Ejemplos con murmurador

Muchas veces la mejor manera de entender el significado de una palabra, es leer textos donde aparece dicha palabra. Por ese motivo te ofrecemos innumerables ejemplos extraidos de textos españoles seleccionados.

¡ay, qué fresca y hermosa era la gruta, con su manantialillo murmurador! Lucía ansiaba llegar pero la angustia de la caída la despertó, como sucede siempre en las pesadillas.
Importábame ya muy poco que me vieran, que me conocieran, que me señalasen con el dedo, ni que el vulgo suspicaz y murmurador me hiciera objeto de burlas y comentarios deshonrosos.
Advierte, Berganza, no sea tentacion del demonio esa gana de filosofar que dices te ha venido, porque no tiene la murmuracion mejor velo para paliar y encubrir su maldad disoluta, que darse a entender el murmurador, que todo cuanto dice son sentencias de filósofos, y que el decir mal es reprension, y el descubrir los defectos ajenos buen celo, y no hay vida de ningun murmurante, que si la consideras y escudriñas, no la halles llena de vicios y de insolencias, y debajo de saber esto, filosofa ahora cuanto quisieres.
Vime harto y contento con el segundo amo, y con el nuevo oficio: mostréme solícito y diligente en la guarda del rebaño, sin apartarme dél sino las siestas que me iba a pasarlas o ya a la sombra de algun árbol, o de algun ribazo, o peña, o a la de alguna mata, o a la márgen de algun arroyo de los muchos que por allí corrian, y estas horas de mi sosiego no las pasaba ociosas, porque en ellas ocupaba la memoria en acordarme de muchas cosas, especialmente en la vida que habia tenido en el matadero, y en la que tenia mi amo, y todos los que como él están sujetos a cumplir los gustos impertinentes de sus amigas: ¡oh qué de cosas te pudiera decir ahora, de las que aprendí en la escuela de aquella jifera dama de mi amo! pero habrélas de callar, porque no me tengas por largo y por murmurador.
Acaba un maldiciente murmurador de echar a perder diez linajes, y de calumniar veinte buenos, y si alguno le reprende por lo que ha dicho, responde que él no ha dicho nada, y que si ha dicho algo, no lo ha dicho por tanto, y que si pensara que alguno se habia de agraviar, no lo dijera: a la fe, Cipion, mucho ha de saber y muy sobre los estribos ha de andar el que quisiere sustentar dos horas de conversacion sin tocar los límites de la murmuracion, porque yo veo en mí, que con ser un animal como soy, a cuatro razones que digo, me acuden palabras a la lengua como mosquitos al vino, y todas maliciosas y murmurantes: por lo cual vuelvo a decir lo que otra vez he dicho, que el hacer y decir mal lo heredamos de nuestros primeros padres, y lo mamamos en la leche: vese claro en que apénas ha sacado el niño el brazo de las fajas, cuando levanta la mano con muestras de querer vengarse de quien a su parecer le ofende: y casi la primera palabra articulada que habla, es llamar puta a su ama o a su madre.
¡Oh bellaco villano, mal mirado, descompuesto, ignorante, infacundo, deslenguado, atrevido, murmurador y maldiciente! ¿Tales palabras has osado decir en mi presencia y en la destas ínclitas señoras, y tales deshonestidades y atrevimientos osaste poner en tu confusa imaginación? ¡Vete de mi presencia, monstruo de naturaleza, depositario de mentiras, almario de embustes, silo de bellaquerías, inventor de maldades, publicador de sandeces, enemigo del decoro que se debe a las reales personas! ¡Vete, no parezcas delante de mí, so pena de mi ira!.
Ocho días o diez ha, hermano murmurador, que entré a gobernar la ínsula que me dieron, en los cuales no me vi harto de pan siquiera un hora, en ellos me han perseguido médicos, y enemigos me han brumado los güesos, ni he tenido lugar de hacer cohechos, ni de cobrar derechos, y, siendo esto así, como lo es, no merecía yo, a mi parecer, salir de esta manera, pero el hombre pone y Dios dispone, y Dios sabe lo mejor y lo que le está bien a cada uno, y cual el tiempo, tal el tiento, y nadie diga desta agua no beberé, que adonde se piensa que hay tocinos, no hay estacas, y Dios me entiende, y basta, y no digo más, aunque pudiera.
Al caballero pobre no le queda otro camino para mostrar que es caballero sino el de la virtud, siendo afable, bien criado, cortés y comedido, y oficioso, no soberbio, no arrogante, no murmurador, y, sobre todo, caritativo, que con dos maravedís que con ánimo alegre dé al pobre se mostrará tan liberal como el que a campana herida da limosna, y no habrá quien le vea adornado de las referidas virtudes que, aunque no le conozca, deje de juzgarle y tenerle por de buena casta, y el no serlo sería milagro, y siempre la alabanza fue premio de la virtud, y los virtuosos no pueden dejar de ser alabados.
Urbia ofrece aspectos varios según el sitio de donde se le contemple, desde lejos y viniendo desde la carretera, sobre todo al anochecer, tiene la apariencia de un castillo feudal, la ciudadela sombría, envuelta entre grandes árboles, prolongada después por el pueblo con sus muros fortificados que chorrean agua, presentan un aspecto grave y guerrero, en cambio, desde el puente y un día de sol, Urbia no da ninguna impresión fosca, por el contrario, parece una diminuta Florencia, asentada en las orillas de un riachuelo claro, pedregoso, murmurador y de rápida corriente.
¡Haya picaruelo! ¿No ha nada que entró en cisquero, y ya tenemos coplillas de pie quebrado, y estrambotes, y «mariposilla incauta», y «arroyuelo murmurador»? Por mi vida, que el tal improvisante debe de tener manejo y vena.
Fulano, que podrá darnos algunos pormenores más del suceso -dijo un murmurador.
Nadie hacía caso del murmurador.
Tengo cariño a este jardín y a este arroyo, ¡oh hijo mío! y al murmurador follaje, y a este sol, y a esta tierra materna en que mi sombra se alarga en libertad y se conoce a sí misma, y a la luna, que de noche me sonríe por encima de los árboles hasta la mañana.
No hay boda que no festeje, bautismo que no apadrine, entierro que no honre, es cortés, humano, liberal, honrador de todos, murmurador de ninguno y, en suma, él es el rey en el afecto, si Vuestra Majestad en el efeto».
acuchillador, en maestro de esgrima, el murmurador, cuando viejo, en testigo falso, el.
Parecen las melodías combinadas de las canoras aves, del murmurador arroyo, del aura gemidora, para expresar los más tiernos e inocentes afectos de esos corazones virginales conmovidos por los recuerdos de una dicha perdida, resignados por la fuerza a su destino presente y temerosos del porvenir.
carácter, me llamaba siempre Stigio Momo, murmurador hasta de los dioses inmortales.
los vicios y nunca satirices a las personas, que el oficio de murmurador es infame y peligroso.

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