Ejemplos con enfermera

Muchas veces la mejor manera de entender el significado de una palabra, es leer textos donde aparece dicha palabra. Por ese motivo te ofrecemos innumerables ejemplos extraidos de textos españoles seleccionados.

Su padre, Baron Goldwater, era judío, dueño de una cadena de negocios de ropa, y su madre, Josephine, era una enfermera episcopaliana.
Aparece Alessa y Travis queda inconsiente, al despertar se encuentra en una banca de la Sala de Estancia, con una enfermera llamada Lisa Garland, quien le cuenta que la esperan en el Cedar Grove Sanitarium.
Debido a que es una protosecuela del juego original, el jugador reconocerá a los personajes: Alessa Gillespie,la niña que Travis rescata del incendio, Dahlia Gillespie, la madre de la niña, Lisa Garland, la enfermera y el misterioso Dr.
Consiguen huir de los sótanos y van a ver a la enfermera, pero la encuentran agonizando en el suelo.
Restablecen la electricidad, que estaba cortada, y erradican a las criaturas, salvando así a la enfermera.
También reciben una llamada de socorro de la enfermera Winston, en la enfermería.
Enfermera Wickson : Enfermera del instituto.
Leonard Friedman : Hermano gemelo de Herbert y marido de la enfermera Wickson.
Su madre es Catherine Burke Ryan y era una enfermera.
La hembra caprichosa de las noches venecianas, la infiel compañera de Musset, era la misma enfermera que guisaba la cena y preparaba las tisanas al moribundo Chopin en la soledad de Valldemosa ¡Si él hubiese conocido una mujer así, una mujer que llevase dentro mil mujeres, toda la infinita variedad femenil de dulzuras y crueldades! ¡Ser amado por una hembra superior, a la que pudiera imponer el ascendiente varonil y que al mismo tiempo le inspirase respeto por su grandeza intelectual!.
Cuando, empujada de nuevo hacia el mundo por esta resistencia, no sabía qué pensar de su porvenir y vivía como una enfermera junto al padre, ignorando cuál podría ser su suerte, volviendo la espalda a los jóvenes que mariposeaban en torno de ella atraídos por los millones de don Benito, presentábase el noble Febrer, como un príncipe de cuento de hadas, para hacerla su esposa.
Junto a él, con la diáfana blancura de los ángeles custodios, estaba una enfermera.
El viviendo al lado de la enfermera, aprovechándose de la ignorancia del ciego para inferirle todos los días con sus amores un nuevo insulto, ¡ah, no! Era una villanía.
¿Por qué vas tú a participar de mi suerte? ¿Cómo vivir en amores con una eterna enfermera, al lado de un hombre bueno y ciego, al que ultrajaríamos continuamente con nuestra pasión? No, mejor es que te alejes.
Ignora quién soy Me cree una enfermera igual a las otras, que se apiada de él viéndole solo y ciego, sin parientes que le escriban y le visiten En ciertos momentos he llegado a sospechar si adivina la verdad.
La enfermera lo miró con sus ojos límpidos, agrandados, serenos, unos ojos que parecían libres para siempre de las contracciones de la sorpresa y del miedo.
Algunos caminaban a ciegas, con los ojos vendados, junto a un niño o una enfermera.
Era enfermera y cuidaba a un herido de su familia.
Una discípula de sus tiempos de gloria, que guardaba la antigua elegancia en su uniforme de enfermera, le dió vagos informes.
Su aprendizaje de enfermera le daba cierta pasividad.
Hay que estudiar mucho para conseguir el diploma de enfermera.
No no, si es de gozocontestó la enfermera.
Entró pretextando una visita de la tía de Pilar, volvió manifestando mucho interés por la salud corporal de la enferma, trajo tierra de la santa gruta de Manresa y pastillas pectorales de Belmet, todo junto y envuelto en muchos papelitos, y en suma, se dio tal maña y arte, que a la semana de conocerle y tratarle, Pilar espontáneamente pidió lo que tanto deseaban darle el jesuita y la enfermera.
Eran las horas meridianas aquellas en que preferentemente la atacaba el sueño comático, y la enfermera, que nada podía hacer sino dejarla reposar, y a quien abrumaba la espesa atmósfera del cuarto, impregnada de emanaciones de medicinas y de vahos de sudor, átomos de aquel ser humano que se deshacía, salía al balconcillo, bajaba las escaleras que conducían al jardín, y aprovechando la sombra del desmedrado plátano, se pasaba allí las horas muertas cosiendo o haciendo.
Miranda y Perico se retiraron a la del lado, a asearse, y tácitamente, sin discusión alguna, se resolvió que enferma y enfermera se quedasen juntas, y los dos hombres ocupasen, juntos también, la cámara próxima.
Ello es, que estas locas imaginaciones, ayudadas de los desvelos de enfermera, y acaso de alguna otra causa, marchitaban la tez de Lucía y alteraban su antes regocijado y apacible genio.
Vio el cielo abierto Perico cuando supo que Miranda y su mujer seguían a Vichy, y comprendió que Lucía era la persona más a propósito para relevarle en acompañar a Pilar, y aún para hacer de enfermera en caso de necesidad.
Porque, dime, ¿qué necesidad tenías tú de convertirte en enfermera para cuidar de esta vieja achacosa? No, ya se lo dije al señor Cura, que cuando vuelvan a Villaverde vengan a esta casa, a esta pobre casa que es suya.
Echábalas de sí como enfermera que administra la inútil medicina al agonizante.

© Todos los derechos reservados Buscapalabra.com

Ariiba