Ejemplos con metiese

Muchas veces la mejor manera de entender el significado de una palabra, es leer textos donde aparece dicha palabra. Por ese motivo te ofrecemos innumerables ejemplos extraidos de textos españoles seleccionados.

Radna: demonio creado por el odio,vanidad ,envidia , lujuria, gula, pereza y avaricia de las personas se decía que era el rey de los demonios, ansioso de sangre, se alimentaba de los corazones de las personas y de cualquier creatura que se metiese en su camino, se dice que era capas de absorber a sus oponentes y además imitar sus apariencias y habilidades.
La Compañía recomendó a Urbistondo que no se metiese a favorecerla, pero el capitán, con aquella admirable confianza que tenía en sus facultades intelectuales, no hizo caso.
¡Ay, Dios mío! ¿Y por qué? ¿Qué sería de mí si no le hubiese hallado a usted tan a tiempo? Puede que el bárbaro del empleado me metiese en la cárcel.
Nos faltó al respeto, amenazándonos con llamar al comandante para que nos metiese en la barra.
Hace días intentó catequizar a Floriana para que abandonase el siglo, como ellas dicen, y se metiese en vida monjil aristocrática.
Los señores contribuyentes le suplicaron que no se metiese en tales barahúndas, que se iba a calentar demasiado la cabeza, y nadie se lo había de agradecer, y, al fin, para acabar de convencerle, echaron entre todos una manga y le dieron ocho mil realetes, como ayuda de costas y consuelo en los trabajos de su peregrinación, con lo cual se fue bendito de Dios con la música o dígase con la estadística a otra parte.
¡Otro a quien han engañado! , decían los dependientes desde sus mostradores, adivinando lo ocurrido, y nunca faltaba un comerciante generoso que, por ser de la tierra y recordando los principios de su carrera, tomase bajo su protección al abandonado y lo metiese en su casa, aunque no le faltase.
No mediando ningún pagaré, daba gusto de tratar con aquella señora, mas como las circunstancias la hicieran , ya estaba fresco el que se metiese con ella.
¡Oh!, entonces no se habría dado el escándalo de que se pasearan tranquilamente por Madrid muchos tunantes que tenían casas atestadas de libros y que recibían gacetas extranjeras sin que nadie se metiese con ellos.
Era buena cristiana, iba a misa todos los días y rezaba el rosario con los criados todas las noches, pero en todo ello había algo de maquinal, de fórmula, costumbre o rutina, sin que Doña Antonia se metiese en honduras religiosas.
El bachiller se ofreció de escribir las cartas a Teresa de la respuesta, pero ella no quiso que el bachiller se metiese en sus cosas, que le tenía por algo burlón, y así, dio un bollo y dos huevos a un monacillo que sabía escribir, el cual le escribió dos cartas, una para su marido y otra para la duquesa, notadas de su mismo caletre, que no son las peores que en esta grande historia se ponen, como se verá adelante.
Todo era calumnia, y más valía que Agustín no se metiese en más averiguaciones.
y un prelado huyendo dél porque no le metiese pleito en la mitra.
Emboscó Cecina gran parte de su infantería en terrenos quebrados y frondosos, dando orden a la caballería de que avanzase, y cuando le acometiesen los enemigos se retirase poco a poco, simulando fuga, hasta que, atraídos de esta manera, les metiese en la celada, pero unos desertores lo revelaron a Celso, y, saliendo al encuentro a aquellos con sus mejores caballos, con hacer la persecución cautelosamente desconcertó y rodeó a los de la emboscada, llamando entonces de los reales a su infantería, y si ésta hubiese acudido a tiempo, parece que no habría quedado ninguno de los enemigos, sino que todo el ejército de Cecina hubiera sido deshecho y arruinado a haber concurrido aquella al alcance, mientras que ahora, habiendo auxiliado Paulino tarde y lentamente, incurrió en la censura de no haberse portado como su fama lo exigía por sobrada circunspección.
Mira, Gazel, los que pretenden disuadir al pueblo de muchas cosas que cree buenamente, y de cuya creencia resultan efectos útiles al estado, no se hacen cargo de lo que sucedería si el vulgo se metiese a filósofo y quisiese indagar la razón de cada establecimiento.
Hace días intentó catequizar a Floriana para que abandonase el siglo, como ellas dicen, y se metiese en vida monjil aristocrática.
Pero, a pesar de las grandes cualidades y de los dones de todas clases, que hacían que no tuviese par a lo largo ni a lo ancho del mundo, el tal joven y encantador sultán Zein era un extraordinario disipador de riquezas, un pródigo que no tenía freno ni orden, y que, con las liberalidades de su mano abierta a jóvenes favoritos glotones en extremo, y con lo que gastaba en las mujeres innumerables de todos colores y de todas estaturas que mantenía en palacios suntuosos, y con la compra no interrumpida de nuevas jóvenes que a diario le procuraban, en estado de virginidad, por precios exorbitantes, para que les metiese el diente, había acabado por agotar completamente los inmensos tesoros acumulados desde hacía siglos por sus abuelos los sultanes y los conquistadores.
Bermúdez retrucó que él no era domador de gatos y no podía embozarle las uñas al suyo, como se hace con el hocico de un perro: pero si el gato se le saltó encima a Gancedo fue porque se había pegado un susto sin que nadie se metiese con él, que Gancedo no tenía por qué ni para qué andar a aquella hora ni a ninguna otra, por su barrio, si no era por puras ganas de armar camorra, como la armó, que el mismo Gancedo era un mal hombre, aprovechador y flojo, que se había valido de que él estaba solo y desarmado, únicamente en compañía de una débil mujer -¡óiganle al duro!- para madrugarlo y vengarse porque era público y notorio que se la tenía jurada.
Ordenó al enfermo que se metiese en la pieza inmediata, lo que él hizo de muy buena gana, y abiertas de par en par las ventanas de la sala, viose salir en sofocante nube traspasada por rayos de sol la suciedad de tantos días.
Si pudiera, se sonreiría al pensar que Rosa y Pinín tenían por misión en el prado cuidar de que ella, la Cordera, no se extralimitase, no se metiese por la vía del ferrocarril ni saltara a la heredad vecina.
Tanta formalidad parecíale de malísimo agüero: tras las apariencias de virtud vendría la virtud misma, la virtud tardía, la del diablo harto de carne, que es la más desastrosa de las virtudes, y el lazo aquel tan débil, a poco que su diablo se metiese a fraile, se rompería en nombre de la sociedad.
Pero en sus horas de soledad, en sus arrobamientos y en los crepúsculos que preceden o siguen al sueño y en los cuales la percepción interna suele ser más viva, Gloria sentía hondas voces dentro de sí, como si un demonio se metiese en su cerebro y gritase:.
Volviendo a Goliath, la justicia misma se aterraba oyendo pronunciar el nombre del bandido, y empezó por ofrecer recompensa al que lo metiese en caponera, hasta que, multiplicándose los delitos, terminó poniendo precio a su cabeza.
Tomado este refrigerio, se echaban poco a poco camino de Santander, disparaban de vez en cuando sobre tal cual gorrión o calandria que se les metiese por el cañón de la escopeta, y llegaban a casa, en paz y en gracia de Dios, al anochecer.
no desesperaba de la revancha, le habían cerrado la puerta, podía muy bien suceder que se les metiese por la ventana!.
, ¿eh? ¡Quién había de decir que el Capitán Veneno se metiese a sabio!.

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