Ejemplos con socorren

Muchas veces la mejor manera de entender el significado de una palabra, es leer textos donde aparece dicha palabra. Por ese motivo te ofrecemos innumerables ejemplos extraidos de textos españoles seleccionados.

porque en estando seco el maíz, quebrantan la mazorca torciéndola hacia abajo, colgada la caña así, porque si viniera algún aguacero extraordinario no le humedezca el grano, y vuelto al revés el sol y el viento lo enjuguen bien, y pasado el tiempo competente, lo cortan y lo ponen en sus patios y azoteas dias y noches al calor y al sereno hasta que totalmente sienten que está para guardar sin desgranar y con esta diligencia y hacer que sus trojes en forma que se ventilen los vientos ayudados del temperamento frío, dura el maíz cuatro a cinco años sin polilla, que se socorren de uno a otros años, habiendo hambre en otras partes.
—Pues de aquí adelante, respondió Monipodio, quiero y es mi voluntad que vos, Rincon, os llameis Rinconete, y vos, Cortado, Cortadillo, que son nombres que asientan como de molde a vuestra edad y a nuestras ordenanzas, debajo de las cuales cae tener necesidad de saber el nombre de los padres de nuestros cofrades, porque tenemos de costumbre de hacer decir cada año ciertas misas por las ánimas de nuestros difuntos y bienhechores, sacando el estupendo para la limosna de quien las dice, de alguna parte de lo que se garbea, y estas tales misas, así dichas como pagadas, dicen que aprovechan a las tales ánimas por via de naufragio: y caen debajo de nuestros bienhechores el procurador que nos defiende, el guro que nos avisa, el verdugo que nos tiene lástima, el que cuando alguno de nosotros va huyendo por la calle, y detras le van dando voces: al ladron, al ladron, deténganle, deténganle, uno se pone en medio, y se opone al raudal de los que le siguen, diciendo: déjenle al cuitado, que harta mala ventura lleva, allá se lo haya, castíguele su pecado, son tambien bienhechoras nuestras las socorridas, que de su sudor nos socorren así en la trena como en las guras, y tambien lo son nuestros padres y madres que nos echan al mundo, y el escribano que si anda de buena, no hay delito que sea culpa, ni culpa a quien se dé mucha pena, y por todos estos que he dicho, hace nuestra hermandad cada año su adversario con la mayor popa y soledad que podemos.
-Pues, de aquí adelante -respondió Monipodio-, quiero y es mi voluntad que vos, Rincón, os llaméis Rinconete, y vos, Cortado, Cortadillo, que son nombres que asientan como de molde a vuestra edad y a nuestras ordenanzas, debajo de las cuales cae tener necesidad de saber el nombre de los padres de nuestros cofrades, porque tenemos de costumbre de hacer decir cada año ciertas misas por las ánimas de nuestros difuntos y bienhechores, sacando el estupendo para la limosna de quien las dice de alguna parte de lo que se garbea, y estas tales misas, así dichas como pagadas, dicen que aprovechan a las tales ánimas por vía de naufragio, y caen debajo de nuestros bienhechores: el procurador que nos defiende, el guro que nos avisa, el verdugo que nos tiene lástima, el que, cuando alguno de nosotros va huyendo por la calle y detrás le van dando voces: , uno se pone en medio y se opone al raudal de los que le siguen, diciendo: Son también bienhechoras nuestras las socorridas, que de su sudor nos socorren, ansí en la trena como en las guras, y también lo son nuestros padres y madres, que nos echan al mundo, y el escribano, que si anda de buena, no hay delito que sea culpa ni culpa a quien se dé mucha pena, y, por todos estos que he dicho, hace nuestra hermandad cada año su adversario con la mayor popa y solenidad que podemos.
Y si no fuese por esto, no se podrían socorrer en sus peligros los caballeros andantes unos a otros, como se socorren a cada paso.
Y pocos lo socorren.
La compañía del heroísmo guerrero y la vocación del amor caritativo y piadoso de que nace el heroísmo de la santidad, es unión contradictoria y tremenda, como de principios enemigos, que, mientras se abrazan, se repelen, y mientras se socorren, se odian, pero de esta contradicción, comparable a las disonancias con que el músico de genio suele obtener estupenda y paradójica armonía, nace aquel género de sublimidad que admiramos en el alma ardiente del cruzado, en quien compiten el derretimiento de piedad y el ímpetu vengador.
—Acuden con sus armas a amparar cuantos se socorren de ellas.
Él es único refugio de cuantos les falta el natural, que entonces se socorren del modo, y alcanzan más con el cuidado que otros con la natural perfección.
Siendo verdad infalible que todos los judíos de España consisten para los asientos en dos cosas, que son caudal pronto y crédito puntual: con el caudal trajinan y negocian, con el crédito socorren.

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