Ejemplos con lamia

Muchas veces la mejor manera de entender el significado de una palabra, es leer textos donde aparece dicha palabra. Por ese motivo te ofrecemos innumerables ejemplos extraidos de textos españoles seleccionados.

Mientras los romanos atacaban Traquinia, Filipo y su ejército al que se había unido una pequeña fuerza romana iniciaron el asedio de la ciudad de Lamia.
La novela Endymion introduce el personaje de Raul Endymion, un antiguo pastor reconvertido a soldado, cuya misión principal es salvar y proteger a la niña llamada Aenea, la hija de Brawne Lamia que viaja desde el pasado por las Tumbas de Tiempo y que guarda terribles secretos y una misión que cumplir.
Entonces aparecen en la piscina tres lamia, tres reptiles con pechos y rostro de mujer.
Lamia, un gran tiburón pelágico, también conocido como tiburón oceánico, tiburón de puntas blancas o jaquetón de ley.
Esto permitió a Antípatro evacuar Lamia.
, Leóstenes venció en Beocia, tras lo cual venció en las Termópilas obligando a Antípatro a refugiarse en la ciudad de Lamia, de donde viene el nombre de guerra Lamiaca.
El primero en responder fue Leonato, pero fue asesinado en un combate contra la caballería griega, que sin embargo permitió a Antípatro escapar de Lamia y fusionar su ejército con el de Leonato.
Obligado a refugiarse en Lamia, Antípatro solicitó refuerzos de Asia.
Junto a sus aliados del norte y centro de Grecia, los atenienses vencieron a Antípatro en combate y lo obligaron a refugiarse en Lamia, donde fue asediado durante varios meses.
Contrajo matrimonio con Lucio Fundanio Lamia Eliano, político de rango consular.
Unas horas después, Lamia caía.
Cuando los romanos regresaron a su campamento, el general les comunicó que la próxima vez que regresaran al campamento ya habrían tomado Lamia.
A pesar del ataque sorpresa, Lamia fue capaz de repeler un primer embate.
Los etolios esperaban que los romanos reanudaran el asedio de Naupacto, pero éste decidió lanzar un ataque sorpresa contra la ciudad de Lamia.
En vista de las escasas posibilidades de realizar progresos, Filipo temió que si los romanos tomaban Heraclea, Lamia se rendiría a los romanos.
Las dos batallas más importantes de la Primera Guerra Macedónica se libraron en la localidad de Lamia, no obstante, esta guerra solo era un farsa para mantener a Macedonia en sus tierras y evitar que prestara apoyo militar a Aníbal.
Los macedonios, alentados por la victoria en la Primera Batalla de Lamia, destrozaron al ejército enemigo que se tuvo que refugiar en el interior de las murallas tras haber sufrido muchas pérdidas.
Cuando terminó su campaña, Filipo regresando para pasar el invierno a Macedonia pasó por Lamia y atacó la ciudad.
Teniendo como antecedente muy próximo la Primera Batalla de Lamia, mientras Filipo V de Macedonia hacía campaña por tierras helenas, el strategos etolio Phyrrias reagrupó sus fuerzas, fortificó la ciudad y recibió refuezos de Roma y Pérgamo.
Se conoce como Segunda Batalla de Lamia al combate que se estableció entre Filipo V de Macedonia y la República Romana aliada con la Liga Etolia y Atalo I de Pérgamo en la localidad de Lamia.
Se conoce como Primera Batalla de Lamia a uno de los episodios más importantes del conflicto conocido como Primera Guerra Macedónica, que enfrentó a Filipo V de Macedonia y a la República romana, aliada con Atalo I de Pérgamo y la Liga Etolia.
Desde Lamia, Filipo se dirigió a Falara.
Trasladándose hacia el oeste Filipo, tomo Falara y la ciudad portuaria de Lamia.
Aenea: es la hija de Brawne Lamia y la segunda personalidad cíbrida de John Keats, posee enignmáticas características que hacen que Pax la considere una amenaza al imperio.
Corresponde a la moderna Zituni y más tarde fue renombrada como Lamia, y estaba situada en una colina fortificada, donde quedan restos de las murallas.
que Friné, o Venus, Lamia, Thais y Flora,.
Lo primero que aquel pidió fue que, sin pasar de allí, se había de firmar la paz, a lo que, como replicase Crátero no ser justo lo que Foción les proponía, queriendo que estándose allí de asiento gastaran y asolaran el país de los aliados y amigos, cuando podían aprovecharse del territorio de los enemigos, tomándole Antípatro por la mano, “Hagamos- dijo- esta gracia a Foción”, pero en cuanto a las demás condiciones, estipuló que los Atenienses habían de aceptar las que ellos dictasen, como él había obedecido en Lamia a las que dictó Leóstenes.
Porque al principio Leóstenes hizo un brillante papel, venciendo en batalla a los de Beocia y persiguiendo a Antípatro hasta encerrarle en Lamia, de cuyas resultas, llena la ciudad de grandes esperanzas, estuvieron en continuas fiestas y sacrificios por las buenas nuevas, y algunos, pareciéndoles que daban en cara a Foción con tan prósperos sucesos, le preguntaron si no quería haber ejecutado aquellas hazañas, a lo que él respondió: “Ejecutarlas, sí, pero aconsejar, lo de antes”, y sucediéndose unas a otras las agradables noticias del ejército, se refiere haber dicho: “¿Cuándo dejaremos de vencer?”.
Como Antígono, que pensaba ya en bandearse por sí, y miraba con desprecio a los demás, no se prestase a ejecutar las órdenes de Perdicas, Leonato bajó con Éumenes a la Frigia, tomando a su cargo aquella expedición, pero habiéndose unido con él Hecateo, tirano de los Cardianos, y rogándole que auxiliase con preferencia a Antípatro y a los que se hallaban sitiados en Lamia, se decidió a esta marcha, llamando a Éumenes, a quien reconcilió con Hecateo, había, efectivamente, entre ellos ciertos recelos, nacidos de disensiones políticas, y Éumenes en muchas ocasiones había acusado abiertamente la tiranía de Hecateo, excitando a Alejandro a que diera la libertad a los Cardianos.

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