Ejemplos con desenfadada

Muchas veces la mejor manera de entender el significado de una palabra, es leer textos donde aparece dicha palabra. Por ese motivo te ofrecemos innumerables ejemplos extraidos de textos españoles seleccionados.

Este incremento de una masculinidad desenfadada, ilustrada por la revista Loaded y lad culture en general, fue una gran parte de la era del Britpop.
Este estilo nace a partir del Louisiana blues y es conocido principalmente por sus ritmos lentos, los cuales dominan a una música desenfadada y alegre.
El programa trataba de presentar la música clásica de forma amena y desenfadada alcanzando un notable grado de aceptación.
Exhibe doble personalidad: de día es una angelical niña, pero de noche se convierte en una muchacha desenfadada, capaz de cualquier locura.
El Washington Post escribió que estaba serenamente irreconocible con una peluca negra, está maravillosa como una desenfadada esposa de gánster.
Ana actúa en forma desenfadada y en varias ocasiones se dirige a Raúl como el normal que trabaja y estudia matemáticas.
El programa emitía música clásica de forma desenfadada y amena, intercalando concursos y juegos con los oyentes, así como secciones de divulgación sobre los autores.
Ahí mismo escribe la sección Nayarit a Primera Vista, también en la portada, en la que aborda los datos estadísticos con una visión desenfadada.
En su forma de mujer es seria y algo callada, pero tiene una actitud pícara y algo desenfadada, dependiendo de la situación.
Recibió una formación rudimentaria y llevó una vida desenfadada en la capital, entre sus compañeros estuvieron el compositor Schubert, cuyas canciones ilustró.
Macarena es una canción del dúo Los del Río, sobre una mujer del mismo nombre de vida desenfadada y con una moralidad peculiar.
Por el contrario, en , sin llegar a la desenfadada burla hecha de Baco en , la situación aparece dispuesta con cierta graciosísima ironía muy andaluza y poco respetuosa para los dioses inmortales.
Ella muy bizarra, despechugada y desenfadada, entró mirando a los que caminaban delante y a los lados, a los coches que estaban parados y atestados desde el arroyo de Bernigal.
El , avaro y sin entrañas hasta con sus hijos, sentía gran debilidad por el estudiante, tal vez por el contraste entre su carácter austero y regañón y la alegría desenfadada de aquel cabeza a pájaros.
La mañana, extremadamente fría, lluvia mentidita de calabobos, don Juan ojeroso y falto de sueño, la chica burlona, desenfadada y alegre.
Aunque Barbarita era desenfadada en el pensar, pronta en el responder, y sabía sacudirse una mosca que le molestase, en caso tan grave se quedó algo mortecina y tuvo vergüenza de decir a su mamá que no quería maldita cosa al chico de Santa Cruz Lo iba a decir, pero la cara de su madre pareciole de madera.
Cinco minutos de diálogo bastaron para que variase de expresión el rostro de la desenfadada chula, que al oír el nombro de Tirso exclamó:.
—Eso no, señor galan, respondió Preciosa: sepa que conmigo ha de andar siempre la libertad desenfadada, sin que la ahogue ni turbe la pesadumbre de los celos, y entienda que no la tomaré tan demasiada que no se eche de ver desde bien léjos, que llega mi honestidad a mi desenvoltura, y en el primero cargo en que quiero enteraros, es en el de la confianza que habeis de hacer de mí: y mirad que los amantes que entran pidiendo celos, o son simples o confiados.
A lo que respondió el correo con voz horrísona y desenfadada:.
Has de saber que una viuda hermosa, moza, libre y rica, y, sobre todo, desenfadada, se enamoró de un mozo motilón, rollizo y de buen tomo.
Iba y venía la diva por las tablas, zarandeando ese traje de Rosina que parece imponer la viveza de los movimientos, el donaire en el andar y toda la desenfadada y clásica gracia española.
En fin, que me pareció la hija del Excelentísimo señor don Augusto Valenzuela, considerada en conjunto y en detalle, una mujer desenfadada, imperiosa y tesonuda, especie de alma de acero encerrada en un estuche de alambre, condición siempre temible, aun cuando en ese temple excepcional tengan mucha parte los golpes de la experiencia en las batallas de una larga vida mundana, pero de incalculable poder cuando le da formado ya la naturaleza en una joven casi niña.
desenfadada.
Pepe Gómez volvió a reírse, y dijo después a su desenfadada interlocutora:.
En sus ojos verdes, sombreados por largas pestañas, había una expresión desenfadada y picaresca, y su boca de labios rojos y sensuales mostraba al reír dos hileras de dientes blancos que envidiaría una reina.

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