Ejemplos con desconfío

Napolitano donde se pone a prueba el virtuosismo Napolitano, Desconfío una versión muy emotiva con Vicentico y Pappo mostrando gran talento en el piano.

Entre sus obras se destacan canciones como El hombre suburbano, Adonde está la libertad, Llegará la paz, Desconfío, Sucio y desprolijo, Al sur de la ciudad y Rock and Roll y fiebre, además de discos como Blues Local o Que sea rock.

No he querido hacerlo en Madrid o en Sevilla, donde estuve destinado, porque desconfío de las mujeres que no conozco de muy atrás.

Si me preguntan por qué desconfío, contestaré que estas cosas no pueden razonarse.

Di a mi mujer explicación clara de las bases y mecanismos de la Sociedad, que son excelentes, y añadí: La idea es en sí fecundísima: desconfío de las personas que la ejecutan.

No obstante, desconfío de estas apariencias, y sigo empleando mis inveteradas precauciones.

Conociendo tus aficiones, te pongo delante a las dos niñas de Maltrana, Nicolasa y Pepita, tiernas y lánguidas como a ti te gustan, desaplicadas, para que sus encantos sean mayores, rebeldes a la educación clásica, la una de diez y seis años, de catorce la otra, inflamadas ambas en el santo horror de la Gramática y de la Aritmética, delirantes por el baile, por las comedias, que apenas han visto, por la sociedad, que desconocen, pues sus iguales no existen por acá, inocentes aún y cerradas a toda malicia, ¡Dios así las conserve!, obedientes a sus padres y de correctísima crianza moral, bonitas, algo traviesas y juguetonas, y no las llamo ángeles porque desconfío de los ángeles terrestres, y cuando veo alguna niña con alas, digo como el loco: Guarda, que es podenco.

Pero ¡ay!, sobrina mía, si hace dos días tuve esperanza de que nuestros valientes echaran de aquí a puntapiés a la tropa, desde que he visto el giro que han tomado las cosas, desde que he visto que la mayor parte son sorprendidos antes de pelear, y que Caballuco se esconde y que esto se lo lleva la trampa, desconfío de todo.

Francamente desconfío de los literatos.

Decía que desconfío de que mi proposición tenga éxito aquí, a pesar de ser la expresión más leal y clara del espíritu y de las prácticas constantes de este respetable Orden en todos los países del mundo, y no tendrá éxito, porque este Gran Oriente y los individuos que en diversos grados dependen de él, han olvidado completamente los fines benéficos, desinteresados y filantrópicos de tan antiguo Instituto, para desvirtuarlo y corromperlo, haciéndole instrumento de intereses políticos y de la codicia.

Temo traiciones y emboscadas y desconfío hasta de mis mejores amigos.

Me parece que estoy viendo todavía las cruces verdes, y además yo desconfío de aquella vieja, que es capaz, si me ve entrar, de ponerse a dar gritos en el balcón, diciendo: ¡Ya pareció, ya pareció!.

Pero en último resultado, ¿cuáles son las teorías de ese club tan decantado? Yo desconfío de él.

Bien, la hablaré, pero desconfío: por lo mismo, y como esta comisión es harto delicada, quiero que esté usted presente.

Y yo desconfío del buen éxito de mi mensaje.

-Querido, desconfío de las mujeres, ¿qué queréis? Estoy pagando por ello, y sobre todo de las mujeres rubias.

pues ya de Dios desconfío.

Ahora te diré, ¡oh dulce esposa!, el motivo de que yo te mande estas especies farmacéuticas, por las que verás que no desconfío del buen término de mi trabajo, si la salud de mi madre me permite consagrarme a él con alma y vida.

Si me preguntan por qué desconfío, contestaré que estas cosas no pueden razonarse.

Desconfío de sus intenciones, que pueden ser como las pinta usted y pueden ser perversísimas.

Me parece que estoy viendo todavía las cruces verdes, y además yo desconfío de aquella vieja, que es capaz, si me ve entrar, de ponerse a dar gritos en el balcón, diciendo: «¡Ya pareció, ya pareció!».

Si no desconfío de ti, vaya.

Yo no desconfío hasta que no probarlo.

Haré diligencias por encontrarlos, pero desconfío.

-Es que vuestras fantasías pueden llevar muy lejos - respondió Bonacieux, triunfante - y desconfío de ellas.

-Eres cobarde, y por tanto, desconfío de ti.

Sin embargo, ¡oh Maimuna! disfruto algo de ella durante su sueño, la beso, por ejemplo, entre los dos ojos, suavemente, aunque me dan ganas muy grandes de hacerlo con fuerza, pero desconfío de mí mismo, sabiendo que no podré contentarme si empiezo, y prefiero abstenerme del todo por temor de estropear a la joven.

-Hoy desconfío del ejército, y voy a anticipar un escarmiento, fusilando al primero que se me presente.

-¿Y por qué decís que yo desconfío de vos?.

Pero ella respondió: Tranquilízate, ¡oh hijo mío! no desconfío, ni mucho menos, de la victoria.