Ejemplos con robador

Muchas veces la mejor manera de entender el significado de una palabra, es leer textos donde aparece dicha palabra. Por ese motivo te ofrecemos innumerables ejemplos extraidos de textos españoles seleccionados.

MGARA, Ahmed: Robador de Europa en Granada , en elhispanismo.
Muchos le comparan con Mauro Silva y, salvando las distancias se le parece bastante,con un gran poderío físico, un robador de balones nato, no falla en la distribución.
Leocadia, llena de sobresalto y alborozo, hizo a sus padres que se retirasen con ella aparte, como lo hicieron, y allí en breves palabras les dió cuenta de todo su desastrado suceso, con todas las circunstancias dél, y de la ninguna noticia que traia del salteador y robador de su honra: díjoles lo que habia visto en el teatro donde se representó la tragedia de su desventura: la ventana, el jardin, la reja, los escritorios, la cama, los damascos, y a lo último les mostró el crucifijo que habia traido, ante cuya imágen se renovaron las lágrimas, se hicieron deprecaciones, se pidieron venganzas y desearon milagrosos castigos: dijo ansimismo, que aunque ella no deseaba venir en conocimiento de su ofensor, que si a sus padres les parecia ser bien conocelle, que por medio de aquella imágen podrian, haciendo que los sacristanes dijesen en los púlpitos de todas las parroquias de la ciudad, que el que hubiese perdido tal imágen la hallaria en poder del religioso que ellos señalasen, y que ansí, sabiendo el dueño de la imágen, se sabria la casa y aun la persona de su enemigo.
¡Ah, loco de mí, ahora que estoy ausente y lejos del peligro, digo que había de hacer lo que no hice! ¡Ahora que dejé robar mi cara prenda, maldigo al robador, de quien pudiera vengarme si tuviera corazón para ello como le tengo para quejarme! En fin, pues fui entonces cobarde y necio, no es mucho que muera ahora corrido, arrepentido y loco.
Aquí le deja Cide Hamete Benengeli, y vuelve a tratar de don Quijote, que, alborozado y contento, esperaba el plazo de la batalla que había de hacer con el robador de la honra de la hija de doña Rodríguez, a quien pensaba enderezar el tuerto y desaguisado que malamente le tenían fecho.
Don Fernando despartió al cuadrillero y a don Quijote, y, con gusto de entrambos, les desenclavijó las manos, que el uno en el collar del sayo del uno, y el otro en la garganta del otro, bien asidas tenían, pero no por esto cesaban los cuadrilleros de pedir su preso, y que les ayudasen a dársele atado y entregado a toda su voluntad, porque así convenía al servicio del rey y de la Santa Hermandad, de cuya parte de nuevo les pedían socorro y favor para hacer aquella prisión de aquel robador y salteador de sendas y de carreras.
¡Ah traidor don Fernando, robador de mi gloria, muerte de mi vida! ¿Qué quieres? ¿Qué pretendes? Considera que no puedes cristianamente llegar al fin de tus deseos, porque Luscinda es mi esposa y yo soy su marido.
¿volando? -Ama aún el buitre robador su nido,.
El robador desapareció en seguida, remontando el vuelo y perdiéndose en las nubes.
Por robador del gusto le llamaron garabato, por lo imperceptible, donaire, por lo alentado, brío, por lo galán, despejo, por lo fácil, desenfado.
de ver que él había sido el ladrón de sí mismo, el robador y el robado.
Y el viejo, con sus tres hijos a la espalda, dio frente a la pareja, cerrando el paso al robador.
Aquí pongo lo esencial de la revelación: Leoncio Ansúrez, hermano del declarante, es el robador, palabra textual, de la señora Virginia.
Mentido robador: ¡qué delicada expresión para el dios disfrazado!.
cerrarle el paso, de manera que al robador de doncellas no le quedaba otro recurso que huir hacia.
-Apartad, señores, de vosotros estas lágrimas importunas, apartad el llanto, que es ajeno de mis virtudes, porque yo me vengué del cruel matador de mi marido, yo he punido y castigado al ladrón y malvado robador de mis bodas, ya es tiempo que con esta espada busque el camino para irme adonde estaba mi Lepolemo.
Juan trae a los talones toda la sociedad, representada en el novio de la mujer por engaño desflorada, en el padre de la hija robada y en la justicia humana, que corren gritando justicia y venganza tras el seductor, el robador y el sacrílego: en aquella situación está el drama, por el amor de doña Inés, va a matar a su padre y a D.

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