendrán el fin, sin nombre, como el linaje de la gente plebeya y ordinaria.
Todos haremos lo mesmo respondieron los cabreros, y echaremos suertes a quién ha de quedar a guardar las cabras de todos.

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