Ejemplos con casualidad

Muchas veces la mejor manera de entender el significado de una palabra, es leer textos donde aparece dicha palabra. Por ese motivo te ofrecemos innumerables ejemplos extraidos de textos españoles seleccionados.

Yo procuraré que no coincidáis aquí ni por casualidad.
Por casualidad tropezó con la cocina al cabo de un buen rato, y allí encontró a sus amigos calentándose a la lumbre y almorzando sopas en leche, acompañados de don Recaredo, cuyo sitial de preferencia tuvo que aceptar.
El mal no está en que, por casualidad, salga de un mal tabernero un buen ministro, o un gran alcalde, o un perfecto modelo de hombres de sociedad, la desgracia de España, la del mundo actual, consiste en que quieran ser ministros todos los taberneros, y en que haya dado en llamarse verdadera a la de una sociedad en que los como yo.
Te vi por casualidad, y por azar también, y sin que de mí dependiese, estuve a tu lado algún tiempo, respiré tu aliento, y sin querer sin querer comprendí que.
Casualidad fue acertar con su cuarto.
Se queda atrás su marido de usted, y yo, que por casualidad la encuentro entonces, la acompaño hasta que él venga.
A su vez la consideraba Artegui como aquel que, volviendo de países nevados y desiertos, mira a un vallecillo alegre que por casualidad encuentra en el camino.
Señor capitánme dijoen todo tiempo tengo el mayor placer en ofrecer mi humilde hospitalidad a los peregrinos que una rara casualidad suele traer a estas montañas, pero en esta noche, es doble mi regocijo, porque es una noche sagrada para los corazones cristianos, y en la cual el deber ha de cumplirse con entusiasmo: es la Nochebuena, señor.
Pero en las horas de descanso procuraba yo ilustrar mi pobre espíritu con útiles lecturas que me proporcionaba encargando libros o adquiriéndolos de los viajeros que solían pasar, y que, mirando mi afición, me regalaban algunos que traían por casualidad.
Me pedía autorización para traducir LA BARRACA, explicando la casualidad que le permitió conocer mi novela.
¿De dónde venía? ¡Qué casualidad, encontrarse dos días seguidos! Y él, tembloroso, cual si las palabras le costasen gran esfuerzo, contestaba como siempre: .
Los curiosos, enardecidos por el tiroteo, seguían con mirada ansiosa al pájaro que lograba escapar, interesábanse en las terribles disputas de los cazadores, reclamando todos la misma pieza, no se fijaban en la lluvia de perdigones fríos que caían en torno de ellos, y si por casualidad se perdía un ojo o se sentía escozor en el cuerpo ¿qué iban a hacer? esto entraba en la diversión.
A última hora, a las seis de la mañana, se alumbra el teatro con luces de Bengala, que le dan un aspecto fantástico: báilase la , perfectamente llamada así, condénsase en vivísimas expresiones, en tumultuosos pensamientos, en rápidos compases, en frenéticos giros, toda la poesía diabólica de la noche, y entonces, los que se han reunido por casualidad, los que sólo pueden hablarse con el rostro cubierto, los que no esperan verse ya lo menos en un año, sienten un hondo vacío en el corazón, como si les faltase la vida, como si se acabase el mundo.
Nosotros vamos al café a las mismas mesas que cuando tú vivías, y se nos pasan semanas enteras sin recordarte ni por casualidad.
Como si fueran pedazos de las entrañas de un internacionalista, cada uno es hijo de una casualidad, y todos fueron publicados en tal o cual periódico, a medida que el autor los iba escribiendo, no enjuta muchas veces la tinta del original, cuando ya estaban impresos y eran del dominio público.
Ha sido una casualidad que yo me enterara.
Pues ahí era nada: Maximiliano había comprado un revólver ¿pero quién diablos le dio el dinero? Descubriolo la señora por una casualidad Le dio el olor, al verle entrar con un bulto entre papeles.
Pensaba yo cómo realizaría aquel acto de justicia, cuando la casualidad, mejor será decir la Providencia, me deparó una solución mejor y más cristiana que la muerte.
Es lo práctico, amigo mío, y ya que usted es tan místico, conviene que sea un poquito práctico Por una casualidad intervengo yo en esto Le advierto a usted que ella desea volver.
¡Qué casualidad! Yo llevo esa dirección.
Hace algunos días lo he sabido ayer por casualidad mi hermano sospechaba que usted no le era fiel, esta es la cosa.
Y la del cuarto de la izquierda, ¡qué casualidad!, abierta también.
Nada, que si teníamos por casualidad azucarillos Le he dicho que no.
Y no pudo en muchos días apartar de su pensamiento las cosas que le refirió doña Manolita que, entre paréntesis, no acababa de serle simpática, y lo que más metida en reflexiones la traía no era precisamente que aquellos hechos de regalar la custodia y el manto se hubieran verificado, sino la casualidad gracia.
¡Cosa más rara! ¡Y ella había tenido en su mano, días antes, para limpiarle unas gotas de cera, aquel mismo manto que había servido para pagar, digámoslo así, la salvación del chico de Santa Cruz! Y no obstante, todo era muy natural, sólo que a ella se le revolvían los pensamientos y le daba qué pensar, no el hecho en sí, sino la casualidad, eso es, la casualidad, el haber tenido en su mano objetos relacionados, por medio de una curva social, con ella misma, sin que ella misma lo sospechara.
Sonaba de un modo semejante a los bajos de la guitarra: Señor Izquierdo, ¿tiene usted ahí por casualidad el retrato de su sobrina?.
¡Y qué casualidad! Al día siguiente de la conferencia citada, llegaban a Plencia y se instalaban en una casita modesta, Gumersindo e Isabel Cordero con toda su caterva menuda.
Trataba el bueno del capellán de comulgarse a sí propio con ruedas de molino, diciéndose que aquello no significaba , pero la maldita casualidad se empeñó en abrirle los ojos cuando no quisiera.
La casualidad me ha puesto en situación ventajosa.

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