Ejemplos con remedando

Muchas veces la mejor manera de entender el significado de una palabra, es leer textos donde aparece dicha palabra. Por ese motivo te ofrecemos innumerables ejemplos extraidos de textos españoles seleccionados.

La iglesia se construyó siguiendo o remedando la forma de basílica con el ábside dirigido a Oriente.
No falta un estudiante que en la taberna de su pueblo haga discursos pomposos y altisonantes, remedando los que en Madrid había oído.
Eran destellos de la enorme pupila las gotas de refulgente argentería líquida que saltaban de rayo a rayo, a cada vuelta, y el quejido penoso que la pesada rueda exhalaba al girar, completaba el símil, remedando el hálito del monstruo.
Los tubos, intestinos de aquel húmedo vientre, daban mil vueltas, y tan pronto rastreaban a flor de tierra, parecidos a sierpes enormes, como se erguían a la bóveda, remedando los negros tentáculos de un pulpo descomunal.
Pero ¿qué era lo de anoche? Maltrana sonrió, como si recordase algo, y dijo, remedando a su amigo, con entonación dramática:.
Llegado el día en que Espartero dio por terminado el plantón de Albacete, Milagro le siguió, agarradito a sus faldones y remedando fielmente las diversas caras de alegría o desaliento que iba poniendo el ídolo, según las circunstancias.
Al pasar él junto a ellos, callaban, hacían esfuerzos para conservar su gravedad, aunque les brillaba en los ojos la alegre malicia, pero según iba alejándose, estallaban a su espalda insolentes risas, y hasta oyó la voz de un mozalbete que, remedando el grave tono del presidente del tribunal, gritaba:
Y la otra, dándole palmaditas cariñosas y remedando su mismo tono lastimero, añadió en son de burla:.
El corazón le latía como avisando un peligro, y los oídos le zumbaban remedando una canción de amor.
Hablan de mí, y le está contando cómo pasó el lance me imita, remedando mi movimiento, cuando la cogí por los brazos ¿Qué dirán, Dios mío, qué dirán? Me parece oírlas Que soy un trasto y que me debían mandar a presidio.
Remedando a un antiguo compañero mío, elige a V.
Patricio remedando la voz del capitán de la Milicia-.
Nicolasa, con suma blandura, enjugó las lágrimas del mozo con el propio pañuelo de ella, luego le dió tres o cuatro palmaditas en el grueso y robusto cogote, luego le hizo unas cuantas muecas como remedando la desconsolada cara que ponía, y, por último, le pegó un afectuoso y archi-familiar tirón de las narices.
Presentación haciendo gestos de delicada urbanidad, remedando a una persona que durante el paseo encuentra en la calle a un conocido, parose ante D.
Desde niña había sido reputada como un ángel, no hacía más que rezar y cantar a estilo de coro, remedando lo que oía en las Carboneras.
Pasado que hubo el río, preguntó por su camino, y se encontró con que su joroba iba remedando su voz y repitiendo cuanto decía, como si en lugar de joroba hubiese llevado a la espalda una peña con un eco.
remedando sangrientos abordajes, en que se batía con gloria su.
—Sí, eso, eso —dijo Doña Francisca remedando el.
-Lo merece, y es justo -repitió el anciano, remedando al sobrino-, y yo le dejaría los reinos de España.
El hombre rico se hace en seguida gran conocedor de las bellas artes y de la literatura, y las protege, remedando á Lorenzo el Magnífico y á Mecenas, adorna y hermosea su patria con soberbios monumentos, como Herodes Atico, y hace, por último, otros cien mil beneficios.
Cuantos habían caído en sus redes y habían sido con ella pecadores, estaban pervertidos muy de antemano, de modo que ella no agostó ninguna virtud en flor, ni remedando al demonio robó ángeles al cielo para llevárselos consigo.
-¡Qué gazmoñería! -dijo Osmunda remedando a la atribulada joven.
-¿Dónde está el milagro? -respondió Ana mirando a Pablo también y remedando su asombro con un expresivo gesto entre risueño y burlón.
Cuál de ellos imitaba al carnero, cuál otro al perro, éste bufaba como un toro, y aquél, después de darse unas palmaditas en el pecho, remedando el aleteo del gallo, exhalaba un agudo quiquiri-qui, y todos, eso sí, muy serios, graves y circunspectos.
El eco de aquella risa se prolongó por mucho rato, repercutiendo en las cuatro tapias del jardín y remedando con su estridente son el chasquido de los huesos de muerto cuando dan unos contra otros.
especies, asisten en todas partes remedando inmensidad, señoreando en un instante todo el.
desenfadadas todas, tan artesonados los techos, que remedando cielos, hicieron a tantos ver.
Consérvase memoria de que la delación estaba concebida en estos términos: “Tésalo, hijo de Cimón Lacíade, denuncia a Alcibíades, hijo de Clinias Escambónide, de haber ofendido a las Diosas Deméter y su hija, remedando los misterios y divulgándolos a sus amigos en su casa, habiéndose puesto el ornamento que lleva el hierofantes cuando celebra los misterios, tomando él mismo el nombre de hierofantes, dando a Lolición el de porta-antorcha y a Teodoro Fegeo el de proclamador, y llamando a sus amigos iniciados y adeptos, contra lo justo y lo establecido por los Eumólpidas, los proclamadores y los sacerdotes de Eleusis”.
En los ángulos del estuche se retorcían cuatro serpientes de oro, dos piedras llameaban en cada cual de las achatadas cabezas, remedando los ojos del reptil.
A la tarde se vino muy dequedito, y remedando la voz de la cabra, se puso a decir:.

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