Ejemplos con propagandista

Muchas veces la mejor manera de entender el significado de una palabra, es leer textos donde aparece dicha palabra. Por ese motivo te ofrecemos innumerables ejemplos extraidos de textos españoles seleccionados.

El historiador israelí Benny Morris ha descrito a Martin Gilbert como un propagandista que usa datos que sobreestiman las bajas en la historia de Israel.
Lanzando anatemas de demonización sobre un individuo o un grupo de individuos, acusado de ser responsable de un problema real o supuesto, el propagandista puede evitar hablar de los verdaderos responsables y profundizar en el problema mismo.
El amor a la patria y el deseo de paz, de libertad, de gloria, de justicia, de honor y de pureza permiten asesinar el espíritu crítico del auditorio, pues el significado de estas palabras varía según la interpretación de cada individuo, pero su significado connotativo general es positivo y por asociación los conceptos y los programas del propagandista serán percibidos como grandiosos, buenos, deseables y virtuosos.
Y al igual que Stefansson, era un propagandista del Ártico, elogiando con entusiasmo su belleza y su gran valor potencial para el mundo civilizado.
Viereck, un poeta, fue enviado a prisión durante la II Guerra Mundial por su trabajo como propagandista a sueldo de la Alemania nazi.
En las fases avanzadas de los disturbos de la revolución, el amiguete maoista Wang Hongwen dirigió las acciones de los Guardas, con coordinación cerca con el cacique señor de Shanghái Zhang Chunqiao y propagandista Yao Wenyuan.
Varban Kilifarski Militante, propagandista y pedagogo libertario Búlgaro.
Leni Riefenstahl es probablemente la más famosa propagandista, su película El triunfo de la voluntad es considerada aún hoy como una pieza maestra de la cinematografía.
Gracias a esa recomendación, fue zapatero, sastre, vendió carbón, boxeo, corrigió pruebas, propagandista, vendedor, etc.
Y a mí ¿qué me importa? Lo que usted debe tener presente es que mi recomendado es en su pueblo el mejor agente de la política del Gobierno, que es un incansable propagandista de ella, y que tal vez a sus esfuerzos heroicos debo yo mi elección.
La bella y santa idea de la Fraternidad humana en todas sus aplicaciones debe encontrar en el misionero evangélico su más entusiasta propagandista, y así es como este apóstol logrará llevar a los altares de un Dios de paz a un pueblo dócil, regenerado por el trabajo y por la virtud, al campo y al taller, a un pueblo inspirado por la idea religiosa que le ha impuesto, como una ley santa, la ley del trabajo y de la hermandad.
Los que gozamos de aquel lindo espectáculo éramos cinco: Córdoba y López, federal exaltado y escritor valiente, Emigdio Santamaría, furioso propagandista republicano, Mateo Nuevo, otro que tal, revolucionario de acción, que a la idea consagraba toda su actividad y toda su pecunia: los dos restantes, inferiores sin duda en edad, saber y gobierno, nos habíamos conocido y tratado en una casa de huéspedes donde juntos hacíamos vida estudiantil.
Entre aquellas obtuvo enorme circulación la titulada , escrita por la propagandista republicana Modesta Periú.
La presencia de una mujer parecía animarle, despertando su antiguo ardor de propagandista.
Pero Luna había tomado impulso al remover sus recuerdos históricos y no se detenía, arrastrado por su ardor de propagandista.
Pero no podía retroceder: le arrastraba el afecto de sus discípulos y su antiguo afán de propagandista.
Mostrábase más radical y feroz en sus ilusiones que Gabriel, y éste alababa sus audacias de propagandista, sus peligrosas excursiones por las grandes ciudades, entre la policía puesta en guardia, llevando al brazo la caja vieja de sombreros llena de impresos que podían conducirla a la cárcel.
Volvió a escribirme, y tampoco contesté, acaparado por los accidentes de mi vida de propagandista.
¿Supieron el fracaso del propagandista sus superiores jerárquicos? ¿Le consideraron inútil para desengañar del mundo a herederas de millones? Un día se notó su falta a la hora de la comida, los demás hablaron de él como miembro que se amputa, y luego le rezaron por muerto.
Sus amigos no podían con él, estaba furioso, poco faltaba para que insultase a los que le contradecían, y su numen paradójico se excitaba hasta un grado de inspiración que le hacía parecer un propagandista de la secta de los.
Uno de los más chiflados de la escuela se esforzaba en convencer a Rubín, tomando ese tonillo de unción y ese amaneramiento de cuello torcido y ojos bajos en que cae todo propagandista de doctrina religiosa, cualquiera que sea.
Alguien ha dicho que amores desgraciados la empujaron a la devoción primero, a la caridad propagandista y militante después.
Setenta años más tarde, Pujitos hubiera sido un zapatero suscrito a dos o tres periódicos, teniente de un batallón de voluntarios, vicepresidente de algún círculo propagandista, elector diestro y activo, vocal de una comisión para la compra de armas, inventor de algún figurín de uniforme, hubiera hablado quizás del y del y en vez de empezar sus discursos así: , los comenzaría de este otro modo:.
Le divertía y le convenía la inquina de Ronzal, gran propagandista de la leyenda de que era Mesía el héroe, y aquella leyenda era muy útil, para muchas cosas.
-Y a mí ¿qué me importa? Lo que usted debe tener presente es que mi recomendado es en su pueblo el mejor agente de la política del Gobierno, que es un incansable propagandista de ella, y que tal vez a sus esfuerzos heroicos debo yo mi elección.
Por fin el neo-malthusianismo resplandece como el medio más práctico para alcanzar un beneficio directo y de inmediatos resultados en favor de las clases desheredadas que, hasta ahora, han ido dando tumbos de una idea a otra, ora siguiendo a este propagandista de futuras bienandanzas pero nada prácticas ni beneficiosas para el presente, ora corriendo tras de aquél que predica la gloria divina pero, también, sin dar pan ni mejoramiento alguno en el momento presente que es cuando más se necesita, o bien afanoso tras de esotro que, con una maestría admirable, parece que nos quiere salvar de las miserias presentes con tal o cual forma de régimen político, y, en realidad, quien se emancipa, quien halla un beneficio directo, es el que predica o propaga sabiéndose aprovechar de la posición que, al ser pastor de rebaño, ha alcanzado, siguiendo los calamitosos tan miserables como antes sin haber obtenido otra cosa que vanas promesas que nunca llegan a ser realidades.
Se celebró mucho la ocurrencia por todos los presentes, incluso Maravillas, que por aquella vez no usó la sonrisita a que le obligaba de continuo su papel de librepensador propagandista, por todos, menos por Leto, que se quedó mirando de hito en hito al fiscal.
Al hablar incidentalmente de las hadas cumplí con mi deber de propagandista del sentido poético, hoy casi perdido por culpa de los literatos y los intelectuales, que han esgrimido contra él las armas humanas y poderosas de la ironía y el análisis.
¡Usted, gentleman, mezclándose en cosas políticas de nuestro país y apoyando de una manera tan descarada a un propagandista del varonismo, enemigo de la tranquilidad del Estado! Tiemblo por usted y tiemblo por mí.
A éste siguió el conde de San Juan de Lurigancho, famoso propagandista de las ideas revolucionarias, y también el de la linterna le espetó un.

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