Ejemplos con mequetrefe

Muchas veces la mejor manera de entender el significado de una palabra, es leer textos donde aparece dicha palabra. Por ese motivo te ofrecemos innumerables ejemplos extraidos de textos españoles seleccionados.

Dime tú, desventurado: ¿qué sacaste hasta ahora de ser tan tierno amador del dichoso Progreso? Por tu fidelidad a esas paparruchas, por eso que llamas tu consecuencia, ¿qué te dieron más que sofoquinas y malos ratos? El ídolo tuyo, ese Duque y Conde que todo lo podía, ¿hizo algo por ti? ¿Acaso te dio siquiera una almendrita del turrón que repartía entre tanto mequetrefe? Si tu mérito y tu arraigo eran tan manifiestos, ¿por qué no los recompensaron? ¿Has olvidado que en el asunto del Pósito, claro como la luz, estuvieron mareándote con promesas, y que ni aun untando a esos bigardones de las oficinas pudiste lograr que anduviera el carro? El D.
Tanto mequetrefe colocao, y a nosotros, tocayo, a estos dos hombres de calidá nadie les ensalza.
Mirosté a ese Pi un mequetrefe.
¡Menudo mequetrefe, ya lo creo!.
- No me hables a mí, mequetrefe.
-Hola, mequetrefe, ¿tú por aquí otra vez? ¿Qué es de tu vida?.
Mequetrefe, despierta, abre los ojos, responde: ¿te pondrías tú mi gabán?».
¡Eh!, mequetrefe, ¿te estás burlando de nosotros? Si hubiera por ahí un jarro de agua se lo echaríamos por la cabeza.
¿Quién te trajo esta carta? Si no fue ese pillo de Fausto Babel, pongo mi cabeza a que fue el mequetrefe de Policarpo.
Zape de aquí, mequetrefe, que me apestas la casa.
me llamó mequetrefe y me dijo: «te estás haciendo muy señorito, y yo te voy a leer la cartilla.
Aguanta, resiste, y no degrades tu corazón dándolo a algún mequetrefe que lo tome por vanidad, y por hacer gala de tu conquista entre los tontos y desocupados.
-Un tipo, un mequetrefe -repuso ella sin mirar a su hermano, señales claras por donde manifestaba estar aún dentro de la esfera de atracción del pensamiento que la dominaba.
también allá le tenemos por un mequetrefe.
Uno de los jugadores dijo que el mequetrefe era listillo, y que se le debía dar una mano de azotes y mandarle a la cama.
Yo no me expongo a que un mequetrefe con medias coloradas, o un fantasmón cargado de veneras, me mande salir a la calle.
No sea ese maestro un mequetrefe, sino hombre que sepa el oficio, maduro, y de bien probada honestidad, y la letra que le enseñe sea por Torío, no por Iturzaeta, y nada de esto que llaman bastardilla y rasgos a la inglesa.
Debemos, pienso yo, no dar el papel, que nos pondría en el compromiso de hablar con ese Pertusa, mequetrefe muy entrometido que querrá entrar en confianzas para curiosear.
La pupilera lo quiso meter á barato, negando á pie juntillas quanto ella había dicho, el otro hermanillo, que se venía al husmo, se hizo mequetrefe, y faraute del negocio, y por apaciguarlas, empezó a darlas ripio á la mano á sabiendas.
Sin embargo, fue aquel mequetrefe uno de sus mayores sufrimientos, por ser el único hombre a quien había visto intentar siquiera tamaño ultraje a su honra.
El amiguito de casa, el consabido títere a la moda, el indispensable vizconde del Cierzo, que helado le sople a él, este mequetrefe, digo, que, como ustedes saben, sale con nosotros muy a menudo, tiene la peregrina costumbre de desacreditar mis caballos.
¿O se trata de humillarme hasta el punto de que yo vaya a ofrecer a mi hija al mequetrefe que la galantea, quizá por pasatiempo?.
-«Valiente mequetrefe era el señor Chateaubriand, según don Carlos.
-Miren el mequetrefe: valiente compaña: si van con él y les sucede algo tú o tu madre tendrían que defenderlo.
Las gentes formales estaban indignadas con el mequetrefe, y las familias de sus colaboradores engañados, pensaban llevar el asunto a los tribunales de justicia.
¡Semejante mequetrefe, ignorantón y atrevido! Últimamente andaba empeñado en la obra, que llamaba él redentora, de publicar un periódico, que se imprimiría en la capital, porque allí, en Villavieja, no había imprenta todavía.
¿Quiere usted decirme sin rodeos ni pespuntes, a qué iba a casa del señor cura ese mequetrefe?.
-No hay que probar -replicó el aludido- lo que todo el mundo sabe, y todo el mundo sabe que ese mequetrefe fue arrojado de la casa por la hoy difunta señora, por sus ideas diabólicas, por sus herejías escandalosas y por hijo de su padre.
-¡Se necesita tener muy poca vergüenza para hacer lo que ha hecho hoy ese mequetrefe!.
¡Y a un hombre así venía a pedirle cuartos un mequetrefe, aquel señorito bobo, de que nunca le había hablado más que con desprecio el Sr.

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