Ejemplos con intranquila

Muchas veces la mejor manera de entender el significado de una palabra, es leer textos donde aparece dicha palabra. Por ese motivo te ofrecemos innumerables ejemplos extraidos de textos españoles seleccionados.

Con el paso de las horas, Alicia Hornos, intranquila por falta de noticias de su hija, con el fin de despejarse sale a dar un paseo junto con su compañero sentimental Juan Cerrillo.
Sentía intranquila su conciencia.
Al sentir intranquila su conciencia, adoraba a Teri mucho más que cuando podía contemplarla sin miedo frente a frente.
Pepita comenzaba a sentirse intranquila ante la sonrisa interrogante y maliciosa del confesor.
En estas y otras conversaciones se pasaron la primera noche, hasta que se retiró Maximiliano a su casa, quedándose Fortunata tan pensativa y preocupada que se durmió muy tarde y pasó la noche intranquila.
Aquella mujer que dormía a pierna suelta después de haber estrangulado, en connivencia con Torquemada, a un infeliz deudor, estaba intranquila ante los problemas de conciencia que le había planteado su sobrino tan candorosamente.
Después de visitar varias casas, saliendo de ellas con el corazón desgarrado, hallábase otra vez en el corredor, ya muy intranquila por la tardanza de su amiga, cuando sintió que le tiraban suavemente de la cachemira.
Callose la santa observando a la diabla intranquila.
Así, desde que Isidora parecía intranquila, D.
¿Por qué no he puesto ya la primera piedra y echado los cimientos de mi obra? ¡Yo sólo soy el culpable y siento por ello intranquila, muy intranquila la conciencia.
Entonces su madre se sintió seriamente intranquila y envió a sus hijos en su busca, mientras ella y su marido recorrían todas las habitaciones de la casa.
yo siento la nostalgia de mi infancia intranquila,.
Después de una noche intranquila transcurrida en las inquietudes reflejadas en los sueños tormentosos que había tenido, trataba de distraerse con la lectura del diario.
Reprimió, sin embargo, la impresión que produjera en su ánimo la odiosa presencia del magnate, a quien creyera tal vez difunto, y el rencor, un rencor cobarde, surgió de rep aspecto de su rival, como evocado por aquella sombra sangrienta que vagara tenaz en su memoria como una pesadilla eterna, cáncer roedor de su conciencia intranquila.
Sentía intranquila su conciencia.
Tú estás intranquila.
En sus brazos, y arropada entre andrajos, dormía la niña angelical sueño, agarrándose con sus manecitas al cuello del anciano, murmurando a ratos algunas palabras y moviéndose intranquila, no porque estuviera enferma, sino porque soñaba, aun estando en brazos de la miseria, cosas placenteras y risueñas, por ejemplo: que se estaba atracando de bizcochos o jugando con tres piedras, un pucherito y dos panojas, que eran otras tantas muñecas.
Pero al día siguiente no hablaron nada de esto, porque Ción pasó la noche intranquila y con fiebre, lo que a todos los de casa disgustó mucho, y singularmente a Guerra, que con su disparada fantasía agrandaba lo pequeño y hacía montes y montones de cualquier contrariedad.
Sin temer nada inmediato, Dorotea, ahogando su pasión, fue la que propuso la idea de no verse al siguiente día, porque su conciencia intranquila empezaba a ver visiones.
Está pálida y ojerosa, está intranquila.
La dama, intranquila, no cesaba de preguntar a todos sus tripulantes si sabían o sospechaban dónde había ido a parar el galante satélite.
Mi madre no está tan intranquila como al principio de la jarana temí.
¿Por deliberado propósito en Carmen? ¿Por intranquila y tornadiza condición del grupo familiar? No, por necesidad y por mandato imperativo de los artículos legales que se refieren al desahucio.
Pero no, ¡cualquiera apagaba aquel infiernito que armara ella en menos de un credo! Intranquila estuvo como unos diez minutos, mirando para el cielo y pensando que si la lumbre no prendía bien, su hazaña, lejos de ser salvadora y decisiva, la comprometía más.
Luisa, estaba cada vez más intranquila, y ya iba a salir a la calle a buscar a su abuelo cuando Miro se acercó a la ventana, venía muy cansado y lanzaba ladridos lastimeros.
Una noche acostose Dolores nerviosamente intranquila, sin saber el motivo.
El gendarme es el objeto que más llama la atención hasta del hombre que no tiene que temer, pero para una conciencia intranquila, y con motivo para estarlo, el pajizo, azul y blanco de que se compone su uniforme, toman unas tintas espantosas.
Todo se arregló, menos la conciencia de Ana que siguió intranquila.
-Sí: ¿qué hay? -replicó intranquila y dispuesta a correr hacia el zaguán.

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