Ejemplos con insecto

Muchas veces la mejor manera de entender el significado de una palabra, es leer textos donde aparece dicha palabra. Por ese motivo te ofrecemos innumerables ejemplos extraidos de textos españoles seleccionados.

El Intrépido Volador es un insecto que vuela más velozmente que un cohete y es tan fuerte que atraviesa las paredes y no puede ser muerto ni por los matamoscas ni por los insecticidas.
Después de su primera transformación, el metroid aparece al revés con la membrana cerrada que actúa como el vientre de la criatura, y las cuatro mandíbulas que brotan de la tapa parecen las piernas de un insecto.
Insecto es el ayudante del Tiburón.
Los pueblos originarios de Australia colectan agallas de este árbol, incluyendo a un insecto.
Ese mismo programa transportó un danio cebra, moscas de la fruta, ratas, huevos de insecto palo y el primer Iberian Ribbed Newt al espacio.
Es una planta semejante a una planta carnívora, pues tiene pelos pegajosos para atrapar los insectos que se acercan pero no los digiere, sino que en colaboración simbiótica con el insecto Pameridea roridulae, que es el que los digiere y de sus desechos toma los nutrientes que necesita.
Las esporas germinan sobre el cuerpo del insecto e invaden su interior hasta causarle la muerte.
Su aspecto de insecto volador fue una pincelada más a la leyenda sobre el potencial y la capacidad de la industria e ingeniería alemana del período.
Al día siguiente va a la escuela y el Profesor Pappas lleva un insecto que al ser liberado hipnotiza a todos, pero en realidad era un sueño de Creepie,.
-En el capitulo al ritmo del insecto, Creepie debera ayudar al equipo de porristas de su escuela, llamado las ranas, a ganar el campeonato ya que el Equipo de las Libelulas les ha robado la rutina.
El insecto causó tal impacto que fue objeto de culto.
Al picar, el insecto inyecta histamina para prevenir la coagulación de la sangre, similar a los hábitos de la hembra del mosquito.
Rolando el Mantis: Es un mantis que nadie lo entiende, su frase común es: No me entenderías no sabes lo que es ser un insecto y nadie lo entiende, solo quiere visitar a Lola la Mosquito, pero al darse cuenta de que no es lo que esperaba.
La muestra del insecto puede contener la solución para la situación de la Tierra, debido a su naturaleza de comer todo y producir oxígeno como resultado.
El pobre jabeque parecía un insecto al lado del gran navío, tripulado por la gente más brava y aventurera recogida en los muelles de Gibraltar: malteses, ingleses, romanos, venecianos, liorneses, sardos y raguseos.
El hombre podía moverse libremente, lo mismo que el pájaro y el insecto en el seno de la Naturaleza.
Nunca ha sido tan intrépido el estilo de Pereda, tan grande la fuerza plástica de su lenguaje, y ese raro poder de asimilación que Dios le concedió para que se hiciera íntimo de todo hilo de luz, de toda hebra de maíz, de todo zumbido de insecto, de todo rielar del agua.
Tal así, en las evoluciones de la vida, esas encantadoras exterioridades de la Naturaleza, que parecen representar, exclusivamente, la dádiva de una caprichosa superfluidadla música, el pintado plumaje de las aves, y como reclamo para el insecto propagador del polen fecundo, el matiz de las flores, su perfumehan desempeñado, entre los elementos de la concurrencia vital, una función realísima, puesto que significando una superioridad de motivos, una razón de preferencia para las atracciones del amor, han hecho prevalecer, dentro de cada especie, a los seres mejor dotados de hermosura sobre los menos ventajosamente dotados.
Conocía perfectamente este ruido de insecto.
El insecto intentaba aproximarse a la torre Eiffel, y de la base de ésta surgían estampidos, al mismo tiempo que sus diversas plataformas escupían el rasgueo feroz de las ametralladoras.
Freya fué instintivamente hacia ella, como un insecto hacia la luz, dejando a sus espaldas el cuarto sombrío y húmedo, cuyo papel pendía a trechos.
Miró después una rama de árbol, de la que pendían varios hilos de plata sosteniendo a un insecto de activos tentáculos.
Eran murmullos como de voleteos de pájaros en pajarera, ruido de risitas semejante a sartas de perlas que caen desgranándose en una copa de cristal, sedoso crujir de países de abanico, estallido seco de varillajes, ruedecillas de sillón que un punto corrían sobre el encerado piso, ruge-ruge de faldas, que parecía estridor de alitas de insecto.
Harto había dicho, sin embargo, y un resoplido inmenso resonó entonces tras la cortina de la izquierda, como el aliento de un pechazo comprimido que al fin se desahoga: era , el excelentísimo Martínez, que hubiera soltado en aquel momento un relincho, como en sus expansiones de alegría los mozos de su tierra, y estrujando entre sus brutales brazos, como un Hércules que abrazara a un insecto, a su ilustre aliada Currita.
¿Creéis que sólo mataría a ese llamado ? ¡Vosotros, que os llamáis , moriríais al par del culpable!—Esa muerte, ese hecho de que tenéis en tanto, porque no sabéis hacer otra cosa, ¿no os recuerda ¡imbéciles! que todos estáis sentenciados a morir, y que, si respiráis, si vivís, si tenéis acción para matar a nuestro hermano, lo debéis a la clemencia de un insecto que no emponzoña vuestra sangre, o a la piedad de un soplo de viento que no os borra de la superficie de la tierra?.
Este al fin es un hombre, aunque parece un insecto pensó.
Allí se detuvo el insecto, y allí también Julián, con el corazón palpitante, con la vista nublada, y el espíritu, por vez primera después de largos años, trastornado y enteramente fuera de quicio, al choque de una conmoción tan honda y extraordinaria, que él mismo no hubiera podido explicarse cómo le invadía, avasallándole y sacándole de su natural ser y estado, rompiendo diques, saltando vallas, venciendo obstáculos, atropellando por todo, imponiéndose con la sobrehumana potencia de los sentimientos largo tiempo comprimidos y al fin dueños absolutos del alma porque rebosan de ella, porque la inundan y sumergen.
El feo insecto se detuvo a la entrada de la zona de sombra: la bota cayó sobre él.
La tarea, en apariencia fácil, no dejaba de ser enfadosa para el aseado presbítero: le sofocaba una atmósfera de mohosa humedad, cuando alzaba un montón de papeles depositado desde tiempo inmemorial en el suelo, caía a veces la mitad de los documentos hecha añicos por el diente menudo e incansable del ratón, las polillas, que parecen polvo organizado y volante, agitaban sus alas y se le metían por entre la ropa, las correderas, perseguidas en sus más secretos asilos, salían ciegas de furor o de miedo, obligándole, no sin gran repugnancia, a despachurrarlas con los tacones, tapándose los oídos para no percibir el ¡! estremecedor que produce el cuerpo estrujado del insecto, las arañas, columpiando su hidrópica panza sobre sus descomunales zancos, solían ser más listas y refugiarse prontísimamente en los rincones oscuros, a donde las guía misterioso instinto estratégico.
—Dígale usted que por la mañana temprano lo buscaré a él donde quiera que se agazape, para lo cual iré siguiendo con el olfato su pista de acobardada garduña o de zorro ladron, y lo mataré como quien mata un insecto.

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