Ejemplos con hambriento

Muchas veces la mejor manera de entender el significado de una palabra, es leer textos donde aparece dicha palabra. Por ese motivo te ofrecemos innumerables ejemplos extraidos de textos españoles seleccionados.

Es cierto que al hambriento hay que darle pan pero al mismo tiempo como es persona humana hay que darle, de inmediato, un horizonte de recuperación de su derecho al trabajo.
Un burgués exige a un trabajador se prepare para ir a la guerra y defender la patria, el trabajador que sólo pide trabajar, y al que se aferra su hijo hambriento, se niega y prefiere luchar con sus compañeros para destruir el dinero y dejar la riqueza en manos de los que trabajan.
Fuera de esto, las preferencias de Mulder en cuanto a comidas no quedan claras, aunque parece realmente feliz de comer lo que sea que caiga en sus manos cuando está hambriento.
Nada en el orden estratégico puede comparase con aquellas célebres marchas, que condujeron a un reducido ejército hambriento y desnudo desde las apretadas gargantas de Liguria hasta las puertas de Viena, inaugurando una forma de guerrear el caudillo galo, que sorprende por su audacia y deslumbra por lo gallardo.
Hambriento es una de canciòn perteneciente a la banda de rock mexicana Cuca, la cual se grabó en el disco Tu Cuca Madre Ataca de Nuevo.
Pelias estaba hambriento de poder y deseaba obtener el dominio sobre todo Tesalia.
Fue luchadora en la trinchera, cooperante de la Guerra Civil Española, mujer capaz de enfrentarse a los ricos hacendados, para ayudar en alguna medida, a satisfacer las necesidades del pueblo hambriento.
Para eso, pusieron la cámara en un mono hambriento, que persigue a Candace.
Léon Werth pasó la guerra en Saint-Amour, su aldea en Jura, una región montañosa cerca de Suiza donde el estaba solo, frío y hambriento.
Mojado, hambriento y humillado, el ejército inglés regresó al castillo Hereford sin ninguna victoria decisiva a pesar de sus esfuerzos.
Desde lejos, Peter canta lo hambriento que se encuentra.
Hänsel la imita, cantando en el mismo tono una canción sobre lo hambriento que está.
Sin embargo, si el Digimon esta herido, debilitado o hambriento, el Digivice no tiene efecto.
Carlisle pensó que el vampiro estaría demasiado hambriento para atacar y consecuentemente lo persiguió.
Grande, rápido, hambriento, más ambicioso y mortal que antes.
Luego de que Homer es enviado a entrenar a los nuevos empleados, se vuelve hambriento de poder.
Durante dos meses esquivó a sus perseguidores, pero al final, hambriento y enfermo, fue disfrazado a la villa de Baronissi, donde fue reconocido y arrestado, juzgado por un tribunal extraordinario, condenado a muerte y ahorcado en la plaza del mercado.
Era como si a un guerrero hambriento le propusiesen entregar sus armas en país enemigo a cambio de pan.
La pobre creía encontrarlo en mí, señorito hambriento que hablaba de cosas que ella no podía entender.
Poco hay en la casa para tanto hambriento.
He trabajado mucho, ¿y qué? Pobre y hambriento me abandonaron, y después de setenta años me encuentro igual en el mismo sitio.
¡Bueno estaba su marido para intentar conversiones! El señor Cuadros era un hombre perdido para siempre, un hambriento que había gustado el fruto prohibido, tras muchos años de vida obscura y laboriosa, sin saber lo que era juventud y trabajando como una bestia de carga.
Aprendiz siempre hambriento, dependiente después en una época en que los mayores sueldos eran de cincuenta pesos anuales, a fuerza de economías miserables consiguió emanciparse, y con ayuda de sus antiguos amos, que veían en él un legítimo aragonés capaz de convertir las piedras en dinero, fundó , tiendecilla exigua que en diez años se agrandó hasta ser el establecimiento de ropas más popular de la plaza del Mercado.
Estaba próxima a los cincuenta años, según confesión que varias veces hizo a sus hijas, pero era tan arrogante y bien plantada, unía a su elevada estatura tal opulencia de formas, que todavía causaba cierta ilusión, especialmente a los adolescentes, que con la extravagancia del deseo hambriento sienten ante los desbordamientos e hinchazones de la hermosura en decadencia la admiración que niegan a la frescura esbelta y juvenil.
Publicar un libro de recreo en este pobre país desvencijado, es convidar a mieles al hambriento o a hacer cuadros vivos al desnudo.
No comprendía Maximiliano a cuenta de qué era aquello, pero tenía su espíritu admirablemente dispuesto para recibir toda sutileza que se le quisiera echar, estaba hambriento de cosas ideales, y la meditación, el estudio y la soledad habíanle dado una receptividad asombrosa para todo lo que procediera del pensamiento puro.
Que le traigan dosdijo el señorito gozando con la idea de ver comer a un hambriento.
Cuando el tal Juanito entró en su casa, pálido y hambriento, descompuesta la faz graciosa, la ropita llena de sietes y oliendo a pueblo, su mamá vacilaba entre reñirle y comérsele a besos.
Yendo, pues, desta manera, la noche escura, el escudero hambriento y el amo con gana de comer, vieron que por el mesmo camino que iban venían hacia ellos gran multitud de lumbres, que no parecían sino estrellas que se movían.
No quiero yo decir, ni me pasa por pensamiento, que es tan buen estado el de caballero andante como el del encerrado religioso, sólo quiero inferir, por lo que yo padezco, que, sin duda, es más trabajoso y más aporreado, y más hambriento y sediento, miserable, roto y piojoso, porque no hay duda sino que los caballeros andantes pasados pasaron mucha malaventura en el discurso de su vida.

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