Ejemplos con organito
Muchas veces la mejor manera de entender el significado de una palabra, es leer textos donde aparece dicha palabra. Por ese motivo te ofrecemos innumerables ejemplos extraidos de textos españoles seleccionados.
El Organito es un instrumento musical mecánico que girando un manubrio ejecuta un repertorio de melodías preestablecidas, seleccionando cada una de ellas mediante un mecanismo específico.
Estas diferencias se exteriorizan en los cilindros donde se codifican las melodías, dado que el organillo posee como elemento disparador del sonido solo púas que provocan la percusión del elemento sonoro sin permitir limitar su duración en tanto el organito suma a las púas otros elementos que permiten regular la duración y el volumen del sonido.
Lo mismo sucede cuando en el organito la música se codifica en papel o cartón perforado.
El organito fue el gran difusor del tango en sus orígenes.
Podemos citar entre los más conocidos El porteñito, Organito de la tarde, Ventanita de arrabal y El último organito.
El clásico organito está compuesto por un cilindro en el que se codifica la música de las diferentes melodías mediante púas de diferentes formas y tamaños, los tubos sonoros o flautas, un teclado que es accionado por el cilindro, habilitando el paso de aire para las diferentes notas.
Cuando se estrenó el filme El organito de la tarde su proyección se acompañaba con la ejecución en vivo del tango del mismo nombre de José González Castillo y de otro llamado El alma de la calle que tenía letra de Ferreyra y música de Raúl de los Hoyos que seguía la misma línea evocativa que el anterior.
Tiene las manos blancas y finas, los ojos dulces, la voz suave, el habla graciosa, sabe tocar el ole en un organito muy mono, y cuando no está mamá delante, habla de cosas mundanas con tanta gracia como decencia.
No sólo me negaba a que luciera su habilidad, sino que le amenazaba con hacerle perder la gracia de Mariano Rosas, si no tenía juicio, mandándole a éste a mi regreso al Río Cuarto un organito de resorte.
-Mira, le dije al oído, si sigues tocando, en cuanto llegue al Río Cuarto mandaré lo que te dije, el organito para Mariano.
Que te dure la ronquera, decía yo para mis adentros, y lo miraba, haciéndole con la cabeza una especie de amenaza de mandar el organito ofrecido y temido por él.
En esos coloquios estábamos cuando un ruido semejante al de un organito descompuesto se oyó, junto con unas coplas, dedicadas a mí.
música de organito callejero.
