Ejemplos con palpando

Muchas veces la mejor manera de entender el significado de una palabra, es leer textos donde aparece dicha palabra. Por ese motivo te ofrecemos innumerables ejemplos extraidos de textos españoles seleccionados.

Video de Enlace Nacional Palpando el Arte.
Semanas después, Warnes pudo ver el resultado de su convocatoria, palpando el heroísmo cruceño en su máxima expresión.
Primero se debe examinar cada testículo por separado palpando suavemente con los dedos de ambas manos en busca de bultos alrededor de toda la superficie.
El varón debe examinar suavemente cada testículo palpando en busca de bultos duros y luego comparar ambos.
Ellos pueden evaluar la presión intracerebral palpando la tensión de las fontanelas, las cuales deben ser planas y firmes.
¡Era para él! ¡Venían a retarlo a la puerta de su vivienda! Miró fijamente su escopeta, se llevó la diestra a la faja, palpando el metal del revólver, tibio por el contacto del cuerpo, dio dos pasos hacia la puerta, pero se detuvo y alzó los hombros con una sonrisa de resignación.
¡Vendrás muerta de frío, hija mía!dijo acariciándole el rostro, palpando su espalda.
Paseó los dedos por la puerta, palpando las molduras, deslizándolos por las superficies barnizadas, como si buscase a tientas una rendija, un agujero, algo que le permitiese llegar hasta el hombre que estaba al otro lado.
Al contrario, se desconfía de la amabilidad excesiva y, sobre todo, de la sonrisa dulzona, se le buscan a cada hombre los pliegues y repliegues del alma con el mismo cuidado y atención con que un disecador va palpando y poniendo a la vista con el bisturí todas las fibras de la máquina corporal.
El que entraba, iba despacio por el pasillo de las butacas para no tropezar, palpando los cráneos de los que las ocupaban, por ver si había alguna vacante.
¡Fuego! Y con un tiro en la mitad del pecho, vaciló Sol, palpando el aire con las manos, como una paloma que aletea, y a los pies de Juan horrorizado, cayó muerta.
Palpando la obscuridad avanzamos por las angostas calles, a cada paso nos detenían informes bultos yacentes, otros movibles.
Qué gordito, ¿eh?decía palpando la pechuga del cadáver.
La risa le retozaba en el cuerpo, con los dedos metidos en la faltriquera iba palpando los duros, y de trecho en trecho, temerosa de ser seguida, volvía la cara.
Por fin llegó palpando paredes a la puerta de la capilla, y buscando la cerradura con las manos, empezó a rasguñar en el hierro.
-Te digo que no veo nada -prosiguió Gil de la Cuadra, revolviendo los sanguinosos globos de sus ojos y palpando con las flacas manos en el aire-.
Entraban en él los ganados por todo su perímetro, y cuál ganadero elegía para sus reses la despejada braña, cuál otro amarraba su pareja, por inquieta y asombradiza, al rugoso tronco, quién buscaba lo más sombrío para hacer menos visible la roña de un cuero chamuscado, quién prefería los rayos del sol para que brillaran más las prendas de sus rozagantes bestias, y en el ínterin, los compradores y los curiosos hormigueaban, viendo, palpando y preguntando, sin que se durmiera el cuidadoso pedáneo ni la vigilante Guardia civil, temerosa de que anduviese por el ferial la extraña mano aleve que, en concursos idénticos, suelta la mosca que produce la dispersión tumultuosa del ganado, horrendo conflicto que se aprovecha para robar con poco riesgo.
Pablo, como quien despierta de un sueño agradable y se deleita en armonizar ideas no muy acordes, y en grabar en la mente imágenes fugaces y confusas, Nisco, viendo y palpando cuadros de bulto, con luz de colores y auras de tomillo y malvarrosa.
-¡Ah! -replicó doña Beatriz sin poner atención en lo que le decía, y palpando sus manos y sus armados brazos-, ¿pero eres tú?, ¿pero estás vivo?.
Caminamos por la vida, palpando en las tinieblas, como ciegos, y sólo Dios sabe lo que nos sucederá mañana.
Salió Calpena de la triste casona, palpando paredes se encaminó a su alojamiento, y lo primero que hizo fue dar órdenes para partir de madrugada.
Por la estrecha calle que las pilas de aquellos nobles vestigios dejaban al tránsito, se escabulló con ligereza hasta dar con una escalera por la cual subió, como si dijéramos, de memoria, palpando y reconociendo con manos y pies.
Bajó Fernando a poner en planta a su gente, y antes de que apuntara el día dirigiose Santiago a la parroquia, palpando paredes, que no era posible de otro modo recorrer las empinadas, tenebrosas y retorcidas calles de Fuenmayor, hasta dar con la plaza.
Dio a su amigo las buenas noches con palabra tartajosa, y palpando mamparos llegó a su dormitorio, y en el coy se arrojó, que fue como si se arrojara en el mar del sueño, porque al instante se quedó dormido.
Como loco me abalancé hacia el lecho de Casianilla, colocado en otro testero de la estancia, y palpando en las ropas revueltas advertí que estaba vacío.
Palpando las paredes pude llegar con dificultad a mi alojamiento.
No era muy escrupuloso el Marqués en materia de moral privada, pero una noche había entrado palpando las paredes para atravesar el salón y llegar al gabinete, cuya puerta estaba entornada, su mano tropezó con una nariz en las tinieblas, oyó un grito de mujer -estaba seguro- y sintió ruido de sillas y pasos apagados en la alfombra.
-Mmiií -gorjeó la criatura, palpando con afán el medallón de turquesas y brillantes que resplandecía sobre la bata de negro terciopelo de la dama, mientras las caricias de ésta, como golosas moscas, se le posaban sobre el cuello, frente y ojos.
Le estaban incorporando, palpando, arrancándole entre el montón de cadáveres.
Y se entretuvieron así, padre e hijo, confundidos en la complacencia de la destrucción y la victoria, palpando la presa, distraídos.

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