Ejemplos con risas

Muchas veces la mejor manera de entender el significado de una palabra, es leer textos donde aparece dicha palabra. Por ese motivo te ofrecemos innumerables ejemplos extraidos de textos españoles seleccionados.

Toda la plaza es ya un concierto altivo de metal amarillo, de rebuznos, de risas, de coplas, de panderetas y de almireces.
¡Claras tardes del otoño moguereño! Cuando el aire puro de octubre afila los límpidos sonidos, sube del valle un alborozo idílico de balidos, de rebuznos, de risas de niños, de ladridos y de campanillas.
Sabía distinguir, por lo tanto, entre risas y risas.
Cada vez que salía uno, estallaba un escándalo de risas y palmoteos.
¿Has pensado bien en lo que es ser la familia de los Luna durante siglos el espejo de la catedral, el respeto hasta de los mismos arzobispos, y de repente verse uno entre los últimos, expuesto a las risas de todos, pudiendo mirarle con compasión hasta el último monaguillo? ¡Lo que yo he sufrido! ¡Las veces que he llorado de rabia, a solas en esta habitación, después de oír lo que se murmuraba a mis espaldas! Y luegoañadió quedamente, como si el dolor empañase su voz, ¡aquella infeliz mártir que murió de vergüenza, mi pobre mujer, que se fue del mundo por no ver mi dolor ni sufrir el desprecio de los demás! ¿Y quieres que yo olvide esto? Además, Gabriel, yo no sé expresar lo que siento tan bien como tú.
No tenía mas que un deseo: que las chicas ignorasen sus preocupaciones, que nadie se diese cuenta en la casa de los apuros y tristezas del padre, que no se turbase la santa alegría de aquella vivienda, animada a todas horas por las risas y las canciones de las cuatro hermanas, cuya edad sólo se diferenciaba de un año.
Batiste, dándose cuenta de su situación, calló asustado por haber incurrido en multa, mientras sonaban al otro lado de la verja las risas y los aullidos de alegría de sus contrarios.
Al pasar él junto a ellos, callaban, hacían esfuerzos para conservar su gravedad, aunque les brillaba en los ojos la alegre malicia, pero según iba alejándose, estallaban a su espalda insolentes risas, y hasta oyó la voz de un mozalbete que, remedando el grave tono del presidente del tribunal, gritaba:.
Rumor de voces, estallidos de risas, guitarreos y coplas a grito pelado salían por aquella puerta roja como una boca de horno, que arrojaba sobre el camino negro un cuadro de luz cortado por la agitación de grotescas sombras.
Podían reir sus amigos hasta reventar, pero tales risas serían las últimas.
Decía y hacía a cada momento doscientos mil graciosos disparates, aunque todos inocentes y nada comprometidos, por lo cual la apellidaban también , pero realmente no era trueno, sino tempestad de risas, de bromas alegres y de regocijados discursos, porque era no menos picotera que su padre.
Andresito percibía a medias esta escena, coreada por las risas de los parroquianos.
Cada vez que, volteando en el aire sus piernas y sus brazos chamuscados, se zambullía uno en las llamas, oíanse risas y berridos.
Entre aplausos y risas bailó con Amparito, mientras su hijo los contemplaba enternecido, renegando tal vez en su interior de su condición de poeta soñoliento y enemigo de superfluidades, que no le permitía aprender cómo se mueven las zancas en el vals, ¡El mismo demonio era el señor Cuadros, a pesar de sus años y del enorme bigote! Así lo declaraban doña Manuela y Teresa, sonrientes, reconciliadas y puestas ambas al mismo nivel.
Mientras tanto, las niñas de Pajares, las de López el famoso bolsista y otras amiguitas posesionábanse de los balcones, convirtiéndolos en pajareras con su charla graciosa y sus ruidosas risas.
Las niñas pensaban en su porvenir, que adivinaban confusamente, presentían que desde aquel momento comenzaba para ellas una era nueva, en que no todo serían alegres risas e indiferencia para el día siguiente.
Ella fue la que oyó las risas apagadas de la señora y el arrastre de algunos muebles, como si fueran empujados con violencia, pero era una muchacha prudente y reservada, que sólo se ocupaba de sus actos, sin detenerse a interpretar los ajenos.
Me ocurre preguntar: ¿Será interesante para ella este modesto libro que acaso peca de indiscreto? ¿No será acogido con menosprecio y risas burlonas? Yo quiero que los muchachos que ahora empiezan a vivir, sepan cómo sentían y pensaban los jóvenes de aquel tiempo.
La idea de que podía yo ser objeto de risas y de burlas me atormentaba cruelmente.
Si la comida era mala, risas, si el coche que les llevaba a la Cartuja iba danzando en los baches del camino, risas, si el sacristán de las Huelgas les contaba mil papas, diciendo que la señora abadesa se ponía mitra y gobernaba a los curas, risas.
A ratos se paraba, prorrumpiendo en risas de demente.
Entre chacota y risas se oía el rumorcillo aquel: Mauricia ¿no sabéis? Vio anoche la propia figura de la Virgen.
¡Que te estés quieta! ¡vaya! Tú no te has llevado nunca una solfa buena, y soy yo quien te la va a dar ¿Y por qué son esas risas estúpidas? ¿Porque he dicho que me caso? Pues sí señor, me caso porque me da la gana.
Risas, algazara, pataleos Junto al niño cantor había otro ciego, viejo y curtido, la cara como un corcho, montera de pelo encasquetada y el cuerpo envuelto en capa parda con más remiendos que tela.
Al verles, Jacinta y aun Guillermina, a pesar de su costumbre de ver cosas raras, quedáronse pasmadas, y hubiérales dado espanto lo que miraban, si las risas de ellos no disiparan toda impresión terrorífica.
Como me traigas a casa a uno de esos tagarotes de calzón ajustado, chaqueta corta y botita de caña clara, te pego, sí, hago lo que no he hecho nunca, cojo una escoba y ambos salís de aquí pitando Estos furores solían concluir con risas, besos, promesas de enmienda y reconciliaciones cariñosas, porque Juanito se pintaba solo para desenojar a su mamá.
¡Qué movimiento, qué algazara, qué risas, qué jovialidad! No existe nada tan interesante como un ejército.

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