Ejemplos con efeso

En Bizancio, aislada de las campañas militares de los bárbaros y heredera de la Escuela Alejandrina, el médico enciclopedista Oribasio de Pérgamo repite la letanía hipocrática de los dos síntomas principales de la melancolía, el miedo y la tristeza y cita también a Rufo de Efeso al afirmar que el mejor tratamiento contra la melancolía es el coito, porque hace desaparecer las ideas obsesivas del alma y aquietar las pasiones desbocadas.

Selçuk es una de las destinaciones turísticas más visitadas dentro de Turquía, debido a su proximidad a la ciudad antigua de Efeso, la casa de la Virgen María y las obras de arte de la antigüedad, que se exhiben en el museo local.

Sin embargo la gran mayoría de los turistas, no visitan la ciudad misma y sólo la usan, como punto de descanso para llegar a Efeso.

El mismo Antíoco fue golpeado en la boca por una piedra y perdió algunos dientes, y no le quedó otra que embarcarse en Eubea hacia Efeso.

se firmó la paz, que no fue mal para Ptolomeo, pues pudo conservar bases en el Egeo: Efeso, Mileto, Samos, partes de Caria, Licia y Cilicia, además de Fenicia y Seleucia Pieria en el norte de Siria.

Con este rito se resalta el carácter regio asignado por la doctrina católica a María como madre de Jesucristo, Hijo de Dios y Rey mesiánico, con fundamento teológico desde el Concilio de Efeso.

Reconquistaban los almogávares Filadelfia, Magnesia, Efeso, y llegaban hasta las llamadas Puertas de Hierro , al pie del lejano Taurus.

¡Quizás no teniendo otra cosa que darme en premio del afecto que le profeso, quiera regalarme un pedazo de su fama, encadenándome a sus escritos! ¡Si esto es así, sea! Ya que no pude edificar el templo de Efeso, lo destruiré.

Efeso corresponde a la nota do, Esmirna vibra con la nota re, Pérgamo con la mi, Tiatira con la fa, Sardis con la nota sol, Filadelfia con la nota la y Laodicea corresponde al si musical.

¿No fue acaso el viejo Egipto de los Faraones, cuna de una poderosa civilización, en la cual bebieron: Solón, Pitágoras, Heráclito de Efeso, Aristóteles, Plotino, Parménides, y muchísimos otros? ¿No fue acaso Egipto la luz de Grecia, de Persia, de Asiría, de Roma, de Troya, de Cartago, de Fenicia, del Ática, de la Macedonia, etc.

¡Esa sí que tiene nalgas! O la Diana de Efeso.

Son los libros de los Goncourt como la realización literaria de aquella estatua de Apolo, de que dejaron memoria los antiguos, obra de dos amigos escultores: Telecles y Teodoro, que, después de convenir las proporciones de la estatua, se separaron: uno para Samos, otro para Efeso, a hacer el uno la mitad superior, y la inferior el otro, y terminadas, ajustaron y armonizaron a tal punto que un sólo artífice no las haría más semejantes y concordes.

Peregrino trajo en el alma el mal del incendiario de Efeso: la vana codicia de la fama.

No contento con estar a la mesa, se puso a parodiar la tragedia de Efeso y quiso en seguida apostar con su dueño a que si él perteneciere a la facción verde de corredores, alcanzaría ésta el primer premio en las próximas carreras del circo.

Deseos de dormir como los durmientes de Efeso durante ciento y pico de años.