Ejemplos con abrazaron

Muchas veces la mejor manera de entender el significado de una palabra, es leer textos donde aparece dicha palabra. Por ese motivo te ofrecemos innumerables ejemplos extraidos de textos españoles seleccionados.

Al terminar la liturgia, los samurái enemigos se abrazaron, pidiéndose mutuamente perdón por tener que luchar entre sí el día siguiente.
Ambas atacaron a Jillian y luego se abrazaron y se tomaron de las manos dejando en claro que ya no había rivalidad entre ambas.
Mientras que el término fue utilizado originalmente por los demócratas que abrazaron el estado de bienestar pero que se opusieron agresivamente a la Unión Soviética, ahora el término se utiliza sobre todo para describir a los que apoyan una política global agresiva contra el islamismo radical y el terrorismo islamista.
Fernando y Salvador se abrazaron cordialmente, contaban una misma edad y habían hecho juntos algunas memorables jornadas infantiles.
Rojos de emoción, con lágrimas en los ojos se abrazaron estrechamente y se besaron en medio de la soledad de aquellas montañas que una vez al menos se mostraron piadosas.
Algunos se abrazaron a mí, mojándome el cuello con lágrimas de embriaguez.
¡Hermanos, todos hermanos! Y se abrazaron con lágrimas de ternura, dando vivas a las tierras hispanoamericanas.
Apenas había pronunciado don Feliciano estas palabras, cuando Miranda y don Rudesindo, por un movimiento simultáneo, avanzaron con ímpetu feroz el uno sobre el otro alzaron briosamente los brazos y se abrazaron con tal furia, que por poco se descoyuntan todos los huesos de la cavidad torácica.
Se abrazaron, mucho tenían que hablar y que contarse, pero Juan iba deprisa, y ya charlarían en mejor ocasión.
Salieron corriendo su mujer, enferma, y las cuatro hijas, gritando como locas, y se abrazaron a él, intentando arrancarle la escopeta, tirando del cañón con ambas manos.
Se besaron, se abrazaron, se dieron los más cordiales buenos días, y luego habló la hija del médico:.
Quiá, se abrazaron a su madre llorando.
Y cuando pasaban por aquel túnel, al extremo del cual se veía otra plazoleta tan solitaria y misteriosa como la anterior, los amantes, sin decirse una palabra, se abrazaron y estuvieron estrechamente unidos, besuqueándose por espacio de un buen minuto y diciéndose al oído las palabras más tiernas.
Nicolás Rubín y aquel pasmarote tan grande y tan jovial se abrazaron y se saludaron tuteándose.
Apenas se vieron, se abrazaron estrechamente.
Nos estremecimos todos, y Asunción y Presentación se abrazaron llorando a gritos.
Los dos jóvenes se abrazaron casta y noblemente, como esposos largo tiempo unidos que se separan por primera vez.
Al volver que volvió Monipodio, entraron con él dos mozas, afeitados los rostros, llenos de color los labios y de albayalde los pechos, cubiertas con medios mantos de añascote, llenas de desenfado y desvergüenza: señales claras por donde en viéndolas Rinconete y Cortadillo conocieron que eran de la casa llana, y no se engañaron en nada, y así como entraron se fueron con los brazos abiertos la una a Chiquiznaque y la otra a Maniferro, que estos eran los nombres de los dos bravos, y el de Maniferro era porque traia una mano de hierro en lugar de otra que le habian cortado por justicia: ellos las abrazaron con grande regocijo, y les preguntaron si traian algo con que mojar la canal maestra.
Para sacarle desta estraña imaginacion, muchos, sin atender a sus voces y rogativas, arremetieron a él y le abrazaron, diciéndole que advirtiese y mirase cómo no se quebraba.
Con esto se abrazaron y despidieron, quedando que otro dia por la mañana le enviaria a llamar, para que fuera de la ciudad se pusiesen a caballo, y siguiesen disfrazados su jornada.
No se abrazaron unos a otros, porque donde hay mucho amor no suele haber demasiada desenvoltura.
Y luego se abrazaron los dos, y Sancho subió en su rucio, y Ricote se arrimó a su bordón, y se apartaron.
Finalmente, don Quijote y Sancho se abrazaron y quedaron amigos, y con parecer y beneplácito del gran Carrasco, que por entonces era su oráculo, se ordenó que de allí a tres días fuese su partida, en los cuales habría lugar de aderezar lo necesario para el viaje, y de buscar una celada de encaje, que en todas maneras dijo don Quijote que la había de llevar.
Todos se abrazaron y quedaron de darse noticia de sus sucesos, diciendo don Fernando al cura dónde había de escribirle para avisarle en lo que paraba don Quijote, asegurándole que no habría cosa que más gusto le diese que saberlo, y que él, asimesmo, le avisaría de todo aquello que él viese que podría darle gusto, así de su casamiento como del bautismo de Zoraida, y suceso de don Luis, y vuelta de Luscinda a su casa.

© Todos los derechos reservados Buscapalabra.com

Ariiba