Ejemplos con fragosidades

Muchas veces la mejor manera de entender el significado de una palabra, es leer textos donde aparece dicha palabra. Por ese motivo te ofrecemos innumerables ejemplos extraidos de textos españoles seleccionados.

Por segunda vez treparon nuestros soldados con increíble arrojo por las fragosidades de Murugarren y Muru, y de nuevo fueron atajados en su avance.
Los moros de a caballo, que no bajaban de ocho mil, y los doce mil infantes, no aguardaron a que los cañones echaran de sí toda su saliva, y retrocedieron con horroroso pánico, refugiándose en las fragosidades de Sierra Bermeja.
No obstante disponer Oraa de veintitrés batallones, doce escuadrones y veinticinco piezas de artillería, y de contar con los expertos Generales de división Borso, San Miguel y Pardiñas, no pudo contrarrestar el empuje de Cabrera, amparado de las fragosidades y quebraduras de aquellos montes inaccesibles.
Nos vamos ahora mismo -dijo-, apartándonos del llano, y metiéndonos en las fragosidades de la sierra de Toloño.
La mayor parte, pereciendo en aquellas fragosidades, han cumplido con su deber, que era defenderlas mientras tuvieran cuerpo vivo en que recibir una bala.
Así sucumbió el ejército de la izquierda, cuyos restos salvándose por las fragosidades de Liébana, recalaron por tierra de Campos, para ser mandados por el marqués de la Romana.
Las fragosidades de Albarracín por la parte de Teruel y por la de Cuenca nos vieron correr de misa en misa, de ración en ración, de susto en susto.
Temiendo que fuerzas considerables mandadas de Pamplona le cortaran el paso de Zubiri, apresuró Zumalacárregui su marcha, corriéndose por el norte de la capital en busca de su habitual base de operaciones, las fragosidades de Andía y Urbasa.
Fundándose en raíces de palabras, cuyos tallos nadie conoce, dicen algunos que el origen de la raza no va más allá de la primera colonia fenicia, y hay quien afirma que lo de Almendrilla viene de un enorme peñón, así llamado, que sobre la cabeza de los moros dejó caer un Tumbaga desde las fragosidades en que D.
Era el único varón, y por tanto el mayorazgo de aquella noble casa, cuyo origen, como el del majestuoso Guadalquivir, se remontaba a las fragosidades de la Sierra de Cazorla, donde los primeros Afán de Ribera hicieron no sé qué hazañas durante la conquista de Jaén.
salvó entre las fragosidades de los Andes, y por largar horas la ciudad se dio al saqueo y al.
Una vez lanzado el reto y trabada la lid, los lapezeños empezaron a batirse en retirada, a la usanza mora, con el fin de internar a los enemigos en las fragosidades de la sierra.
Y el Año, con el corazón oprimido y una invasión de pesimismo en el alma, subió a la escarpada cima de un monte y se emboscó en sus fragosidades, a fin de huir de la humana especie.
El plan era que los jefes de los Monfíes de la Alpujarra y del Valle, esto es, el DAUD y el PARTAL de Narila y el NACOZ de Nigüelas, con cuatro mil hombres escogidos entre los que ya campaban por su respeto en aquellas fragosidades, pasasen la Sierra Nevada durante la noche, entrasen en Granada por la cuenca del Darro, ganasen así fácilmente el Albaicin sin ser vistos, y sirvieran de núcleo a la rebelión de todos los moriscos de la Ciudad y de la Vega.
Con que partamos, y perdonad si ahora sufre una muy larga interrupción la leyenda documentada de ABEN-HUMEYA, -leyenda que es la Historia particular de la Alpujarra como estado autónomo, leyenda mal conocida de la generalidad de las gentes, por la parcialidad de unos escritores, por la ligereza de otros, por las contradicciones que se notan entre ellos y por la escasez de los libros que los ponen en claro, leyenda admirablemente sentida, y sin embargo, desfigurada, en la materialidad de los hechos, por el ilustre Martínez de la Rosa en aquel drama que me atrevo a calificar de Elogio del Rey Morisco, leyenda, en fin, que continuaremos y terminaremos nosotros, confundida con la de ABEN-ABOO, cuando recorramos las fragosidades alpujarreñas y la augusta soledad de Sierra Nevada.
El movimiento se comunicó a la ciudad, el gobernador con la velocidad del rayo voló al peligro, pero ya era tarde, Almagro y Coya escaparon en veloces caballos, y los Peruanos se sepultaron de nuevo entre las fragosidades de la montaña.
había de sufrir precisamente un horrible despotismo militar, y sólo en las fragosidades de los.
- Todos los cronistas antiguos están contestes, principiando por el historiador musulmán Aben-Ragid, en que los Agarenos no lograron dominar las fragosidades alpujarreñas ni reducir a los cristianos que allí vivían, sino pasados siglos de la batalla de Guadalete y de la ocupación de casi toda la Península por las legiones Africanas y Asiáticas.
Iniciar a nuestros pueblos en las antiguas tradiciones, hacer revivir el espíritu de la familia, echar una mirada al pasado desde las fragosidades de la revolución para concebir la línea de generación que han llevado los sucesos, y orientarnos en cuanto al fin de nuestra marcha, eran objetos que de cierto tentaban las cándidas ambiciones de mi juventud.
Los moros de a caballo, que no bajaban de ocho mil, y los doce mil infantes, no aguardaron a que los cañones echaran de sí toda su saliva, y retrocedieron con horroroso pánico, refugiándose en las fragosidades de Sierra Bermeja.
No obstante disponer Oraa de veintitrés batallones, doce escuadrones y veinticinco piezas de artillería, y de contar con los expertos Generales de división Borso, San Miguel y Pardiñas, no pudo contrarrestar el empuje de Cabrera, amparado de las fragosidades y quebraduras de aquellos montes inaccesibles.
«Nos vamos ahora mismo -dijo-, apartándonos del llano, y metiéndonos en las fragosidades de la sierra de Toloño.
Aquí, un tenue crepúsculo queda en el cielo, que apenas nos permite ver por dónde andamos al través de estas fragosidades, ásperas como los senderos de la vida.
¡Pobres mujeres! -Las de los aduares estarían escondidas durante aquel sangriento combate en las fragosidades de Sierra Bermeja.
de aquella montaña, donde nos espera el Puerto de Jubiley, famoso por sus fragosidades.

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