Ejemplos con difícil

Muchas veces la mejor manera de entender el significado de una palabra, es leer textos donde aparece dicha palabra. Por ese motivo te ofrecemos innumerables ejemplos extraidos de textos españoles seleccionados.

Cosa muy difícil para los hombres.
No quiere esto decir que Juan Ramón Jiménez sea amanerado y difícil, al contrario, nadie más sencillo y puro.
¿Por qué era difícil la empresa del palo?.
Pero no quedaba bien, y sobre todo, era difícil la impresión.
Pero el alma del poeta penetra en tal forma la figura real del borriquillo que nos es difícil entender que sean dos personas distintas, y se nos antoja que Platero no es otro que el poeta mismo, la expresión poética de lo ingenuo, puro, infantil, irracional e instintivo de su alma.
Tarea harto difícil, en verdad, pues al pasar revista, de memoria, a toda su ascendencia por ambas líneas, se encontró con que ésta parecía formada en un bosque virgen, según eran sus antepasados.
Esa misma monstruosidad hace muy difícil, si no imposible, que se la pueda presentar a la Cámara como hija de una verdadera necesidad de los pueblos, a cuyo beneficio se encamina.
Pero Julieta era más difícil de someter de lo que a su padre se le había figurado hasta entonces.
Lo veo difícil con este Gobierno, con el que no me reconciliaré jamás mientras yo observe que da al favor lo que debe al mérito.
Una vez adentro, podía tocar el botón eléctrico que se le antojase, para pedir a un ujier lo que tuviera por conveniente, pasear en el salón que mejor le pareciese, sentarse en el diván más cómodo, escribir en los gabinetes al efecto, pedir en secretaría el expediente más difícil de hallar, y en el archivo el libro más extraño, en fin, hasta beber, de balde, un vaso de agua con azucarillo en la de la casa.
Allí empezaba para don Simón, si no lo más difícil, lo más penoso de la campaña electoral.
Era Simón de voz sonora, reposado en el hablar, de palabra rebuscada y frase difícil, pobre de imaginación, por ende, y no muy sutil de entendimiento, muy aficionado a perorar, y liberal de conveniencia, si es que tenía alguna opinión política.
Queda dicha la excelencia satánica del carácter de Patricio, tan complicado, tan difícil y de tan paciente estudio.
Pero, ¡mi Dios!exclama riendo el recién llegado, que ya le será a usté bien difícil olvidar y disimular.
Después de una revelación no poco difícil de interpretar, Belarmino había definido así aquellos tres términos: es lo mismo que intríngulis indescifrable, lo incognoscible, de Kant, y viene de psicosis, o sea intríngulis, y mete, introduce, esconde, meter intríngulis en las apariencias sencillas.
Y, en efecto, había comprendido lo que me había dicho, nada difícil de comprender, pero a él no le comprendía.
No hay género más difícil que el de costumbres, ni otro ninguno tampoco a que con más audacia se lleguen todos los aventureros y escaramuzadores de la república de las letras.
Y ahora, repentinamente, después de la dulce flojedad de diez años de triunfo, con la rienda a la espalda y el amo a los pies, venía el cruel tirón, la vuelta a otros tiempos, el encontrar amargo el pan y el vino más áspero pensando en el maldito semestre, y todo por culpa de un forastero, de un piojoso que ni siquiera había nacido en la huerta, descolgándose entre ellos para embrollar su negocio y hacerles más difícil la vida.
¡Miserables! Ya estarían convencidos de que era difícil hincarle el diente, de que sabía defenderse solo.
¡Ay, pobre ¡Cuán difícil era encontrarle un sucesor! De no verse acosado por la necesidad, se hubiera ido sin comprar, creía ofender al difunto fijando su atención en aquellas bestias antipáticas.
¡Pero cuando son muchos los enemigos! Muy mal, se había metido en un paso difícil.
El afortunado bolsista seguía abominando de la tienda y del mezquino comercio al por menor, no era difícil alcanzar la cesión de por lo que el joven quisiera darle.
Las dos muchachas soltaron sus cabellos, largos y ondeantes como banderas, sacudiéronlos, haciendo caer sobre el mármol las horquillas como una lluvia metálica, y después, cual buenas hermanas, ayudáronse mutuamente en la difícil tarea del peinado de un día de ceremonia.
Las nueces lanzaban en sus sacos un alegre cloc-cloc cada vez que la mano del comprador las removía para apreciar su calidad, y un poco más adentro, como un tesoro difícil de guardar, estaba en pequeños sacos la aristocracia del casquijo, las bellotas dulzonas, atrayendo las miradas de los golosos.
Se comprende que no lo consiguiera, cosa difícil en aquella tierra, pues le trajeron y le llevaron de aquí para allá, durante varios meses, pero al fin le declararon huraño y orgulloso, y le dejaron en paz.
¡Esta ciencia de la vida, que es tan difícil y tan amarga! ¡Valor, joven! De todo eso sé yo, que he pasado, y con mucha dificultad, por ese camino ¡y nada de eso me sorprende! Conocí al padre de usted, era persona muy estimable.
Ricardito les dijo que el jurisconsulto me había despedido por abuso de confianza, no lo aseguraba así lo decían algo habría de cierto, el dinero es pegajoso, no es difícil que al contarlo se le pasen a uno dos o tres monedas falsas, o, lo que es más fácil todavía, que le falten a uno cinco o más duros.
Castro Pérez traía entre manos un negocio muy difícil, y se le iban las horas hojeando librotes y dictando alegatos.
Suelta de lengua, viva, ingeniosa, era difícil cortarle el hilo una vez que principiaba a hablar.
Dirigiéndose en el prólogo de al que leyere, confiesa que el autor está siempre en la obra y que eso de la impersonalidad en la novela es empeño tan arduo y difícil que, a decir verdad, lo tengo por sobrehumano e imposible.

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