Ejemplos con flatulentas

Muchas veces la mejor manera de entender el significado de una palabra, es leer textos donde aparece dicha palabra. Por ese motivo te ofrecemos innumerables ejemplos extraidos de textos españoles seleccionados.

¡Mira que llamarlas esposas de Jesucristo! ¡Qué indecencia! ¿Cuándo tuvo el Redentor esposas, ni mentó para nada estos casorios? ¿Ni qué falta le hacen a Dios estos coros de Vírgenes flatulentas, aburridas y desaseadas?.
El Ministerio es una cuadrilla de viejas flatulentas, rapaces, embrujadas, el Real Palacio, una casa de Tócame Roque, donde los dómines y las azafatas, las mozas de retrete y los caballerizos, a diario se tiran de los pelos, la Tesorería, el puerto de arrebata-capas, el Regente, un repleto de oro, Rodil, un payaso, Capaz, un San Miguel, un.
Carlos, que todo lo fiaba de la Virgen, y consultaba sus planes de guerra con las monjas flatulentas, hartas de bazofia.
En esta parte decían que era de necesidad fusilar a Marato, en aquella, que no había decencia si D. Carlos no se limpiaba de las alimañas que se le comían vivo, el cura Echevarría, el capuchino Lárraga, el obispo de León, Arias Teijeiro y otros tales. Pedían aquí que viniese Cabrera a enderezar el torcido altarejo de la Causa, pues era el único hombre de empuje y circunstancias, y allá que la perdición del Rey estaba en los generales de anteojo y compás, y que los propiamente facciosos que no sabían leer ni escribir le darían la victoria. En ciertos círculos del bodegón no se recataban paisanos y militares de hablar pestes de D. Carlos, que todo lo fiaba de la Virgen, y consultaba sus planes de guerra con las monjas flatulentas, hartas de bazofia. Los más devotos de Su Majestad llevaban muy a mal que cuando iban las cosas de la guerra tan torcidas, y hallándose el país esquilmado y en la miseria, saliese D. Carlos con la gaita de casarse. ¡Vaya, que tener que aguantar también Reina, sobre tantas cargas como abrumaban a los pobres pueblos! ¡Y que no vendría poco finchada la de Beira, ni traerían poca fachenda sus damas y gentiles-caballeros, todos con atrasadas ganitas de trono y de parambombas reales, en medio de los desastres y de las inseguridad de la guerra!
El Ministerio es una cuadrilla de viejas flatulentas, rapaces, embrujadas, el Real Palacio, una casa de Tócame Roque, donde los dómines y las azafatas, las mozas de retrete y los caballerizos, a diario se tiran de los pelos, la Tesorería, el puerto de arrebata-capas, el Regente, un santón repleto de oro, Rodil, un payaso, Capaz, un Tío Carando, San Miguel, un.

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