Ejemplos con perpetuo

Muchas veces la mejor manera de entender el significado de una palabra, es leer textos donde aparece dicha palabra. Por ese motivo te ofrecemos innumerables ejemplos extraidos de textos españoles seleccionados.

Y es que había profesado pertenecer a las casas de huéspedes, como a una orden religiosa, y hecho voto de pupilaje perpetuo.
Era, además, alcalde perpetuo de su pueblo, y consejero nato de media docena de Municipios limítrofes, y estaba muy bien relacionado con gentonas de Madrid, que le debían favores semejantes al que estaba dispensando a don Simón.
Así,pensaba yo,así se van las alegres ilusiones, así se desvanecen las más risueñas esperanzas: La vida es un perpetuo dolor.
Aquella Visanteta, con su peinado de la huerta, su perpetuo ceño y sus contestaciones secas y desabridas, era una gran criada, que se ganaba a conciencia el salario.
Así no consiguen nunca lo que desean y viven condenados al perpetuo alcaldazgo de don Basilio, conspicuo villaverdino, reflexivo y listo, que intriga más de lo que parece y que sabe más de lo que suponen sus paisanos.
El alcalde perpetuo, don Basilio, dice, cuando de esto se trata: que en esa falta de aspiraciones está la dicha de Villaverde y la felicidad de sus gobernados.
Lo más característico en el concejal perpetuo era la expresión de su rostro, semejante a la de una persona que está oliendo algo muy desagradable, lo que provenía de cierta contracción de los músculos nasales y del labio superior.
Allá a lo lejos se oía el perpetuo sollozo de la represa, y chirriaban los carros cargados de tallos de maíz o ramaje de pino.
Aquel hombre parecía la sombra de las muchachas: no era posible volver la cabeza sin encontrársele: y don Pedro reparó también que al surgir detrás de un pilar o por entre los árboles el rondador perpetuo, la cara triste y ojerosa de Carmen se animaba, y brillaban sus abatidos ojos.
—Ni por pienso, replicó Vidriera, porque seria el hallarla hallar un perpetuo y verdadero testigo de su deshonra.
—Si con la ventura que me falta, me faltase ahora ¡oh hermosa Leocadia! el atrevimiento de descubriros los secretos de mi alma, quedaria enterrada en los senos del perpetuo olvido la mas enamorada y honesta voluntad, que ha nacido ni puede nacer en un enamorado pecho.
Seguíale Sancho a pie, llevando, como tenía de costumbre, del cabestro a su jumento, perpetuo compañero de sus prósperas y adversas fortunas, y, habiendo andado una buena pieza por entre aquellos castaños y árboles sombríos, dieron en un pradecillo que al pie de unas altas peñas se hacía, de las cuales se precipitaba un grandísimo golpe de agua.
¿No te dije yo, Sancho, que me habían de sobrar escuderos? Mira quién se ofrece a serlo, sino el inaudito bachiller Sansón Carrasco, perpetuo trastulo y regocijador de los patios de las escuelas salmanticenses, sano de su persona, ágil de sus miembros, callado, sufridor así del calor como del frío, así de la hambre como de la sed, con todas aquellas partes que se requieren para ser escudero de un caballero andante.

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