Ejemplos con poseyeron

Muchas veces la mejor manera de entender el significado de una palabra, es leer textos donde aparece dicha palabra. Por ese motivo te ofrecemos innumerables ejemplos extraidos de textos españoles seleccionados.

Los príncipes poseyeron otra residencia en Viena, en la zona de Herrengasse, fue demolida pero se pudo salvar el mobiliario neoclásico de una biblioteca, que se trasladó al actual museo.
Por otro lado, tras las derrotas de los hicsos, los faraones egipcios trataron de reconquistar los territorios que una vez poseyeron en el norte de Siria.
Varios califas y emires poseyeron viñedos y bebían vino y aunque hubo leyes escritas que proscribían la venta de vino, las dinastías más liberales permitieron a los cristianos continuar con el cultivo de sus viñedos y la elaboración del vino, sobre todo en los monasterios.
Las diferentes culturas que existieron en el continente americano antes de la llegada de los españoles poseyeron diferentes estructuras sociales más o menos complejas en las cuales y como rasgo común entre todas ellas, había un grupo dirigente que ostentaba el poder y regía los destinos de las poblaciones y territorios sometidos a su mando.
Ambas familias poseyeron granjas, bosques, y tierras así como casas muy agradables en varias ciudades danesas incluso Copenhague.
En esta época los monasterios poseyeron una función multifuncional, eran centros religiosos, culturales y de productividad agraria, dentro todo ello del contexto feudal del momento.
Pero, dejémoslos, no quiero hablaros por hoy más que de Valdemar Daae y de sus hijas que también lo poseyeron en su tiempo.
Invadiéndola, pues, prontamente se apoderaron de todo el país, que se extiende a entrambos mares, y en lo antiguo lo poseyeron los Tirrenos, como los nombres mismos nos lo testifican, porque al mar del norte lo llaman Adriático, de la ciudad tirrena del propio nombre, y al que se inclina al austro, Mar Tirreno.
Dejan este vestigio, sobre todo, la fe y la apasionada convicción que te poseyeron en la dulce primera edad del pensamiento, cuando las creencias que adquieres cruzan sus estambres en los husos que van urdiendo el tejido más fino y resistente de tu personalidad, cuando la idea traba con las potencias afectivas asociaciones de esas que ya no se disuelven sin entrar a desanudarlas en el mismo centro del alma.
El general menosprecio en que la concepción ascética de la vida confundió todos los bienes y superioridades de la tierra, ha sacrificado, sin duda, durante muchas generaciones humanas, tesoros cuantiosísimos de genio, de habilidad, de energía, reprimidos en lo interior del alma por los mismos que los poseyeron, juzgándolos vanidad, pérfido señuelo del mundo, tentación de frialdad y apartamiento respecto de la única idea que consideraban digna de amor.
Dícese de este Autólico que fue hijo de Delmaco, y con Héracles partió de la Tesalia a hacer la guerra a las Amazonas, que navegando de allí después con Demoleonte y Flogio perdió su nave, por haberse estrellado en el promontorio del Quersoneso, llamado Pedalio, y que, habiendo llegado salvo a Sinope con sus armas y sus amigos, arrebató a los Siros la ciudad, pues la poseyeron, según se dice, los Siros descendientes de Siro, hijo de Apolo y de Sinope Asópide, oída la cual relación, no pudo menos Luculo de traer a la memoria la advertencia de Sila, quien previene en sus Comentarios que nada tenía por tan digno de fe y tan seguro como lo que se le significaba en los sueños.
Qué le pasó entonces por las regiones aletargadas del cerebro, qué revoltijo de ideas incongruentes y de bizarras imágenes le poseyeron, no se sabe a ciencia cierta, pero es cosa averiguada que a las altas horas de la noche, saliendo de repente de su batalla y poniendo las manos entrelazadas debajo del cogote, exclamó para sus adentros, en estado ya de perfecta lucidez:.

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