Ejemplos con sábana

Muchas veces la mejor manera de entender el significado de una palabra, es leer textos donde aparece dicha palabra. Por ese motivo te ofrecemos innumerables ejemplos extraidos de textos españoles seleccionados.

Sus manos parecían arañar suavemente su sábana Talvez era un recuerdo tributado a aquel famoso elefante que le regalara Mister Davis.
La sábana de agua que se encorvaba al desprenderse de las altas rocas despertó en su memoria ensueños anteriores.
¡Como si toda la vida del planeta estuviese concentrada en la pequeña isla y hubiera que matar para poder existir en ella! ¡Como si no hubiese vida ni civilización más allá de la sábana azul que rodeaba a este pedazo de tierra, con su grupo humano de almas primitivas, petrificadas en las costumbres de otros siglos! Ésta era la última noche de su existencia salvaje.
Pensaba éste en la oportunidad de abandonar su peligroso observatorio, cuando vió que algo blanco, semejante a un mantel o una sábana, flotaba en la torre de la iglesia.
De mucha diversión había servido a las españolas ver cómo las inglesas sacaban muy formales un periódico, tamaño como la sábana santa, del bolsillo, y se lo leían de la cruz a la fecha.
La inmensa sábana azul del Océano, donde brillaban tres o cuatro velas como blancas gaviotas, cerraban el panorama.
Después que ya no tuvo más palabras en el cuerpo, cubriéndose con la sábana hasta los ojos dejó escapar una serie interminable de resoplidos entremezclados de frases incoherentes.
Apretó la sábana con las manos convulsas, y lanzó una serie de interjecciones brutales, entregándose a una de esas cóleras breves y terribles de los hombres sanguíneos.
Una sábana ¡calla!replicó la joven levantando un poco los ojos hacia las costureras y volviendo a abatirlos rápidamente.
Tendrá su manto de una sábana blanca y su corona ribeteada de papel.
Oyó un canto lúgubre que rasgaba como un lamento la calma de la noche, y vió pasar a un hombre, vacilante sobre sus piernas, que parecía ebrio, llevando a cuestas a otro, envuelto en una sábana, con un brazo colgante que le golpeaba a cada paso.
Primeramente colocó en el centro de la entrada la mesita blanca de pino en que comía la familia, cubriéndola con una sábana y clavando los extremos con alfileres.
El tío Frasquito se tapó la cabeza con la sábana, apretó mucho los ojos y por tres veces se santiguó muy de prisa.
Querían ver el niño, el pobre , y entrando en el , le contemplaron todavía en la cama, el embozo de la sábana hasta el cuello, marcando apenas el bulto de su cuerpo bajo la cubierta, con la cabeza rubia inerte sobre el almohadón.
Pero callaba viendo que la hermana seguía sus consejos económicos ysegún sus palabrasno estiraba el pie fuera de la sábana.
La multitud agolpábase ante los altares para oír mejor a los actores, granujillas del barrio, roncos de tanto vocear los versos, orondos en sus trajes de ropería, orgullosos de lucir el bonete con pluma y tirar de la espada cuando lo requería el , y era de ver la atención con que escuchaba la predicación de San Vicente, representado siempre por un muchacho paliducho, pedante y melancólico, y las carcajadas con que celebraba las majaderías del motilón, personaje bufo que pasaba el tiempo tragando pan, sorbiendo rapé, sonándose las narices en un pañuelo como una sábana y agujereado como una criba, y diciendo estupideces subidas de color, todo para mayor edificación de los devotos del santo.
Nada, no, lo real, lo inmediato a su persona no lograba fijarse en su retina, pero en cambio, veía siempre, con una tenacidad desesperante, la blanca chaqueta arrugada brutalmente como la sábana del lecho después de una noche de placer, y luego luego veía también la cortina alzada revelando una parte del atentado vergonzoso, de la degradación maternal, que era para él un golpe de muerte.
Cruzó el espacio un silbido rápido, estridente, un ruido semejante al desgarro de inmensa sábana, y en lo más alto del cielo, después de una detonación de lejano cañonazo, esparcióse un haz de puntos luminosos de diversos colores, que descendieron lentamente, dejando tras sí culebrillas de fuego.
No pudiendo librar sus brazos de los vigorosos que la contenían, sus dedos se agarraron con rabia epiléptica a lo que encontraban, y querían deshacer y rasgar la sábana y la colcha.
Sacado al fin de aquel suplicio y bien envuelto en una sábana de baño, Jacinta le estrechó contra su seno diciéndole que ahora sí que estaba guapo.
En este ejercicio y en la misa matinal, las recogidas, como las madres, entraban en la iglesia con un gran velo por la cabeza, el cual era casi tan grande como una sábana.
El bajo de ópera se creía en el deber de apoyar la idea religiosa, por haberla expresado tantas veces con su sábana por la cabeza, haciendo el respetable papel de sumo sacerdote, y el del molino de chocolate azuzaba a los dos por ver si la cosa se enfurruñaba y no quedaban más que los rabos.
¿Y quién me asegura que el año que viene, cuando vuelva, no la encontraré en otra disposición? Vamos a ver ¿por qué no había de ser así? Se habrá convencido de que amar a un marido como el que tiene es contrario a la naturaleza, y su Dios, aquel buen Señor que está acostado en la urna de cristal, con su sábana de holanda finísima, aquel mismo Dios, amigo de Estupiñá, le ha de aconsejar que me quiera.
Lorenzo que estaba presente, con despecho y cólera tiró de un cabo de la sábana, y descubrió una mujer moza y no de mal parecer, la cual de vergüenza se puso las manos delante del rostro y acudió a tomar sus vestidos, que le servian de almohada, porque la cama no la tenia, y en ellos vieron que debia de ser alguna pícara de las perdidas del mundo.
—Aquí está Cornelia, respondió una mujer que estaba envuelta en una sábana de la cama, y cubierto el rostro, y prosiguió diciendo: ¡Válanos Dios! ¿es este algun buey de hurto? ¿Es cosa nueva dormir una mujer con un paje, para hacer tantos milagrones?.
Ida la vieja, se sentaron todos al rededor de la estera, y la Gananciosa tendió la sábana por manteles, y lo primero que sacó de la cesta fué un gran haz de rábanos y hasta dos docenas de naranjas y limones, y luego una cazuela grande llena de tajadas de bacallao frito: manifestó luego medio queso de Flándes, y una olla de famosas aceitunas, y un plato de camarones, y gran cantidad de cangrejos con su llamativo de alcaparrones ahogados en pimientos, y tres hogazas blanquísimas de Gandul: serian los del almuerzo hasta catorce, y ninguno dellos dejó de sacar su cuchillo de cachas amarillas, si no fué Rinconete, que sacó su media espada, a los dos viejos de bayeta y a la guia tocó el escanciar con el corcho de colmena.
Y así fué verdad, porque al instante entró un muchacho con una canasta de colar cubierta con una sábana.
Todo esto ha dicho una criada de Camila, que anoche la halló el gobernador descolgándose con una sábana por las ventanas de la casa de Anselmo.
En una dellas estaba pintada de malísima mano el robo de Elena, cuando el atrevido huésped se la llevó a Menalao, y en otra estaba la historia de Dido y de Eneas, ella sobre una alta torre, como que hacía señas con una media sábana al fugitivo huésped, que por el mar, sobre una fragata o bergantín, se iba huyendo.
Cada oveja con su pareja, y nadie tienda más la pierna de cuanto fuere larga la sábana, y déjenme pasar, que se me hace tarde.

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