Ejemplos con irónico

En ellos atacaba tanto la política de Rivadavia como a su persona, por todos los medios posibles, en verso y en prosa, siempre con gran dureza y con un estilo satírico e irónico.

Su estilo irónico y satírico se puso de manifiesto en el periódico La Vanguardia con el seudónimo Batikuling , en una sección titulada Vida manileña.

Irónico, cínico, descreído y siempre errante, sus pasos le llevan de pueblo en pueblo ofreciendo sus servicios, hallando las más de las veces que los auténticos monstruos se esconden bajo rostros humanos.

Su poesía destaca por su sentido irónico y como medio de conocimiento personal.

Hombre de gran sensibilidad, irónico consigo mismo, escribió su epitafio en el que comienza diciendo:.

Shamus ama irónico el cultivar un huerto orgánico y Tracey ama el inventar de los dispositivos y de los chismes.

Es particularmente irónico que tal vez la victoria más significante de Hort sea una partida que, de hecho, no jugó.

Su carácter discutidor, irónico y alegre contrastaba con los jóvenes pedantes de que estaba rodeado.

Comentario irónico acerca del juicio por el supuesto plagio del tema He's So Fine en My Sweet Lord,.

WWE Como ya había anunciado su partida, hubo notables los cánticos de Queremos a Christian durante el match, irónico considerando los aficionados no habían votado en él en el partido.

Un espectáculo sumamente irónico que con un sutil sentido del humor, ponía en evidencia una de las mayores vicios del franquismo.

El capitán perdía su tono irónico al recordar la historia horripilante de los de Mallorca.

Era irónico, burlón, insultante, echaba en cara su prudencia al forastero, parecía llamarle cobarde.

La duquesa hizo encerrar al seminarista, diciéndole previamente con cierto dejo irónico:

Además, ¡tienen tan poco orgullo!continuó Madariaga con tono irónico.

Cuando más, le dedicaba un bufido irónico al verla erguida en la puerta a la hora del atardecer contemplando el horizonte, ensangrentado por la muerte del sol, con un codo en el quicio y una mejilla en una mano, imitando la actitud de cierta dama blanca que había visto en un cromo esperando la llegada del caballero de los ensueños.

A Ferragut le pareció irónico su estampido.

Interrumpió su parloteo irónico y amoroso para defenderse suavemente del marino.

A pesar del tono risueño é irónico de esta orden, la obedeció, repitiendo una vez más sus promesas y sus deseos.

No percibió Lucía el tono irónico que dieron a aquella frase los labios de su acompañante, y respondió con sinceridad:.

La dama elegante, de gesto altivo e irónico, tomaba en la intimidad un aspecto de paje.

Era, en efecto, de Cecilia, y estaba escrita en un tono suavemente irónico, que nada tenía, sin embargo, de ofensivo.

¿Qué es lo que hay para todas, don Pablo?preguntó Valentina con tonillo irónico.

Quería contar de un golpe toda la historia de sus amores: se extrañaba de que Aresti no sintiera el mismo entusiasmo que él y le escuchase con gesto irónico, que daba a su cara una expresión de Mefistófeles bondadoso.

Y Aresti, siempre irónico y zumbón, se exaltaba hablando.

No: no vienendijo Aresti sin abandonar su gesto irónico.

Y Luna notaba en este silencio cierta rebeldía semejante al irónico gesto con que los compañeros de Barcelona acogían sus ilusiones sobre el porvenir y sus anatemas a las violencias de la acción.

Tras un largo silencio, Gabriel habló con dulzura, en vista del gesto irónico y casi agresivo del cadete.

Silencio profundo Doscientos ojos escrutadores se fijan en la elegida, e Isabel Mazacán le envía desde lejos un irónico saludito de enhorabuena Currita se muerde los labios y aparecen istrías sanguinolentas en torno de sus pupilas, un pedacito de encaje del pañuelo resbala por la seda de su falda y cae sobre la alfombra Tras el telón, Butrón se azora de nuevo, Pulido murmura: ¡Lo dije! , y el tío Frasquito desiste de velarse el rostro con las manos por miedo de perder de nuevo el equilibrio Diógenes ha desaparecido de la concha La marquesa de Butrón prosigue:.

Hasta la gitana buñolera que se ponía a freír y a vender sus buñuelos en la esquina de la casa de don Acisclo, gitana muy sentenciosa, llamada la Filigrana, más célebre por sus sentencias que el mismísimo Pedro Lombardo, dijo en tono irónico:.