Ejemplos con montepío

Muchas veces la mejor manera de entender el significado de una palabra, es leer textos donde aparece dicha palabra. Por ese motivo te ofrecemos innumerables ejemplos extraidos de textos españoles seleccionados.

Entre las mejoras que se consiguieron a lo largo del siglo figuran el derecho al uso del don y del uniforme, la consideración de oficiales, la jerarquización de las escalas, el montepío también para viudas y el derecho a ración de campaña y a condecoraciones.
Pedro Romero de Terreros, primer Conde de Regla, fundador del Montepío, el hombre más rico de América Colonial, un hombre de singular carácter e inteligencia, siempre hablaba en plata.
Contrajo matrimonio con Doña Mariana de Aguirre y Boza, hija de los Marqueses de Montepío.
de emolumentos, préstamos o beneficios al personal en servicio o en retiro y a los beneficiarios de montepío, en su caso, de la Administración Pública y demás organismos y entidades anteriormente señalados, como asimismo fijar las remuneraciones mínimas de los trabajadores del sector privado, aumentar obligatoriamente sus remuneraciones y demás beneficios económicos o alterar las bases que.
Saneó la ciudad mediante la construcción de un desagüe y fundó el Montepío.
Se ampliaron los parques de artillería, se atendió al personal, aumentándosele los sueldos y creándose el montepío.
Como el pobre Comandante no acababa de restablecerse del mal de su desconcertada cabeza, Santiago influyó para que se le retirase del servicio activo, y a sus instancias le colocó Linaje en la Secretaría del Montepío Militar.
¿Montepío ni pensiones, con dinero de ellos? Estáis soñando.
Guardarse ha en todos los hospicios el mismo rigor, regla, y gradual enseñanza, que se prescriba a los talleres de maestros particulares, y estos maestros deben estar sujetos a las reglas comunes del arte, y contribución del monte-pío, erigido legalmente.
Según mis apuntes, en Santiago de Chile no se compraron más títulos que los de conde de Quinta-alegre, conde de la Conquista, marqués de Poveda, conde de Villa-Palma, marqués de Montepío, marqués de Camada-hermosa y otros dos que no recuerdo.
La agricultura necesita también de los montes-píos: no sólo del pósito para sembrar, sino de caudal, para socorrer entre año al labrador, como lo hace con gran celo el monte-pío de Granada.
La aplicación debería ser por tercias partes: denunciador, juez, y monte-pío del gremio.
El interés común del monte-pío da una especie de derecho a cada artesano, para estimular al desaplicado, como que de la reunión del trabajo de todos, depende el bien de cada particular: lo que ahora no sucede.
La seguridad, de que ni la enfermedad, la vejez, la orfandad, ni otro contratiempo, son capaces de dejar en abandono las familias artesanas, es uno de los alicientes más eficaces y ciertos, para que se dediquen las gentes al trabajo con fervor, mientras se mantengan sanos y robustos, animándose todos recíprocamente: pues en algún modo por virtud del monte-pío, forman una especie de familia general de cada oficio.
Además del caudal, que resultare de las cofradías gremiales, serían justas algunas contribuciones semanales a el monte-pío, el destinar al mes dos días del trabajo de todo oficial y maestro con la misma aplicación: práctica que se observa en Alemania.
En tal caso deben los que cuiden el monte-pío gremial, ponerles a aquel, que fuere más de su inclinación: en el cual sin duda aprovecharán, y acaso se harán más útiles al público.
Esta igualdad no se puede asegurar sin reglas constantes, que formen una parte de la legislación política de los gremios, erigiendo un monte-pío, cuyas cuentas tome al principio del año la justicia junto con algunos comisionados del ayuntamiento, diputados del común y un apoderado del gremio.
Como el pobre Comandante no acababa de restablecerse del mal de su desconcertada cabeza, Santiago influyó para que se le retirase del servicio activo, y a sus instancias le colocó Linaje en la Secretaría del Montepío Militar.
¿Por qué no hizo como mi marido, que apenas vio encresparse la política, colgó la casaca para mejor ocasión y negociaba que era un gusto con los unos y con los otros? ¡Bah! un hombre, cargado con un hijo, y además la añadidura de haber contraído matrimonio sin la competente licencia, es decir, sin derecho a montepío.
Como no tenía dinero le había pedido prestado a Carlos, después su reloj fue al Montepío por una bagatela y finalmente se decidió a vender sus libros.

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