Ejemplos con plétora

Muchas veces la mejor manera de entender el significado de una palabra, es leer textos donde aparece dicha palabra. Por ese motivo te ofrecemos innumerables ejemplos extraidos de textos españoles seleccionados.

Además, durante sus diez años de su periodo hindú, producirá una plétora de trabajos sobre la India, realizando estudios del subcontinente en prácticamente cada una de las ciencias sociales, escribiendo sobre las leyes, la música, la literatura, la botánica y la geografía locales y realizando las primeras traducciones en inglés de muchas obras importantes de la literatura hindú, contribuyendo con numerosos artículos a la revista de la Asiatick Society.
Incorpora una plétora de modelos de aplicación para el campo de fenómenos de transporte incluyendo transporte iónico y difusión de multicomponentes.
La plétora de las grabaciones no-oficiales, con o sin Barrett en la banda, muestra que la banda improvisaba a menudo y cambiaba los arreglos con cada interpretación que pasaba.
En contraste con Oyo, donde los soberanos debían vérselas con una nobleza hereditaria, el Estado de Benín contenía una plétora de asociaciones que permitían a la gente común avanzar en la escala social.
El sarcasmo y la estupidez del dúo dieron a los adolescentes estadounidenses una plétora de nuevos términos en slang, incluyendo buttmunch, fartknocker, bunghole, cornhole, turd burgler, ass munch, ass wipe, ass goblin, TP y spank the monkey.
La zona centro de la ciudad es una plétora de edificios abandonados mezclados con unos pocos negocios que se mantuvieron abiertos.
Si ininteligibles son los oradores que padecen plétora de ideísmo, en el mismo caso están los anémicos de pensamiento, que al propio tiempo disfrutan de una fácil y florida palabra.
Exceso de vida era quizás, plétora de sentimientos y pasiones.
Pedro López creyó sucumbir de plétora de inspiración al dar cuenta en del gran baile de celebrado el lunes de Carnaval en casa de los excelentísimos señores marqueses de Villamelón Hay situaciones, hay espectáculos que el hombre comprende y admira con su instinto, pero no puede describir ni comentar con su talento, en tales casos, el poeta más grande, el escritor más maestro, es el que exhala el grito más natural, la exclamación más vehemente Por eso juzgó Pedro López la mejor manera de describir el mágico baile estampar al frente de una cuartilla un ¡¡¡Oh!!! profundo, un verdadero de pecho literario, y dejar todo lo demás en blanco.
toda la verdad, llegó a tal punto mi plétora de sávia, de amor y de entusiasmo, que me parecía que yo mismo iba a cubrirme de hojas y a echar ramas como un alcornoque.
En un principio determinaron la dolencia la vida sedentaria, la desmedida codicia en el comer y su natural plétora sanguínea: luego vino el dormirse fácilmente en cualquier parte, el echar vientre y digerir a duras penas, acentuándose la repugnancia a todo esfuerzo físico.
Viéndoles juntos, se observaba extraordinario parecido entre el señor de la Lage y su sobrino carnal: la misma estatura prócer, las mismas proporciones amplias, la misma abundancia de hueso y fibra, la misma barba fuerte y copiosa, pero lo que en el sobrino era armonía de complexión titánica, fortalecida por el aire libre y los ejercicios corporales, en el tío era exuberancia y plétora, condenado a una vida sedentaria, se advertía que le sobraba sangre y carne, de la cual no sabía qué hacer, sin ser lo que se llama obeso, su humanidad se desbordaba por todos lados, cada pie suyo parecía una lancha, cada mano un mazo de carpintero.
En su cerebro, extraviado por la plétora de vida, empezaron a dibujarse las exigencias de un nuevo deseo.
¡Qué plétora de savia! ¡Qué desbordamiento de vida vegetal!.
Tengo como una plétora de fuerza disponible.
Maldita idea la de aquella buena señora que quiso hacer un sacerdote del mocetón fornido que antes que continencias necesitaba esparcimientos y escapes para su plétora de vida.
De aquí resultan las vocaciones falsas, llenando con plétora de fantaseos y esperanzas la inocente cabeza de los niños.
Existe en medio de la llama de amor una mecha o pábilo que la destruye al fin, nada permanece en un mismo grado de bondad constantemente, pues la salud misma degenerando en plétora perece por su propio exceso.
Imitar el régimen externo de naciones antiguas, ya civilizadas, exuberantes de población y escasas de territorio, es caer en un grosero y funesto absurdo, es aplicar a un cuerpo exhausto el régimen alimenticio que conviene a un hombre sofocado por la plétora y la obesidad.
plétora.
La sangre ha aumentado, había plétora, le atacó un apoplejía fulminante y me avisaron muy tarde.
La mañana era espléndida y luminosa, el intenso azul del cielo, las fulgencias del cristalino espacio, las ráfagas de luz, el viento saturado de montesinas fragancias, la onda, en fin, de inmensa vitalidad en que se sintió envuelta hízola bambolearse y cerrar los ojos deslumbrada y embriagada por aquella plétora de vida.
-Se casa, se aburre más que de soltero, hace del ángel un demonio, y revienta de una plétora de vino.
Irguiéndose sobre pedestales de extrañas formas, estatuas fragmentarias -María de Magdala, Salomé, Judith, Parsifae, de Creta, Calimanthe- surgían de labradas estofas, historiadas de inverosímiles fieras y exóticos pájaros que evocaban al remoto Oriente, y por todas partes, en los búcaros de tornasolado vidrio veneciano, en las cinceladas copas de orfebrería italiana del siglo XVI, en los barros españoles y en los policromos tibores chinescos, flores, muchas flores en plétora de matices y fragancias.
- ¡Oh! ¡qué plétora de agua! -dijo Cipriano.
Dios fue servido enviarnos plétora de billetes de Banco y eclipse total de monedas.
La plétora de sus ideas le congestionó y no pudo concluir bien aquel brillante rosario de conceptos,.
Su corrección es la del genio que adivina y crea su lengua, no es la corrección enteca y valetudinaria del estilo académico, sino la expansión generosa de un temperamento artístico, la plétora sanguínea de los grandes escritores del Renacimiento, cuando todavía la secta de la difícil facilidad no había venido a encubrir muchas impotencias.
Son egoístas del tipo suicida: quieren para ellos hasta lo innecesario, aunque la plétora los reviente.

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